Encuentro del amor ©

Capítulo 16- ¡Ayuda!

Jake

Miraba fijamente donde me encontraba, diablos ¿Qué hago aquí? Pues me encontraba en el apartamento de Jennifer, toqué la puerta deseando que no estuviera nadie pero para mi puta suerte...

—Jake ¿Qué haces aquí tan temprano? —dice mi hermana quien estaba despeinada y con su pijama de osos.

Hay cosas que nunca cambian a pesar de los años.

—Pues vengo a decirte algo, sé que no tengo el derecho porque te he tratado muy mal durante estos meses pero no...

—No te agrada Bod —sonrió—Jake, puedes odiarme o no pero siempre me vas a proteger, siempre has sido celoso.

—Ese tipo...

—Ese tipo es agradable —dice echándose a un lado —Ven, pasa, te invito un té.

—Tú y tu té —entro sonriendo.

—¿Entonces es un hecho que llevarás a Miley a Chicago contigo?

—Sí, ya hemos hablado sobre eso, también le pregunté a Samantha y ella no tiene ningún problema con eso.

—Entonces... Tú y Miley son novios—dice con una sonrisa—Ten cuidado.

—No te preocupes, no hay nada de qué preocuparse —sonrío.

Miley

Miraba fijamente aquel pedazo de papel, maldición, Miley, metiste la pata.

—Diablos —dije tomando el papel que confirmaba mis sospechas.

Sabía que esos mareos no eran por arte de magia y que tuviera un retraso de 2 meses no era normal, pues aquí estoy, embarazada de Jake Robertson.

No podía creerlo, aquella vez que los dos estuvimos juntos en su oficina, ese debió ser el deslizamiento que tuvimos, no quiero saber cómo se lo tomará, no, no se lo diré, simplemente no puedo.

Llevé aquel papel al bote de basura y lo tiré allí.

—Por ahora nadie puede saber de esto—me digo a mi misma.

Era una locura ocultar semejante cosa pero no puedo decírselo, Jake está tan emocionado con los proyectos que vienen que decirle que estoy embarazada sería como pedirle que dejara todo.

Y así lo llegué a ocultar, un mes y no le he dicho nada, ser novia de Jake me ha dado mis ventajas, pues ahora el chofer de la familia Robertson viene por mí, es lindo saber que ellos se preocupan por mí. También llevo muchos meses sin tener una recaída, Jake no me lo permite nunca.

Entro a la oficina de Jake y lo miro con una sonrisa, él levantó su mirada y sonrió aún más.

—Miren nada más a quien tenemos aquí—dice acercándose a mí —A la mujer más linda de todas.

—Gracias, gracias —digo abrazándolo.

—¿Sabes si ya llegaron mis documentos?

—No, pero voy ahora mismo a la recepción a ver si llegaron—digo poniendo mi bolso en el escritorio de Jake.

—Bien, en dos días es el viaje, espero que ya tengas tus cosas en orden—dice mirando mi bolso.

—Ya está todo en orden—salgo de la oficina.

Jake era un hombre maravilloso, era un hombre perfecto, pero sin embargo no siento... sacudo mi cabeza para desviar lo que iba a pensar.

Llego a la entrada en búsqueda de los documentos, pero una chica se detiene delante de mí.