Julia [Terminada] (CORRIGIENDO)

1°

Julia

Mis ojos se despegan cansados a causa del horrible sonido del despertador. Parece que mis sábanas estén pegadas a mi cuerpo porque me es imposible moverme. Hago un esfuerzo casi inhumano y me levanto de la cama desperezándome. Mis manos se apoyan en el colchón y mis ojos viajan por la habitación buscando algo de ayuda. ¿Qué podría usar hoy como excusa? Parece que se me han acabado las ideas. Bostezo y me dirijo al baño para darme un buena ducha antes de volver a esta asquerosa monotonía.

Cuando bajo, mis padres ya están desayunando. Miro la deliciosa mesa llena de platos con tortitas, batidos de dulces sabores y galletas de diferentes tipos. Mi mente no para de babear mientras cojo una manzana del frigorífico y le obligo a mi organismo a aceptar lo que acabo de meterme a la boca. Les doy un beso rápido a mis padres y decido marcharme antes de que vengan a derribarme con alguna de sus preguntas.

Me resulta raro que no lo hayan hecho.  Quisiera hablar con ellos más a menudo, pero nuestra relación es como "mejor saber poco que no saber nada", y a veces, lo prefiero.

Gracias a mis auriculares y Coldplay a todo volumen, ni siquiera me doy cuenta de lo rápido que he llegado al autobús. Prefiero dejar la música puesta e ir directa a mi asiento de siempre. No tengo ganas de escuchar aquellos malditos insultos, bastante tengo con tener que ver sus estúpidas caras todos los días.

(...)

Abro mi taquilla dejando caer cientos de recortes con algo escrito que ni me molesto en leer. Dejo mis libros sin preocuparme de recoger algunos de los papeles y cierro el casillero para dirigirme a mi primera clase.

El aula esta vacía. El silencio calma mis entrañas, antes revueltas en el autobús, y me siento en uno de los asientos del final, junto a la ventana. Cuando me siento, miro hacia fuera, disfrutando de la maravillosa brisa que me brinda este pequeño rinconcito todas las mañanas. Acomodo mi cabeza sobre mis brazos cruzados y cierro mis párpados por un segundo. Es como si no hubiera dormido en semanas. El solo estar aquí despierta cada día me provoca más cansancio que cualquier cosa que haya hecho en toda mi vida.

Cada vez mi respiración se vuelve más larga y pesada hasta tal punto de perderme en un corto pero profundo sueño.

James

Me despido de Lizza, ya cansado de sus estúpidas historias que parecen no tener fin, y camino a paso calmado hacia la primera clase. Parece que la mayoría de los estudiantes no tienen prisa en entrar, al contrario que yo. La oportunidad de estar en un instituto no se me había presentado hasta hace 2 años, cuando mis padres decidieron por fin asentarse en una casa y dejar de viajar por un tiempo.

Suponiendo que estaba solo, entro en clase casi lanzándome a mi pupitre y descuelgo la mochila de mi espalda.

Mis ojos se desvían a mi izquierda y casi toco el techo del susto al ver que no estaba solo. Una chica de cabello largo y de tez blanca se encuentra acostada en una de las mesas del aula. Sus enorme ojos están cerrados y su pelo negro cual carbón se ondea por encima de sus hombros. Cientos de lunares marcan un caminito desde su rostro hasta su cuello, y bajando, repartidos por todos lados. Tiene unos labios rosados, ni muy finos ni muy gordos, con una adorable forma de corazón. No lleva maquillaje alguno en su cara pero, lo aseguro, no le hace falta. Camino lentamente hacia ella, rezando para que no se despierte y el viento sopla de nuevo, dejando que entre el aroma de la chica en mis fosas nasales. No es cualquier colonia, de hecho no creo que sea ninguna. Es un olor suave y delicado, pero tan puro y natural que solo lo puede transmitir su propia piel. El timbre suena de pronto y vuelo lejos de ella antes de que el aula empiece a llenarse. Todos van ocupando sus sitios y ella parece despertar poco a poco. Sus ojos se abren a la par que los míos, pues nunca había visto un color verde tan cegador como el que porta ella en su mirada. Me mira.  Me pilla mirando. Y agachamos la cabeza terminando con nuestro primer contacto visual.

Gracias por leer💖