Joyeux anniversaire

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El día empezó como cualquier otro mientras Marinette se estiraba al salir de la cama.

- Buenos días Tikki - le decía con una sonrisa a la criatura roja parecida a una mariquita que se encontraba recostada junto a ella.

- Buenos días Marinette - contestaba Tikki también sonriéndole.

Marinette se levantó de un salto y corrió hasta el cajón de su guardarropa y sacdel mismo una bolsita de tela muy pequeño, del tamaño de su kwami.

- Ten! - anunció Marinette sonriendo.

- Qué es esto? - preguntó Tikki extrañada.

Marinette soltó una pequeña risa y acercó su kwami al calendario de las industrias Agreste que colgaba en su habitación.

- Hoy, hace un año - explicó la chica con determinación - Fue el día en que me transforme por primera vez en Ladybug. Y también fue el día en que te conocí. -

- Oh Marinette! - exclamó el kwami conmovido mientras se arrojaba a los brazos de su portadora - Eres una chica encantadora. -

Tikki se acercó a la bolsita que le había regalado Marinette y al abrirla encontró un pequeño vestido a su medida.

- Oh! Es hermoso! - exclamó sorprendida - Cómo te dió tiempo de hacerlo si siempre estamos juntas? -

- Bueno, - contestó Marinette sintiéndose orgullosa de si misma - Por lo mismo que siempre estamos juntas se que después de cada batalla duermes aproximadamente 45 minutos, así que durante meses, aproveche ese tiempo para tomar tus medidas y trabajar en el. Empezaba después de que te dormías y dejaba de hacerlo antes de que despertaras-

Tikki se acercó y abrazó el rostro de Marinette con ternura.

- Eres una chica muy dulce - exclamó Tikki - Me alegro de que me haya tocado acompañarte ya durante un año. -

No muy lejos de la casa de Marinette, en la mansión Agreste, Adrien Agreste regresaba de sus lecciones matutinas.

- No lo entiendo - decía un kwami negro sentado sobre su cama - A pesar de ser sábado, tienes que tomar clases. Pensé que los sábados los niños descansaban. -

- A mi padre no le gusta que pierda mi tiempo - respondía el chico rubio sentándose junto a él - Te he dicho que no tienes porque quedarte aquí, Plagg. Pero insistes en dormir hasta tarde. -

- Ni siquiera los akumas se despiertan un sábado antes del medio día - decía el pequeño Plagg regresando a esconderse entre las sábanas - Tú eres el único. -

Se escucharon golpes en la puerta de la habitación y Adrien rápidamente se dirigió a abrir volviendo con un plato enorme tapado con un bol brillante.

- Qué es eso? - preguntó Plagg mientras Adrien ponía el plato en la mesa.

- Acaso olvidaste que día es hoy? - preguntaba Adrien levantando una ceja.

- Tu cumpleaños? Navidad? Día del trabajo? -

- Claro que no - respondió el chico riendo mientras descubría un enorme queso que se encontraba en el plato - Hoy hace un año que nos conocimos, así que es como nuestro aniversario como compañeros. Así que quise regalarte lo que más te gusta. Un kilo entero de Camembert! -

Plagg se quedó sentado estupefacto viendo el enorme queso sobre la mesa, asimilando las palabras que decía su portador.

- Plagg? - lo llamó Adrien después de unos minutos - Qué sucede? No te gustó mi regalo? -

- Esto es sólo para mí? - preguntó el kwami alzando la vista a su compañero - Todo mío?

- Claro que si - respondía Adrien con una sonrisa - Acaso no lo quieres?

- Claro que sí - dijo la criatura mientras se lanzaba al queso con lágrimas en los ojos y empezaba a comerlo deprisa.

- No tienes por qué acabartelo en este momento - le decía Adrien riendo.

- Si ya pasó un año desde que nos conocimos - decía Plagg entre mordidas - Significa que ya es un año desde que conociste a Ladybug. -

- Sí - dijo Adrien con un suspiro - Ya todo un año junto a mi lady -

- También le piensas regalar un queso a ella? - preguntó Plagg dejando de comer un momento, más Adrien sólo le contestó con una de sus brillantes sonrisas.

Esa misma tarde Chat Noir se encontraba de pie en lo alto de un edificio, tenía una vista preciosa de la torre Eiffel y el cálido aire del verano lo golpeaba en el rostro.

- Hola gatito - saludó Ladybug, apareciendo detrás de él. - Llegaste más temprano que de costumbre. -

- My lady! - exclamó el chico mientras abrazaba a su compañera con alegría -  Es sólo que no pude evitarlo, tenía tantas ganas de verte! Sabés que día es hoy? Lo sabes? Lo sabes? -

- Chat... - decía la chica mientras luchaba por soltarse del abrazo del chico - Mi espacio... Ya hablamos sobre esto... -

- Lo siento - decía el ojiazul mientras la soltaba y bajaba la mirada apenado - Creó que me emocioné...-

Ladybug lo miró un instante y después de soltar un suspiro saco un paquete que llevaba oculto en su bolsa.

- Gracias por luchar a mi lado durante todo este tiempo - dijo la chica con una cálida sonrisa mientras le entregaba el paquete a su compañero. -  Feliz aniversario, Chat! -

El chico la miró con sorpresa mientras sentía el rubor subir por sus mejillas, con una sonrisa tímida levantó el pequeño paquete que había escondido desde el momento que había llegado a su punto de reunión habitual e intercambio regalos con su compañera de batallas.

Después de todo, cuando una persona ha estado contigo luchando para salvar París, arriesgando su vida para mantenerte a salvó y viendo tus errores y tus aciertos, aunque sea por un periodo tan corto como lo es un simple año, te das cuenta que tiene que surgir algo como una amistad. Por que eso era lo que era, no? Una amistad, o eso era lo que pensaba Ladybug; por que, qué otra cosa podría ser?

OneShots Miraculous LadybugWhere stories live. Discover now