Primera Canción

76 6 2
                                    

-¿En qué piensas?- pregunta Sirius después de un largo silencio.

Durante el verano habíamos estado viniendo a entrenar a un terreno en las montañas muy poco conocido, aislado de muggles y varios magos. El lugar desconocido brinda un gran espacio para peleas mágicas, lugar el cual Sirius y yo habíamos estado frecuentando. Él intentaba enseñarme todo lo que sabía, incluso hicimos una gran cantidad de pociones que escondimos en un hoyo que él y yo escarbamos a las raíces de un árbol. Nuestra reserva especial. Tiene el cabello enmarañado, su túnica está llena de tierra y su mano derecha con la cual sostiene su varita está vendada.

-No mucho, ni yo misma sé si estaba pensando en algo. - contesto con honestidad.

-La búsqueda de cabello será mañana, no me hagas ir a despertarte. - me dice con una mirada acusadora.

-Me levantaré, ¿okay? Deja de preocuparte.-reprocho poniendo los ojos en blanco.

-¿Cómo solías pasar tus veranos? -pregunta el hombre de repente. Esa pregunta me toma desprevenida. Sé que puedo confiar en él pero no sé so deba decirle.

-Yo... No hacía mucho. El verano pasado lo pasé con los Lovegood.- contesto.

-Aria... Dumbledore me dijo.- susurra tomando mi mano, me pongo rígida rápidamente, un poco a la defensiva.

-Lo siento.- digo rápidamente agachado la mirada.

-No tienes de que disculparte.-me dice acariciando mi cabello, atrayendome a su hombro. -Él solo me dijo sobre que ocultas tu verdadera identidad. Que lo demás tu me lo dirías cuando estuvieras lista.

-Pero mentí. Te dije que era tu sobrina y Harry piensa que somos primos.

-Harry sabe que no comparten sangre, y a pesar de que estamos en el mismo caso, tú eres como una sobrina para mi. Gracias por tu ayuda el año pasado.

-Yo... no sé quienes son mis verdaderos padres. Nadie me lo dice, es todo un secreto. Crecí en el mundo muggle con una familia muggle hasta que Asher... los mató y me llevó con él a la antigua mansión Riddle. - comienzo mi relato alzando mi manga, y encanto revelo, para que el maquillaje mágico se desvanezca.

-Por merlín... Aria....-susurra horrorizado, acariciando mi marca.

-Me entrenaron, me hicieron una de ellos. Hasta que Severus me ayudó a escapar. Adopté la identidad de Aria Black y fui al único lugar al que creí que estaría segura. Hogwarts. Asher es el único motifago que sabe de mi existencia.

Su rostro esta de lleno de dolor y compasión. Sirius lo entiende a la perfección, un inocente aislado y encerrado, sufriendo en la soledad.

Sirius sólo le da un abrazo, la rodea entre sus brazos brindandole apoyo, espera a que llore, pero ni una sola lagrima sale de sus ojos.

-Todo estará bien.- le asegura el mayor dejándola ir, observa sus grandes orbes amatista preguntandose que tantos horrores abra pasado de los cuales fue víctima.

-Lo sé, los tengo a todos ustedes.- Black se sorprende con la fuerza que tiene la chica, siempre siguiendo adelante intentando no ver el pasado. Ojalá el pudiera ser igual pero alguna gente de verdad merecía pagar por sus pecados.

-Vamos, Tonks ya debió haber preparado la cena.- Aria asiente y ambos caminan hasta su transportador, lo toman al mismo tiempo y son transportados al interior de la sala de estar.

-Pongan esa cosa lejos, no quiero nadie tocándole por accidente.- grita la señora Weasley asomándose por la puerta. -Aria bienvenida, vamos, la comida está lista.- dice cambiando su tono a uno más maternal, Aria asiente y camina detrás de ella hasta llegar al comedor, lugar donde Ron, Hermione, los gemelos, Tonks y Lupin ya estaban sentados.

-Aria, te guarde un asiento.- grita Fred levantándose para señalar la silla junto a él. La chica sonríe y camina a su lado.

-¿Cómo estuvo el entrenamiento?- pregunta George apartando a su hermano del camino.

-Intenso- sentencia ella al observar como Sirius entra al comedor revisando su mano vendada.

-¿Cómo sigues?- pregunta Lupin acercándose a Black.

-Bien, está sanando.- responde moviendo los dedos con más fuerza que hace una semana.

-Lo siento.- vuelve a decir Aria en voz alta haciendo que Sirius se ría.

-No te preocupes, fue mi error por bajar la guardia de esa manera. Dumbledore tenía razón, hay que tener cuidado cuando peleando contigo.- Black se sienta a un lado de Hermione la cual solo alza la mirada para sonreírle, vuelve a bajar la mirada a su libro inmediatamente.

-¿Listos para Hogwarts?- pregunta Lupin observando a cada uno de los estudiantes presentes.

-Bastante, tengo muchas ganas de regresar.- responde Aria con una sonrisa.

-¿Para ver a Malfoy?- pregunta Ron en tono burlon ganándose un codazo en las costillas por parte de Hermione. -¿Qué? No soy yo el que le da besos al enemigo.- se queja Ron en voz alta haciendo que muchos hagan muecas. Molly aparece con platillos de comida detrás de ella, sonriendole. Sin cuidado, con la cuchara de madera golpea a Ron en la cabeza.

-Esas cosas no se hablan, calla y come.- Ronald hace pucheros pero al final toma un muslo de pollo y se dispone a comer sin mirar a nadie a los ojos.

Aria se queda en su lugar mirando al plato vacío frente a ella... ¿Cómo estará Draco? ¿Estará todo bien? ¿Ya habrá visto al señor tenebroso? Su interior se estremece ante aquel pensamiento . De repente, un ardiente dolor ataca su brazo, su marca estaba quemando. Se levanta de la silla rápidamente y retrocede hasta chocar su espalda contra la pared. Desde que el señor tenebroso regresó, el dolor de la marca se hizo más fuerte, las pesadillas eran concurrentes y los dolores de cabeza eran muy muy dolorosos.

Aria sostiene su cabeza con ambas manos, claramente en dolor. Fred es el primero que llega a su lado pero no puede hacer nada. Lupin, Black y Molly llegan a su lado pero tampoco hay mucho por hacer hasta que el dolor para.

-El señor está llamando. - susurra el elfo doméstico de mala cara observando a la chica sobre el suelo.

-¿Estas bien?- Aria asiente con la cabeza, aún con los ojos inyectados de dolor.

-Esta planeado algo, sus seguidores están escuchando su llamado.- su voz esa débil pero todos le han escuchado.

-¿Qué fue eso? ¿Qué le ha pasado?- pregunta Hermione.

-Nada, no han visto nada.- dice Sirius muy seriamente, con cuidado toma a Aria entre sus brazos y comienza a caminar fuera del comedor.-Molly.

-Le llevaré una bandeja a su habitación, no te preocupes.- Sirius asiente y se lleva a la chica escaleras arriba dejando a todos los estudiantes confundidos.

-¿Qué fue todo eso?

-¿Estará bien?

Son las preguntas de los gemelos.

-Escuchen, nadie tiene que saber de esto ¿entendido? Olviden lo que pasó y no le digan a Harry.- dice Lupin poniendo ambas manos sobre la mesa.

-Es por su bien.- finaliza Molly dejando a todos confundidos pero con el mensaje claro: Aria era más de lo que aparentaba ser.

Singing For You [D.M] #3 Where stories live. Discover now