El bosque de los ciervos (BillDip) (AU) (Terminado)

Capítulo VIII: Rescate y traición.

Hola a todos!!!

Antes que nada, perdonen que no haya actualizado, de verdad pensé que tendría tiempo para actualizar, pero algo se atravesó y salió peor de lo que pensé y... fue un relajo.

En fin, para compensar, este capítulo es largo =D.

Agradezco sus votos y comentarios, de verdad me alientan a seguir. Creo que el siguiente capítulo ya será el final, y luego quiero hacer un especial de curiosidades de este fic para ustedes.

Espero les guste el capítulo, si es así, voten y comenten, por favor =).

Ya saben, Gravity Falls NO me pertenece.

Capítulo VIII: Rescate y traición.

La fiesta en el palacio de Bill apenas estaba comenzando. Llegaban muchas doncellas y donceles en sus carruajes, acompañadas por sus padres y algunas por sus hermanos también.

Había algunos con gran belleza física, otros parecían tener una linda personalidad. Eso sí, todos eran de la realeza. La sala del trono se estaba llenando de gente y Stan caminaba de un lado a otro preocupado de dónde estaría su otro hijo, mientras Bill estaba sentado en un banco con un rostro de pocos amigos, pues esperaba que Dipper se presentara y también le preocupaba su despistado hermano. Soos tocó la puerta y luego se asomó.

-Majestad... majestad... -Pero Stan no respondía. -¡Majestad!

-¡¿Qué?! ¿Qué? -Preguntó el rey saliendo de su trance y saltando un poco del susto.

-Ya llegaron todos los invitados.

-¡Oh! Es verdad... emm... presenta a todos, iremos en un momento... -Dijo el hombre mayor restándole importancia a la fiesta.

-Sí, señor-Soos salió del cuarto.

Bill no decía nada, sólo miraba un cojín pensando en Dipper y en Will. Stan suspiró, ya los invitados estaban ahí, no podía correrlos.

-Bill, quiero que cuando sepas quién es esa persona, me lo digas en el acto. -Pero Stan no parecía muy emocionado. Bill sólo soltó un "Mmm..." como respuesta.

Afuera de la torre donde estaban Will, Dipper y Gleeful, los amigos de Dipper planeaban cómo rescatarlo, bueno, en realidad Ford pensaba en un plan, Gideon se ponía en posición militar y a veces le guiñaba un ojo a Mabel y ella le jalaba el cabello como respuesta.

-¡Ah! ¡Ya sé! -Dijo Ford emocionado llamando la atención de la sirena y el vampiro. -Bueno, hay un túnel que podría filtrarnos al calabozo, pero tendremos que cruzar las aguas para llegar ahí. -Dijo Ford señalando un túnel que parecía llevar a la prisión de Dipper.

-Bueno... -Dijo Gideon alargando la "o". -¿Y qué hacemos con bobo y tonto? -Dijo señalando a los cocodrilos que salían del agua mostrando sus dientes listos para la cena.

-Gideon tiene razón... -Apoyó Mabel. -Ésas cosas no tienen llenadero.

-Sí... -Dijo Ford con orgullo. -Por eso necesitamos una carnada. -Luego miró a Gideon, el cual abrió mucho los ojos.

-¡Ah, no! ¡Eso sí que no! -Dijo enfurecido el albino.

-Por favor, Gideon- Rogó Mabel juntando sus manos y mirando al chico con ojitos tiernos. Gideon trató de resistir, pero Mabel le gustaba y con esos ojos...

-¡Argh! ¡Está bien! Haré algo... -Ford y Mabel sonrieron. Gideon tomó un poco de aire y empezó. Se puso de rodillas y dijo con su mejor voz. -María de la Rosa Juanita Jimenéz de la Mercedes depredadora salvajela y chacalera cocodrila... haz el honorable honor de convertirte en mi novia. -A Ford casi se le cae la quijada. Gideon era medio tonto, pero no pensó que lo era completo. El cocodrilo también se sacó de onda, pero luego volvió a sonreír y negó con la cabeza para luego acechar a los tres seres y comérselos. El otro cocodrilo la seguía. -María de la Rosa Juanita, sé lo que piensas, nuestras diferencias nunca funcionarían, nuestros hijos cómo serían... -Ford por un momento se preguntó cómo un vampiro y un cocodrilo tendrían hijos y Mabel se imaginó al hijo de ambos y rió. Se imaginó un cocopiro.