COMPLETAMENTE MÍA

La marca

- ¿Dónde vas? - preguntó Tyler al ver a Megan en la puerta
- A caminar - dijo sin mirarlo
- Ni siquiera lo pienses, ahí afuera está lleno de lobos
- ¡Qué bien! Quizás alguno de ellos se decida a marcarme - lanzó sarcástica e irónicamente
- ¡Eres mía, Megan! ¡Ningún otro podrá tocarte! - se acercó a ella
- Entonces dime porque aún no quieres marcarme, se supone que nos casamos para evitar problemas, pero ahora el problema eres tú
- La marca es muy fuerte, no sé como va a reaccionar tu cuerpo
- ¿Y qué importa? Tyler, estás comportándote como un imbécil
- ¡LO HARÉ, MEGAN! ¡TE MARCARÉ! ¿ESO ES LO QUE QUIERES? - gritó - pero tú, no sales de esa puerta sin mí.

Tyler tomó las llaves de la casa, y salieron juntos a caminar por la playa, tomados de la mano.

- ¿Qué harás cuando lleguemos? - preguntó Megan
- Que haremos, querrás decir - corrigió Tyler - lo primero que haremos es que conozcas a la manada y las cosas que aún no sabes de los lobos, después haremos un nuevo tratado con los clanes de vampiros y tenemos que ir al encuentro de manadas
- ¿Qué es eso?
- Es un encuentro de todas las manadas, ahí se define cuál es la manada más fuerte del mundo, también debes estar ahí, la Luna le da fuerza a la manada.

Ambos volvieron a la casa, el celular de Megan estaba sonando, por lo que  corrió para alcanzar a contestar

- ¿Aló? - dijo Megan
- ¡Megan! - contestó su abuela del otro lado - con tu madre estábamos muy preocupadas por ti, ¿Cómo lo estás pasando?
- Estoy bien abuela, y lo estoy pasando genial, es hermoso
- ¿Cuándo vuelves?
- No lo sé, no tengo ganas de volver aún
- Yo sólo llamaba para saber como estabas, cuídate mientras estés allá
- Si abuela, tú también hazlo, adiós.

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La Luna estaba llena, justo como lo había pensado Tyler.

- ¿Viste la Luna? - preguntó Tyler acostado, mientras Megan entraba por la puerta
- Si, está linda - dijo sin mayor importancia
- ¿Está linda? - rió
- No te enojes - se lanzó sobre él y lo besó
- Estaba esperando que la Luna estuviese llena para marcarte
- ¿Entonces...?.

Tyler corrió su cabello y la polera que llevaba puesta, dejando al descubierto su hombro. Llevó la nariz hasta su clavícula y olió una y otra vez, mientras Megan  estaba tocando el cielo con los dedos. Se decidió y acercó sus labios al hombro, y lo más suavemente posible, enterró sus dientes, sabiendo que el cuerpo de Megan no lo resistiría como el de las lobas de la manada.
Y así fue, el cuerpo de Megan se desplomó, y Tyler tuvo que sujetarlo para no dejarla caer, y la acostó en la cama, al lado de él.