Encuentro del amor ©

Capítulo 9-Lucy

Jake

Abro lentamente los ojos y lo primero que recibo es un fuerte dolor de cabeza, siento que va a explotar, me levanto lentamente y me sorprendo que este desnudo, que ocurrió, la disco, Miley, bebí un montón anoche, no logro recordar con este dolor intenso que tengo en la cabeza pero todo empeora cuando mi celular comienza a sonar.

Veo la pantalla y es mi padre, no hemos hablado desde que se fue hace como 5 días.

—Hijo ¿Cómo estás?

—Para ser sincero me encuentro mal, algo me cayó mal —digo mientras camino hacia la sala de estar.

—Lo mejor es que vayas al médico.

—No, que va, me voy a preparar un té ¿Cómo está todo allá?

—Bien, sólo te llamo para decirte que mañana inicias a tu trabajo, tengo varios clientes que necesitan de ti, así que no me des problemas, adiós —y cuelga la llamada.

Miré mi celular por un momento, papá sólo llama para negocios, di un enorme suspiro, la verdad no me recuerdo mucho de lo que ha pasado ayer, a ver, Miley vino, hablamos, luego fuimos a la disco, ella pidió unas bebidas explosivas, luego me invitó a bailar, me dio una pastilla y bailamos.

Sólo eso recuerdo pero...

—¿Cómo llegué en esta situación? —digo mirándome.

¿Acaso yo me acosté con Miley? Quizás los dos estábamos lo suficientemente ebrios como para no darnos cuenta de lo que hacíamos.

Mi dolor de cabeza aumentó cuando sonó el timbre de la casa.

—¡Ahora voy! —digo corriendo a mi habitación.

Tomé unos pantalones y me lo puse lo más rápido posible, luego salí de la habitación y me dirige a abrir la puerta, para mi sorpresa era Lucy, quien llevaba una caja envuelta con un papel blanco y estaba amarrada con una cinta roja.

—Hola, hermano mayor, te he traído un obsequio, de bienvenida a tu nuevo apartamento y de tu recuperación —dice con una sonrisa.

—Lucy, que sorpresa, muchas gracias, no debiste gastar tu dinero en mi, yo trabajo pero tu no —digo dando espacio para que entre.

—Ya sabes, me gusta dar regalos para que me lo devuelvan en un futuro —me guiña el ojo.

—Lo sabía

—Sé lo que me conviene

Tomo el obsequio y lo abro y lo que me encuentro es con un hermoso retrato de Lucy y yo, es hermoso.

—Ya que soy tu única consentida debo de tener un puesto hermoso en este apartamento con una foto de nosotros dos ¿No crees?

—Claro que si, lo pondré aquí —me dirige a la sala de estar y puse la foto en un estante.

—Te ves pésimo, ¿Fuiste de fiesta? Sabes que necesitas estar en descanso, tu médico lo ha dicho como papá también.

—No soy ningún bebé, sólo fue una salida con Miley.

—Wow se me olvidó que ella estaba por aquí —dice sentándose en el sofá.

—Déjame ducharme y salimos a dar una vuelta por la ciudad.

—Bien, me gusta la idea.

Miley

—Eres una idiota —dice dándome una cachetada —¡Una maldita drogadicta! —grita