¿Trato? © (Saga Family Jackson)

Capitulo 2

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Sharon
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Estoy preocupada, la deuda de la granja de mis padres creció demasiado. Ya no alcanza con lo que les mando cada semana. No se que hacer, no estaría dispuesta a que mis padres se queden sin la casa con la que tanto tiempo y empeño mantuvieron a flote. He decidido ver lo de un préstamo para pagar al banco pero Rod no quiere que lo haga; mi hermano y yo tratamos de apoyar a nuestros padres, yo mando más que él y no se lo hecho en cara, pues mi hermano tiene una familia en quien pensar y por ello algunas veces llegamos a discutir. Sólo un poco.

La Señora Williams me dijo que si necesitaba dinero ella me lo prestaba, que solo me lo iría descontando cada semana, cosa que no quiero. Eso sería una descompensación muy grave.

Estoy a punto de terminar mi turno en la cafetería, cuando el tipo de hace dos semanas,  aquel que acompañaba al afroamericano, entra a la cafetería. Nunca olvido los rostros. Busca con la mirada y asiente cuando me ve, camina hasta a mi y siento nervios al cruzar mirada con él.

Respira.

Me recuerdo mentalmente, sonríe y le regreso la sonrisa por cortesía.

— Buenos Días ¿En que le puedo ayudar? — pregunto.

— Quisiera hablar con usted un momento, claro si tiene tiempo  — ¿Qué querrá? Cómo mi curiosidad es tanta decido que quizás podría escucharle.

¿Que sería lo peor?

— Mi turno ya acabo. Espere en aquella mesa, salgo en seguida.

El tipo asiente y salgo a los vestidores para cambiarme y tomar mis cosas para la escuela. Jeans azules, blusa amarilla y mis tenis azules, es mi look de hoy junto con mi abrigo azul marino.

Tomo mi abrigo y mi mochila y salgo, lo veo sentado en donde le dije y camino a su dirección, respiro y le toco el hombro.

—Disculpe la tardanza — Me inspecciona completa. Eso me molesta — Ahora ¿Para que soy buena? — dejo mis cosas sobre otra silla.

— ¿Hace mucho que trabaja aquí? — mira el lugar.

— Algún tiempo — respondo confundida.

— Es muy bonito y huele bien — señala.

— Sí, se acostumbra a oler el café — me encojo de hombros.

— Sí ...  — susurra — Antes de contarle, ¿Cual es su nombre? — junta las manos y parece muy serio.

Que tipo tan raro.

— Sharon Becket —  asiente.

— Señorita Becket, lo que tengo que decirle es muy fácil, quiero plantearle una proposición — asiento — ¿Quiere casarse conmigo? — abro los ojos como platos.

¡¿Que?!

— ¡¿Esta loco?! — pregunto consternada, me levanto y tomo mis cosas — ¡Esta mal de la cabeza, Señor! —  respondo y salgo de la cafetería a toda prisa.

Ni siquiera me conoce ¿y me pide eso?. Me coloco mi abrigo mientras camino al subterráneo. ¡? Quién en su sano juicio lo hace?!

— Señorita Becket, déjeme explicarle — dice a mis espaldas.

¿Como llegó tan rápido hasta a mi?

— ¿Que me va a explicar? — espeto enojada. ¡No soy un maldito juego!

— Esto será un trato, no algo real y le aseguró que a los dos nos convendrá — dice parándose en frente mío.

— ¿Trato? — pregunto confundida. Me paro en seco. Lo miro y con valentía le contestó —:  Con todo respeto, Señor...?— pregunto al no saber su nombre.

— Jackson, Samuel Jackson — no sonríe.

— Señor Jackson, jamás en mi vida le había visto hasta hace dos semanas. En primer lugar; No lo conozco ni me conoce y antes de hoy usted ni yo sabíamos el nombre de cada uno de nosotros — me mira serio y enojado — Y Segundo; No creo que pueda existir un convenio entre nosotros — un Audi S-3 blanco, se para a la par de la calle y de nosotros.

— Tiene razón, disculpe las molestias — espeta frío ya no con la forma amigable de la cafetería —  De todas maneras ... — saca algo de su bolsillo de su americana diplomática — Está es mi tarjeta, se la dejo por si cambia de opinión — la tomo — Buenos días, Señorita Becket — se despide con asentimiento y un tipo algo grande y con porte militar sale del coche y le abre la puerta, él sube y el auto desaparece como si de arte de magia se tratase.

Mi vista solo se concentra en la tarjeta que tengo entre mis dedos, soy muy curiosa y preguntas asaltan mi mente: ¿Para que? ¿Por que yo? ¿Que tipo de "Trato"? ¿Su esposa?. Sacudo un poco mi cabeza y guardo la tarjeta en algún bolsillo de mis pantalones, tomo aire y sigo mi camino.

~*~

Las 3:56 de la madrugada y no logro pegar un ojo, no he podido dejar de pensar en lo que aquel señor de la cafetería me propuso.
¿Y si se trata de dinero? Eso vendría bien ahora con lo de la deuda de mis padres, ¿Pero y si es algo que dañaría mi dignidad? Ya me han dañado muchas veces y me gustaría conservar lo que me queda. Tengo miedo pero también curiosidad, pero como dirían; "La curiosidad mato al gato" y eso seria realmente malo.

Decido tomar el dichoso té de hierbas que mi madre me hacía, es algo relajante y se que me hará dormir enseguida. Pero antes de dejarme caer en un profundo sueño quiero y pretendo saber a que propuesta quiere llegar Samuel Jackson.

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Samuel
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¡Maldita sea!
¡Esto no salio de acuerdo al plan!

No se que rayos hacer, la chica no aceptó y eso me enojó. Y para variar mi padre me esta presionando con ese asunto, le he dicho que estoy saliendo con alguien con la esperanza de que Sharon Becket venga y hablemos de ese asunto.

La he investigado y se que viene de un pequeño pueblo de Lawton (Oklahoma). Sus padres tienen una granja, la cual esta embargada debido a la falta de pago, su hermano Roderick Becket es agente de ventas en una consecionaría para autos y tiene una esposa e hijos. También supe lo de sus gastos de universidad, es una chica inteligente, tanto que obtuvo una beca en la universidad de Quentingtong III.

Sé que eso esta mal pero necesito estudiarla más a fondo, como lo hago con las empresas que compro y vendo, aunque con ella no haré lo mismo pero de esta manera le puedo convencer llegando a lo que ella más necesita: Dinero y lo que más quiere: Su Familia. Jugare sucio y Steven me lo advierte a cada momento, pero si no lo hago mi estimado primo acabara con lo que tanto ha trabajado mi familia.

Y no se lo permitiré.

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