Capitulo 29

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Andrea
Era por la tarde y estábamos junto a Samuel en la inauguración del hotel de un inversionista del banco. Por más que Samuel se haya cansado de insistir en que me quedara en el rancho, no le hice caso, me gustaban estas fiestas...mentira, sabía que habría mujeres bonitas que no dudarían en acercarse a Samuel si hubiese venido solo. Por eso insistí en venir, por más que en la noche no había dormido nada, ya que al parecer a alguien se le dio por boxear en mi vientre, y hoy cuando amanecí, mi espalda dolía horrores, y mi vientre se contraia, supuse que era normal, ya que sólo faltaban tres días para que nazca.
Estaba sentada ya que mi gran barriga no me permitía estar tanto tiempo parada y menos con los zapatos que traía puestos, mis dolores en la espalda y vientre aumentaban y para colmo, Samuel llevaba largos minutos hablando con una mujer, hasta que me vio y se acerco a mi.

Samuel: amor estas bien? Te estuve observando y tocas tu vientre y pones cara de dolor

Andrea: a mi me parecía que estabas muy a gusto con esa mujer (coloco una mano en mi vientre)

Samuel: (se pone a mi altura) la esposa del dueño del hotel, la dueña, mi celosita (besa mi mejilla)

Andrea: okey, okey (río)

Samuel: no contestas mi pregunta, te sientes bien?

Andrea: no...si,digo...ya podemos irnos? Estoy algo cansada

Samuel: claro que si, ya cumplí viniendo. Ahora bella dama (me ayuda a parar) a casa

Caminando con algo de dificultad, ya que el vientre se me contraria cada tres minutos, llegamos al auto y respire profundamente

Samuel: (toma mi mano) segura estas bien?

Andrea: (mis ojos se llenan de lágrimas) bueno, no

Samuel: ey! No llores (me abraza) que sucede?

Andrea: es que ayer en la noche no he podido dormir, a alguien se le dio por boxear a altas horas de la noche y hoy por la mañana mi espalda dolió horrores, y mi vientre se contraia cada cierto tiempo. Pero ahora me duele mucho Samuel (tratando de no llorar)

Samuel: no debimos venir. Debiste habermelo dicho, entonces...al médico?

Andrea: por que sonríes y estas tan tranquilo?

Samuel: pues, creo que el bebé ya quiere nacer (respiro profundo nuevamente) duele mucho?

Andrea: un poco (suspiro) al hospital entonces

Samuel: bien (comienza a manejar) todo estará bien, no me despegare de tu lado

Andrea: lo se amor (pongo mi mano sobre la de él)

Y así comenzó el trayecto al hospital, no podía entender su tranquilidad, tanto así que cuando freno en un semáforo le aviso a la familia que ya nacería y que nos lleven el bolso con la ropa del bebé. Mientras que yo me retorcia a cada contracción que me venía, y apretaba fuerte la mano de Samuel, el cual en ningún momento se quejo. Hasta que por fin llegamos al bendito hospital, Samuel me alzó suavemente en sus brazos hasta que nuestro doctor apareció con una camilla para comenzar a prepararme. Pero estaba tan metida en mi dolor, que no me di cuenta cuando Samuel soltó mi mano y se fue...

Samuel
Si...estaba muerto de miedo y nervioso, pero sabía que ella estaba igual o peor que yo, así que tenía que transmitirle tranquilidad, tal y como me lo habia dicho Arturo; "si no quieres que te tire del cabello, te diga cosas horribles, y no pare de gritar...en el momento del parto, muéstrate lo más tranquilo posible". Una vez que la deje con el doctor, una de las enfermeras me indicó que la siguiera, para ponerme ropa adecuada para poder presenciar el parto. Una vez listo, fui hacia donde estaba Andrea, y vi en su rostro cuanto le estaba doliendo.

Andrea: donde estabas?

Samuel: poniéndome esto (señalo la ropa) como te sientes?

Andrea: me duele (me mira) tengo miedo

Samuel: tu solo piensa en ese bebé que viene (seco el sudor de su frente) te amo (la beso)

Doctor: ya estamos listos...así que a mi señal, puje

Andrea
Samuel sujeto mi mano y yo se la sostuve fuerte, y cuando el doctor me dio la orden, puje con todas mis fuerzas y las palabras de Sofía vinieron a mi cabeza; "yo solo mire a Arturo y me olvide completamente del dolor" así que cada vez que pujaba, yo me perdía en aquellos ojos verdes, mientras escuchaba como me decía "tu puedes amor, un último esfuerzo, confío en ti". Y así fue, como luego de unas horas, escuche aquel llanto que espere durante nueve meses. Samuel seco las gotas de sudor debido al esfuerzo que había hecho y luego se acerco a besarme, mientras que el doctor dejaba a nuestro bebé sobre mi pecho, y las lágrimas ya habían comenzado a correr por mi rostro.

Samuel: niño o niña?

Doctor: compruébelo usted mismo

Samuel: quieres ver tu o yo? (me mira)

Andrea: tu!! (poniendo una mano sobre la pequeña espalda de mi bebé)

Samuel destapó de a poco al bebé y se lo quedo observando, mientras que sus ojos se cristalizaban, dejo un pequeño beso en su rostro y luego junto nuestras frentes y luego sonrió de esa manera que hace que mi corazón hable

Samuel: un príncipe (besa mi mejilla) parece que no tendré que andar con tu escopeta

Andrea: nuestro príncipe (susurro sobre su pequeña cabeza)

Enfermera: disculpen por interrumpir (sonríe) debo llevarme al pequeño, tenemos que hacerle un control

Andrea: pero esta bien, verdad?

Enfermera: claro...es solo rutina. A usted la llevaremos a una habitación común así pueden pasar sus familiares

Samuel: bien

Enfermera: (toma al bebé en sus brazos) en una hora se lo llevo yo misma a la habitación (se va)

Samuel: ya mi vida! Es solo un control de rutina

Andrea: un príncipe (paso mis brazos alrededor de su cuello) no tienes idea de cuanto te amo Samuel Gallardo León, patán, mugroso (río)

Y sin decirme una sola palabra, me da uno de esos besos que te dejan sin respiración prácticamente. Me llevaron a una habitación. Samuel no se despegó un solo minuto de mi lado. Y mientras esperábamos a nuestro pequeño...ahora venía la parte complicada...pensar un nombre...

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Perdón por la hora. Fue el cumpleaños de mi abuela y aun me faltaba editarlo. Mejor tarde que nunca.

Muchos besos

Todo por ti...Where stories live. Discover now