Capítulo 46: Dormida

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Zenda no estaba tan contenta porque no fue ella la que mato al siervo que dijo que era suyo. Cuando arranco la flecha del siervo moribundo puedo saber Daryl le había disparado a su preciado siervo.

-Pensé que nunca llegarías – dijo Daryl desde atrás –, por eso le dispare.

- ¿Qué parte de "es mío" no captaste? – le pregunto Zenda con las manos en la cintura.

- Revisare tu estúpido siervo – respondió sin responder a la pregunta.

Daryl camino unos pasos hacía el siervo de color café claro y se arrodillo para examinarlo. Según él y su leve experiencia con siervos estaba sacando la conclusión de que estaba en bueno estado, o sea no fue mordido por ningún asqueroso caminante.

-Es gordo, como T-Dog – bromeo Daryl sin reírse de su propio "chiste".

Escucho como alguien pateaba las hojas secas tras suyo con desesperación. Daryl volteo con la ballesta en mano y vio como un hombre moreno sostenía a Zenda del cuello. Ella pateaba y forcejeaba para salir de ese agarre, pero cada forcejeo era un dolor insecable; estaba perdiendo el aire.

-¡Suéltame! – exclamo Zenda con la voz entre cortada.

-Denme todo – ordeno el hombre moreno – ¡La mató!

- Dudo que quieras hacer eso. . – dijo Daryl con tranquilidad.

- ¡Cállate! – grito.

Daryl miro a Zenda. Tenía los ojos lagrimosos y ya no peleaba con fuerza. De repente las manos con las que ella trataba de liberarse se soltaron y sus piernas habían dejado de moverse; Daryl supuso que se había desmayado, ojala.

No iba a dejar que ese hombre siga ahogándola.

Daryl apunto con su ballesta al hombre.

-Suéltala – le ordeno Daryl sereno.

- Sus cosas.

- Has colmado mi paciencia – dijo Daryl.

Daryl se acercó y le disparo sin titubear en el brazo, pero solo le rozo haciendo que el hombre grite y suelte a Zenda de su agarre que la estaba matando, ella cayó desmayada al suelo; cuando Daryl la miro y confirmo que estaba bien continuo mirando al hombre que lo maldecía por lo ocurrido y esté con voz burlona le dijo:

-No debes maldecir así a un Dixon, ¿tú madre no te lo enseño?

Y sin más le disparo en el pie, tres dedos del hombre desaparecieron. El moreno se hecho al piso y con ambas de sus manos agarraba su pie.

-Deja de gritar – le ordenó Daryl que se estaba irritando – o te meto una flecha en el trasero.

Daryl miro al siervo y esté estaba tirado en la misma posición donde había caído moribundo.

Luego sintió como las hojas secas crujían rápidamente cada vez más alejados de él. Al mirar diviso al hombre corriendo con rengueo hacía el bosque. Daryl tenía que pensar bien lo que haría sí quedarse con el siervo y con Zenda o ir a por ese malhechor que casi mataba a su mocosita. Balbuceo algo por lo bajo; agarro el rifle que era de Dale, apunto al moreno y disparo. Un pequeño grito a lo lejos le aseguro que había dado en el blanco o al menos no iba a sobrevivir mucho sin tres dedos del pie y con alguna parte del cuerpo agujereada perdiendo sangre.

Volteo a ver al siervo de nuevo y un caminante se acercaba arrastrándose hacía él.

-No, no otra vez – comento Daryl y le disparo.

Se arrodillo junto a Zenda y cogió su mano. Le colocó los dos dedos que le siguen al pulgar en la muñeca e hizo una leve mueca al encontrar su pulso.

Se sentó contra el tronco del árbol y arrastro con cuidado a Zenda, hasta tenerla en su regazo. Le saco la gorra que era de Shane y acarició su pelo como nunca lo había hecho.

Solo porque estaba dormida, luego nunca más.

Discordia (Fanfic Daryl Dixon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora