Quinta Canción

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El día en el que por fin regresarán a Hogwarts había llegado, mientras todo era un relajo en la casa, ella estaba lista en la sala con su equipaje lista para salir a la estación del tren. Sostenía en sus manos la carta de Malfoy le había enviado días después de la cena en su casa.

Su padre parecía haberla aceptado a pesar de que aún tenía bastantes preguntas respecto a su pasado. También le habían dicho que era bienvenida de nuevo, pero ella sabía que no podía arriesgarse a ir allí de nuevo. Sabía sobre los padres de Draco, y de que lado estaban, un movimiento en falso y estaría atrapada de nuevo en el sótano de los Riddle.

"Aria."— llama Sirius sentadose junto a ella.—"Ten cuidado este año."

"Lo tendré, no te preocupes."

"Es solo que, no quiero perderte. Ni a ti ni a Harry."

"No pasará nada de eso, te lo aseguro."

"Las cosas están a punto de cambiar y aun no he tenido la oportunidad de ser un buen tío para ambos." dice con la melancolía marcada en su rostro.

"Te aprecio demasiado ¿lo sabes, cierto? Eres lo más cercano que tengo a una familia. Gracias, Sirius."

"No importa lo que pasé, siempre serás mi sobrina." Aria sonríe ante sus palabras, de alguna manera le proporcionaban alivio pero a la vez le inquietaban. La foto de la primera generación de la orden del fénix llega su mente, sólo pocos seguían vivos y los que murieron, lo hicieron de una manera horrible. Esa era la única maldición de la orden, una vida difícil o una muerte dolorosa, tan solo para alcanzar la victoria, para proteger futuras generaciones de la magia oscura.

Cuando  la escolta que llevaría a todos a la estación de King Cross llegó, el orden y la calma también lo hizo. Todos se apresuraron a llegar ya que iban bastante tarde y el tren estaba a punto de irse. Aria se despidió de Lupin, Sirius y la señora Weasley antes de abordar, se despidió de ellos como si ya no los fuera a volver a ver, solo por si acaso.

Al subir al tren, se despidió del trío y fue en busca del tren de prefectos en el cual recibiría instrucciones junto con los otros prefectos de quinto. Al entrar al vagon, Malfoy  estaba allí junto con Pansy Parkinson, la cual intentaba entablar una conversación con él sin éxito. Cuando la vio, Draco se levantó y se acercó a ella para tomar su mano bajo la mirada de los otros prefectos. Aria le sonrió y con sus manos entrelazadas, ambos se sentaron juntos lejos de Pansy.

"Te extrañé." le susurra Draco al oído como si fuera su secreto mejor guardado.

Hermione y Weasley entran al vagón y toman sus lugares del lado de Gryffindor.

"Vaya, miren quien ha sido elegido prefecto este año. ¿Dónde has dejado a Potter, Granger? ." se mofa Malfoy tan pronto a como los ve sentarse.

Aria le dirige una mala mirada pero él se limita a encogerse de hombros como si no hubiera hecho nada malo. Black niega con la mirada y se levanta de su lado para ir a sentarse junto a Anthony Goldstein. El prefecto de Ravenclaw, el cual inmediatamente sonríe al verla.

"Hey Aria ¿como te fue en el verano?" pregunta animado.

"Nada mal, hice bastantes cosas. ¿Vos?" pregunta ella siguiéndole la conversación bajo la atenta mirada del de Slytherin.

"Vacaciones en Rusia, fue bastante divertido." el chico estaba a punto de decir algo más pero el tren comienza a moverse y los premios anuales entran a darles instrucciones.

Lentamente los introducen a sus nuevas tareas como prefectos, supervisar decoraciones en días festivos, ayudar a los de primer año, cuidar a los estudiantes bajo situaciones de emergencia y por supuesto, monitorear los pasillos para asegurarse de que nadie estuviera fuera de la cama después del toque de queda. Muchas responsabilidades pero todos ven una gran ventaja, especialmente Malfoy.

Al terminar la junta son enviados a monitorear los pasillos, a Draco no le gusta la idea, Goldstein siguiendo a Aria a donde quiera que ella fuera mientras que él está atascado con Pansy vigilando los pasillos.

La chica camina por los vagones, llendo de compartimento a compartimento asegurándose de que todo está bien en los vagones de Ravenclaw. Intenta ser de lo más amable posible, ella sabe que necesita seguidores dispuestos a pelear por su causa cuando llegue el momento y Hogwarts es el lugar perfecto para comenzar una resistencia.

Se pasea de vagón a vagón asegurándose de que todo está en orden y los de primero saben que hacer y donde ir.

Solo un par de horas han pasado cuando finalmente llegan a su destino. Aria baja del tren y comienza a dirigir a los de primero a los botes y al resto a las carrozas. Todos hacen su camino al castillo emocionados por un nuevo año escolar pero ella no puede evitar estar nerviosa. Tantas cosas están pasando, sabe que dn algún momento la paz dejara de existir y observar su mundo decaer lentamente le da miedo. Le aterra que le arrebaten a la gente importante en su vida.

Sentada en su mesa, le sonríe a Luna y Stet sentados a su lado. Luego voltea a ver a Harry, el frío trio de oro, brillando como siempre. Snape está sentado ignorando su alrededor como siempre, Aria sonríe y luego desvía la mirada a Malfoy. Una punzada ataca su pecho al pensamiento de que la oscuridad se lo pueda arrebatar. No quiere eso, no lo permitirá, y por esa razón debe volverse más fuerte y acabar con Asher. Ayudar a Harry acabar con el señor tenebroso era su misión, y se aseguraría de cumplirla.

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⏰ Última actualización: Aug 10, 2022 ⏰

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