COMPLETAMENTE MÍA

Las apariencias engañan

Un mes después

La relación con Jacob, no había mejorado bastante a decir verdad.
Jacob creía que era una niña tratando de llamar la atención y nada más, y él tampoco cambiaría su actitud por ella.

Se estaban quedando en un hotel, en las cercanias de Louisiana, no era de lujo, pero si podían estar tranquilos, para seguir en camino por la mañana.

Megan estaba saliendo de la ducha, se miró al espejo, y recorrió todo su cuerpo, estaba delgada, muy delgada, vio en el espejo a Jacob, y su cara demostraba culpa.

- Tienes que volver a tu manada - dijo serio, como acostumbraba a ser
- No - respondió Megan mientras se envolvía en la toalla - no podemos
- ¡¿Te estás viendo, Megan?! Si nos seguimos alejando, terminarás muriendo, estás en los huesos y si no fuera por mi ya habrías muerto, necesitas a tu compañero, no tendría que haber aceptado hacer esto, no puedo estar tranquilo sabiendo que estás así y que es mi culpa
- No, Jacob, no es tu culpa, estoy bien, lo juro, y gracias por acompañarme, pero también estás en riesgo tú
- Alejate de mí, eres tan sólo una niña haciendo berrinches para que tu compañero te preste atención
- ¿Es lo que realmente piensas? - Megan comenzó a acercarse y los nervios de Jacob se notaban a kilómetros debido a la cercanía, sus narices se estaban rosando, y la respiración de Jacob se aceleraba cada vez más, Megan capturó delicadamente su labio inferior, pero no lo besó, sólo delineó éste con la punta de su lengua -... por que mira como te pone esta niña que trata de llamar la atención - se rió al ver el estado en que se encontraba Jacob.
Se giró hacia la puerta, pero justo cuando giró la manilla, Jacob la tomó fuertemente de su cintura, girandola nuevamente y la atrajo rápidamente hasta sus labios, pero Megan sólo quería dejarle en claro que estaba equivocado sobre ella, así que sólo lo alejó de ella.

- Las apariencias engañan, no soy tan fácil como creías.

Dijo sin más, antes de comenzar a vestirse, y dejar a Jacob sin palabras.

- ¿Dónde vas? - preguntó al ver que Megan salía
- Necesito tomar aire.

Salió a caminar por la desconocida ciudad, estar sola le hacía pensar en Tyler, por más que quería olvidar todo lo ocurrido, no podía.

Se acercó hasta un teléfono público, insertó una moneda y luego marcó el número de Ashley.

- ¿Quién habla? - preguntó desde la otra línea
- Soy Megan
- ¿Porqué no habías llamado?
- Estuve ocupada, ¿cómo está todo por allá?
- Bien - mintió - ¿tú, como estás?
- Bien - mintió también - sólo llamaba para decirte que estoy bien
- ¿En dónde estás?
- Lejos, muy lejos de Fairbanks
- Podrías volver, ahora que las cosas se calmaron un poco
- Tengo que colgar, te llamaré luego.

Colgó la llamada, no quería volver y tampoco quería darle explicaciones a Ashley.
Introdujo otra moneda y marcó el número de Kyle

- ¿Si? - respondió
- Kyle - se emocionó - lamento no haberte llamado antes
- ¿Te encuentras bien?
- Si, estoy bien, ¿cómo está mamá y mi abuela?
- Tu mamá no hay que la calme, y Grace, ella te extraña
- ¿Tyler?
- Él, bueno, él no está bien, la manada está podrida gracias a Tyler, nadie lo soporta, está despiadadamente frío y distante
- Tengo que cortar, te llamaré en unos días
- ¡Espera!, recuerda que sus sentimientos están conectados.

Colgó el teléfono definitivamente para caminar hasta el hotel.
En el poco tiempo que había estado con Tyler, no alcanzó a aprender demasiado sobre lobos, pero pensó que sería una buena idea aprender de ellos con Jacob, que mejor para entablar una conversación...