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Es verdad que seguramente parecía un acosador observando a Louis de manera descarada cada vez que tiene la oportunidad, pero es que no lo puede evitar, Louis es el chico más atractivo e interesante que ha conocido en toda su vida. La primera vez que lo vio fue cuando chocaron el día que el castaño ingresaría a trabajar en la agencia, incluso antes de ver a la persona con la que había chocado comenzó a lanzar insultos mientras intentaba inútilmente limpiar su adorada camisa marca Chanel.

- Lo siento mucho, de verdad, lo siento, lo siento.

Repetía una y otra vez el muchacho mientras pasaba la manga de su sudadera por su camisa ayudando a limpiar la enorme mancha de café.

- No me toques, enserio no tienes malditos ojos para ver.

Había empujado al ojiazul lejos de él mientras continuaba secando el líquido de una de sus más adoradas prendas de ropa.

- Te compraré otra camisa, ¿Sí? Lo siento, estaba distraído.

- Esta camisa vale más de lo que vale toda tu vida viviéndola dos veces.

Eso pareció eliminar la actitud arrepentida, culpable y amable del chico frente a él, quien toma la taza de café que Harry había dejado sobre la mesa de la recepción y lanza el líquido restante sobre el espacio que había quedado libre de café anteriormente; Harry abre su boca en un gesto de sorpresa por la acción del contrario levantando su vista posando sus ojos por primera vez en el desconocido.

- Ya estaba sucia de todos modos, ¿No? Imbécil.

El chico se dirige hacia el ascensor y Harry puede observar a las personas que se encuentran en el lugar mirándolo con burla por lo que aquel ojiazul había hecho. Pero no es eso en lo que piensa el rizado, lo único en lo que puede pensar es en lo bonitos que eran esos ojos.

Pero a pesar de sentirse atraído por él, solo sentía la necesidad de molestarlo, de hacerlo enojar todo el tiempo, y el chico, cuyo nombre ahora sabía que era Louis, tenía la misma actitud con él, y desde el segundo uno en su relación laboral solo había insultos, miradas llenas de desprecio, indiferencia y groserías nuevas cada día.

La primera vez que le tocó trabajar con él en una sesión de fotos, el último insulto había sido antes de que el fotógrafo tomara la primera fotografía, luego de ello habían pasado del odio a una tensión sexual que se podía romper con tijeras en el aire.

Fue la primera vez que pudo poner las manos en su cuerpo, la piel bronceada y suave se sentía electrizante y cálida bajo sus dedos, pudo sentir su aliento sobre su boca y deseo tanto besarlo justo en ese momento, había deseado tanto besarlo como nunca había deseado nada en su vida, pero no podía hacerlo en ese momento, así que se conformo con poner su boca sobre los labios rosados de aquel precioso chico mientras los pequeños dedos del contrario se enredaban en las hebras de su cabello haciendo que una corriente agradable lo recorriera de pies a cabeza erizando cada poro de su piel mientras una fotografía era tomada, pero eso no era suficiente, necesitaba mover sus labios apoderándose de los ajenos mientras deslizaba su lengua en aquella bendita boca, pero debía esperar, en algún momento tendrían que grabar un vídeo, lo sabía perfectamente, y esperaba ese momento cada día con ansiedad y anhelo.

Cuando Niall le había enviado su calendario del mes, no había podido evitar el grito de felicidad que salió de su boca como un niño cuyos padres le habían dado el regalo de sus sueños, su vida se sentía más brillante y alegre luego desde ese día, incluso mientras Louis lo llamaba hijo de perra y él le devolvía un insulto peor, daba exactamente igual, ya no sería solo un sueño, ahora podría besarlo hasta la saciedad como tanto había querido, podía tocar su piel desnuda y hacerlo suyo de mil formas distintas.

Accidente Angelical // Larry StylinsonWhere stories live. Discover now