OneShots Miraculous Ladybug

Sentimientos encontrados

Era una noche fría en París, caía una fría lluvia mientras Ladybug, la heroína de Francia, patrullaba las calles de la capital. Realmente era un patrullaje inútil, hace meses que no ocurría nada y eso la mantenía alerta y pensativa en una tarde de hace 3 meses atrás.

- Me voy a ir de la ciudad - había dicho su compañero con un tono triste - No estoy seguro cuando regresaré. -

Ladybug detuvo su patrullaje en lo alto de un edificio, estaba frente a la torre Effiel, su lugar favorito de todo París.

- Chat Noir - susurró a la oscuridad.

Los akumas habían dejado de aparecer unas semanas antes de eso y Ladybug se preguntaba si este hecho y el viaje de su compañero no estarían relacionados de alguna forma. Se preguntaba si los akumas lo habrían seguido a donde estuviera, lo habrían atacado, incluso capturarlo. Cómo podría Chat Noir purificar los akumas si ella no estaba con él?

Sacó su yo-yo y observó la pantalla durante un rato, desde hace 3 meses no detectaba más que su propia señal y acercando la pantalla a sus labios susurro - Te necesito Chat - y cerro el aparato, mientras seguía pérdida en sus pensamientos con la vista clavada en la torre frente a ella, sin darse cuenta se quedó dormida sentada frente a ella.

En sus sueños podía oír una voz familiar gritar su nombre.

- Adrien? - tartamudeo mientras abría los ojos a las luces de París.

Abrió los ojos de par en par, asustada y confundida. Había perdido su transformación al quedar dormida y la persona delante de ella no se trataba de Adrien Agreste, si no de Chat Noir.

- Marinette! - repitió asustado - al fin despiertas, gracias al cielo. -

Marinette no sabía que decir, 3 meses sin aparecer y aparecía cuando ella había perdido su transformación. Contuvo sus ganas de lanzarse a sus brazos. Acaso se trataba de un sueño?

- Qué haces aquí? - le preguntó al ver que aún esperaba una respuesta. - Nadie te ha visto en meses -

- Oh... - empezó a tartamudear el chico - fuí a una convención de super héroes en otra ciudad, deje a Ladybug a cargo de la ciudad mientras tanto. -

Tras decir esto su mirada entristeció y tomando su báculo abrió lo que parecía ser un compartimento donde se alcanzaba a ver una pantalla.

- Recibí un mensaje de ella, pero su señal desapareció antes de que pudiera alcanzar este lugar - respondió amargamente - Y cuando llegue te ví a ti aquí desmayada. Dime. Acaso alguien o algo te atacó?

- No! - respondió al instante la chica con tono nervioso, inventando una excusa lo más rápido que podía - Ladybug... Ella... Estaba conmigo... Estábamos hablando... Pero ella se tuvo que ir... Y yo también. -

Se apresuró a correr a la salida más próxima pero el agarre de Chat Noir la detuvo.

- Ella esta bien? - preguntó alterado - su mensaje, ella parecía en peligro! -

- Ella esta bien - dijo Marinette, sintiéndose conmovida por el comportamiento de su compañero. Sonrojandose dado que nunca lo admitiría como Ladybug respondió - Creó que sólo extrañaba tenerte cerca. -

A Chat Noir se le iluminó una sonrisa con esas palabras, realmente ella nunca lo había visto tan feliz.

- En ese caso - dijo con una reverencia - Gustaría un viaje rápido a casa, my lady? -

Marinette río ante ese ofrecimiento, realmente extrañaba la personalidad de ese chico, y aceptó afirmando con la cabeza.

Chat Noir la cargó y la llevó por los cielos de París hasta el techo de su casa y se despidió de ella con un beso en el dorso de su mano, mientras le aconsejaba cambiar sus ropas mojadas.

Una vez lejos de su vista Marinette observó el lugar donde había visto desaparecer a su compañero, preguntándose si debía perseguirlo con forma de Ladybug, sin embargo; se levantó de un salto.

- Tonta Marinette - se reprendió sonrojada - Qué estas pensando? Tus pensamientos deben ser sólo para Adrien! Mañana iré a visitarlo. El gato puede esperar para nuestro patrullaje de la tarde. Si aparece... -

Dando una última mirada al lugar donde desapareció su compañero, desecho la idea, volvió a entrar a la casa y después de cambiar sus ropa, se recostó en la cama, pensando en las aventuras que habría tenido Chat Noir donde quiera que haya estado hasta que finalmente cayó dormida.