021. 602A.

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[Taehyung]

Una lluvia torrencial estaba cubriendo toda la ciudad de Seúl, el frío dominaba su aire, y el viento corría velozmente gozando su libertad.

Después de haber sentido como la mano de Hoseok se alejaba de la mía, no pude retener más aquellas palabras que venían taladrando mi cabeza desde la llamada que había recibido, el dolor del pecho que crecía con cada metro que recorríamos los dos dentro de ese taxi, me era insoportable.

Desvíe mi mirada hacia las tiendas que pasábamos rápidamente, intentando pensar que estaba en otro lugar, y no ahí, no con él. Dentro de ese auto. 

Deseaba con todas mis fuerzas poder hablar libremente con él, pero no era el lugar ni el momento, los ojos del taxista nos observaban a ambos con una curiosidad groseramente descarada.

Hoseok suspiró junto de mí y volvió a reposar su cabeza sobre el cristal de la ventana del automóvil.

Dos extraños en un coche, rumbo al lugar en donde se pondrían las cartas de la mesa, sobre nosotros dos, sobre el futuro, ¿uno que compartiríamos o donde solo seríamos espectadores?.

Esa noche iba a decirle todo.

No más mentiras.

Solo él y yo.

Quince minutos después llegamos a la tercera calle de aquel pequeño distrito a la salida del centro de Seúl, donde la lluvia cubría todo a su alrededor y evitaba la visibilidad a varios metros de distancia.

- Llegamos. – dijo el taxista con un tono cansado, al final el show se había acabado para él, no más drama.

- Gracias. – respondí entregándole el dinero que marcaba la maquina de enfrente. – El resto es para usted.

Salimos del taxi rápidamente, escuchando como se alejaba de nosotros. Ahí estábamos los dos, ignorando la lluvia que nos empapaba, frente a la gran puerta color verde con el número 602A sobre ella.

Por fin hemos llegado.

Voltee a ver a Hoseok, quien mantenía los ojos puestos sobre la gran puerta, sobre su piel lisa resbalaban las gotas de lluvia, bajando de sus mejillas hasta su cuello, su cabello mojado y alborotado empezaba a ser del mismo tono que la noche.  Él para mí parecía ser parte de la lluvia, helando y cubriendo cada parte de mi ser, haciendo huracanes en mí pecho cada vez que se acercaba. 

- ¿D-Donde estamos? – me preguntó sin despegar los ojos de la puerta.

Ignorando su pregunta caminé hasta ella, teniendo ya la llave lista para abrirla en su totalidad. Regresé mi vista hasta Hoseok y le ofrecí mi mano, dudando un poco, pero al final tomándola y entrando conmigo hacia nuestro lugar por esta noche. 

La pequeña casa lucía ya sus interiores, con paredes en tonos bajos y cálidos, sus pisos encerados y relucientes, la poca luz que provenía del pequeño parque de la parte de atrás nos envolvió en su aura, haciéndome sentir en más calma, cómo si el mundo se hubiera quedado atrás de la puerta.

La belleza del lugar me había cautivado desde la primera vez que la vi en aquella página de internet, y a la primera persona que pensé en enseñársela ese día fue, extrañamente, a Hoseok. Quería compartir todo con él, no solo en el pasado. 

Quería compartir con él todo sobre mi pasado, presente y futuro.

No me veía con nadie más salvo él. 

- ¿A qué me trajiste, Taehyung? – Los ojos de Hoseok se posaron en mí por primera vez desde que entramos a la casa, interrumpiendo mis pensamientos. 

- Quería hablar contigo en completa privacidad. – le confesé, sin nadie, la privacidad en el departamento no existía, y ambos lo sabíamos. 

Baje mi mirada nerviosamente hacia mis manos que temblaban el sentimiento de sus ojos sobre mí, después de unos segundos en completo silencio sentí el cuerpo de Hoseok acercarse, dando como respuesta que todos mis nervios despertaran y el temblor de mis manos aumentara. 

Aun con la vista sobre mis manos observé sus manos envolver las mías, mientras ligeramente frotaba una y otra, delicadamente, produciendo un poco de calor en mí, aunque en realidad también conllevaba un sin fin emociones.

Alcé mi vista al mismo tiempo que él lo hacía. La extraña conexión seguía presente entre nosotros, aún después de todo lo que había hecho, de todos los errores que había cometido, aquello que nos conectaba aún se podía sentir sobre el aire que nos rodeaba.

- Será mejor que nos sequemos un poco antes de hablar... - dijo Hoseok con un tono maternal. - ¿Este lugar tiene un baño que podamos ocupar?.

- S-Sí, en... el segundo piso. – afirmé. Nervioso porque la distancia entre los dos se iba haciendo cada vez más corta.

- Mhm. – sus manos habían dejado de moverse sobre las mías, baje mi mirada nuevamente, viendo como los dedos de Hoseok se entrelazaban con los míos, encajando perfectamente. -Vamos entonces... - sonrió tímidamente, derritiendo mi corazón mientras nos jalaba ambos hacia ¿la puerta trasera?. – pero antes...

Dejé que su mano nos llevara hacia el pequeño parque, este se encontraba desnudo sobre la lluvia y rodeado de escasa luz amarilla. Corrió conmigo por detrás, hasta llegar a la maleza de los árboles, los cuáles nos  escondían de las ventanas de las casas contiguas. 

Se detuvo en seco haciéndome chocar contra su espalda.

- Auch... - froté mi frente en un tono un poco inocente. 

Escuché como su respiración se agitaba por la pequeña carrera que habíamos terminado, alcé mi mirada hacía él, notando como las gotas de lluvia volvían a recorrer su cuerpo.

- Lo he estado pensando, Taehyung. – habló Hoseok aun con la mirada hacia el frente, me quede estático al escuchar mi nombre salir de sus labios, solo podía observar el subir y bajar de sus hombros frente a mí. – Creo... creo saber porque me trajiste hoy aquí. – suspiró y sonrió tristemente- Creo que te conozco demasiado bien, tal vez mejor que a mí mismo... y-yo... yo puedo notar muchas cosas de ti aunque no lo creas, cada detalle que tienes me lo sé de memoria... - alzó su vista hacia el cielo, dejando su cara desnuda hacia las grandes gotas de lluvia que chocaban sobre su piel - así que estoy casi seguro de una cosa, si yo te hubiera dejado hablar antes, probablemente en este momento yo estaría más roto de lo que ya estoy, y tú... Maldita sea, Taehyung, tú estuvieras saliendo de esta casa, dejándome atrás. – tragó saliva y continúo- pero... - dio la vuelta para ponerse frente a frente a mí. La mirada de Hoseok me atravesó. – pero yo no puedo dejarte hacer eso, no te voy a permitir salir de aquí solo, no me importa que hayas hecho, con quien hayas estado, me importa un bledo.

- H-Hobi-hyung...- comencé pero no me dejó continuar. 

- Hoy en el taxi me di cuenta de dos cosas, la primera es que probablemente he encontrado a la persona más importante para mí, y la segunda es que no planeo compartirla... con nadie.

Con la mano que mantenía nuestros dedos entrelazados jalo de mí, parándose un momento para vernos a los ojos, podía sentir el latir frenético de su corazón, sabía que el sentía el mio, mi respiración me fue arrebatada cuando tomó mi cuello juntando nuestros rostros y fundiéndonos  en un beso sin objeción. 

Me podría arrepentir toda la vida, implorándole el perdón por una tontería, pero el jamás había sido así, al final, era Hoseok, la persona más buena y bondadosa que había tenido el placer de conocer, la persona que siempre había cuidado de mí.

La persona que me amaba con todo su corazón. 




BOY MEETS WHAT.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora