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Estaba sentada en mi escritorio, de manera recta mientras organizaba todos los lápices que tenía por colores, iban ordenados desde el más oscuro al más claro, incluso todos tenían la misma punta.

Suspiré, el reloj marcaba las seis de la mañana, como siempre, a esta hora tenía todo ordenado, para comenzar las clases, era viernes por suerte, el último día de clases.

Un par de golpes se escuchan en la puerta, mi concentración se dirige allí, susurré un leve “adelante” para observar a mi padre tras ella.

Cariño, ven, tu madre se irá y quiere despedirse —ladeo un poco mi cabeza, creí que estaba con ella.

—¿Y mamá?

—Está con Constanzé. Pero vamos abajo, nos reuniremos con ella —asentí, para luego levantarme, estaba nerviosa, se podría notar por mis manos en constante movimiento y al no querer sostener por mucho tiempo la mirada.

Camine al lado de papá hasta llegar a la primera planta de la casa, esta situación no me gustaba, no quería que mamá se fuera, me preocupaba que ocurriera algún accidente con el avión y este se estrellará, o incluso ser víctima de algún secuestro, ese tipo de cosas le suceden a menudo a los turistas o a las personas importantes con dinero, como lo es mamá.

Noelle, no estés preocupada, nada malo sucederá —me dijo de manera dulce mi padre acariciando mi hombro, a lo cual reaccione de manera más nerviosa, puede estar llena de gérmenes su mano. Papá iba a decir algo hasta que apareció mamá bajando la escalera, junto a Chris, él se aferraba a su cuello, ya que ella lo llevaba en sus brazos.

Mi dulce, Noelle —pronunció, bajo a Christopher para darme un fuerte abrazo, iba a protestar, pero no la vería en mucho tiempo, así que me resigne a corresponder el abrazo.

Me preguntaba porque nadie bajo, hasta que recordé, nadie se despierta temprano, excepto yo, que siempre ha sido mi rutina. Aunque aún tenía la duda del porque mi hermano de ojos verdes estaba vestido y más que despierto a esta hora.

Vimos como mamá subía al auto de papá y juntos, luego vendría papá a buscarnos para ir a clases, así todos tendrán tiempo para arreglarse.

¿Estarás bien, Noe? —pregunta con voz delicada mi hermano, al voltearme asiento mientras muerdo mi labio inferior, millones de ideas preocupantes rondan mi cabeza.

Espero que mamá este bien.

Noelle ©  | Libro #7 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora