Estoy lista.

214 10 17
                                    

Narra Luffy:

Dejamos a Nami descansando, ella se había quedado dormida mientras hablábamos así que nos retiramos de allí y buscamos qué hacer. Usopp, Chopper y yo salimos afuera para jugar con la nieve, a Chopper no le afectaba el frío, en cambio a mi y a Usopp si. Hikari se dio cuenta y nos prestó dos de sus muchos abrigos para jugar, no era tan malo después de todo. Poco a poco, se fue haciéndo de noche, entramos adentro y Sanji había hecho chocolate caliente con malbadiscos, nos lo comimos todo y nos echamos a dormir.

Narra Robin:

Me levanté y me encontré con la sorpresa de que Zoro no estaba, lo busqué por todos lados y no estaba. El me había arropado y llevado a la parte de arriba del lugar, podría ser tierno si se lo propone.

—Robin!!— gritó el mismo perdido.

—Espadachín-san, te buscaba, ¿dónde te encontrabas?— pregunté, él se rascó la nuca y miró a otro lado.

—Buscaba el desayuno, pero al parecer me tardé un poco.— sonrió con encanto, mi estómago se revolvió lleno de...¿mariposas?

—Fufu, ¿te perdiste?— pregunté divertida.

—¡No! ¡¿cómo crees?! ¡Las paredes se movieron!— dijo infantilmente, cerró los ojos y se cruzó de brazos.

—Fufufu, pero las únicas paredes son las de esta casa.

-¡P-Pues los árboles! ¡Lo que sea!— exclamó irritado, yo sonreí.

—Bueno, ¿Qué trajiste? ¿Bananas?— dije al ver varias.

—Si, pero las bananas son para mí, no soportaría verte comiendo una. Y por eso, te traje manzanas y uvas.—había al rededor de siete manzanas y cuatro docenas de uvas, las manzanas eran incrustadas por una rama bastante grande y las uvas estaban dentro de una hoja gigante, la cuál envolvió.

—Deberíamos volver a escalar la montaña, Luffy y los chicos se quedaron allí, y no sé si es por una buena o mala razón.— hablé neutral, Zoro asintió.

—Vamos a quedarnos una noche más aquí, es tarde, y dudo que en la noche se ponga menos dificultoso.

—Hai.— ambos entramos y nos sentamos distanciados.

Ninguno decía nada. Sólo saboreábamos la comida de cada uno, nada más.

—¡Oe, espadachín-san!— le llamé, este silencio era aturdidor.—Perdona la indiscreción que voy a usar pero...¿por qué te atraigo?

Su cara siguió morena, solo comía un pedazo y otro de su fruta. Aunque todo intento de seriedad fue en vano debido a su repentino color tomate de cara, estaba serio, sin nervios, pero rojo.

—Pues no sé, cuando pasas mucho tiempo con una persona te encariñas con ella, y así. Creo que sólo es momentáneo.

—Ahh...¿Y si no lo es?— me miró con los ojos abiertos, luego al suelo, se podía ver la tristeza reflejada, pero él la ocultaba muy bien. Sólo muy pocas personas se darían cuenta de ello. Volvió a mirar su fruta y le dio un mordisco.

—Te olvidaré, tampoco es que sea la cosa más difícil del mundo. He podido sobrevivir a peores cosas, así que esto no es nada.— no me miraba, ni un instante, mientras yo intentaba cruzar su mirada con la mía. Para que esa electricidad que me dejaba loca, volviera hacerlo. Y molestaba, pero a la vez me gustaba...es difícil de explicar.

—¿Y...Y si yo correspondiera a tus sentimientos?— entonces me miró rápidamente con sorpresa.

Y sentí esa electricidad.

La Ola [One Piece]Where stories live. Discover now