Capitulo 8

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–puede ser, hablaste sin pelos en la lengua, dijiste todo sin siquiera pensarlo, así que seré sincera también, como estas segura que es de mi hijo. Como ya dijiste no eran pareja solo pasaron el rato juntos tu pudiste estar con cualquier otro también. En este mundo allí que ser precavidas de que una situación como esta pase. Existen mucha Chicas tratando de quedar embarazadas para acceder al dinero de la familia Hale.

La mire sorprendida, al fondo solo escuche a Dante, decir— ma—pero luego no dijo nada mas—mire señora Hale

–Llámame Diana—me interrumpió

–bien, Diana, durante el pequeño acuerdo que hicimos acordamos no acostarnos con nadie más, no es como que yo tuviera una gran vida social y sexual como la de su hijo. Pero lo decidimos así, si él quiere dejar hijos por el mundo es el, pero yo estoy segura de lo que estoy diciendo, por mi parte sugeriría que hiciéramos una prueba de paternidad, pero como le dije a Dante el día de ayer que fue a buscarme le dije que daré a este bebé en adopción, no hay necesidad de que hagamos la prueba ¿no cree? De todas maneras si cree o no que este bebé sea su hijo ya no importa—dije en tono calmado, bastante para las emociones que bullían dentro de mí.

– ¿qué? ¿Lo darás en adopción sin la opinión de mi hijo?

–usted misma lo dijo, no está segura de que sea su bebé, así que no tengo porque pedirle su opinión, el día que le dije que estaba embarazada el me corrió de su oficina, ni siquiera quiso saber que haría yo con el bebé, dijo que era mi responsabilidad y que hiciera lo que quisiera con él y nuestro acuerdo había terminado. Después de ese incidente renuncie y solo me quede con el trabajo que he tenido durante 5 años. Debo de agregar que él envió con sus abogados una carta de renuncia a su paternidad y un acuerdo de confidencialidad en la cual establecía que yo no divulgaría quien era el padre a cambio den una compensación económica, bastante sustanciosa, no acepte el dinero tengo dinero de sobra para que nunca nos falte nada, pero con esa carta y el acuerdo al fin comprendí que él no quería a este bebe en su vida así que firme el acuerdo.

– entonces porque tomaste ese trabajo, solo podría ser con un fin, déjame decirte que no eres el tipo de chica con la que acostumbro a ver a mi hijo.

Sonreí—tome el trabajo de medio tiempo como mensajera porque un poco de dinero no me vendría mal, mi en mi trabajo fijo suelo hacerlo des de casa, había días en los que me aburría. Ustedes tendían surte de tener como nuera, las mujeres con la que usted está acostumbrada a ver a su hijo no me llegan a los talones, en apariencia ellas sobresalen con su belleza, la mayoría solo quieren la cartera y lo que usted insinuó que yo hice—aun sosteniendo la mirada con la madre de Dante— No me interesa lo que crean de mí.

Diana puso su atención en su hijo, el al igual que su padre no dijeron ni una palabra desde que entramos al restaurante.

Después de aquella declaraciones nadie se atrevió a decir nada, me levante dispuesta a irme, pero Dante lo impidió terminamos de comer, sus padres se despidieron de nosotros, y disculpándose de su hijo tan estúpido que tenía, nadie podía pelear nada e incluso después de que quede atrapada con Dante en su auto de regreso a mi departamento, él no podía opinar la carta ya se había incluido e el expediente de la adopción y con el acuerdo que me hizo firmar ya no había por donde el pudiera avanzar, aun que trato de llegar a un acuerdo y  que él se quedara con el niño me negué, los futuros padres de este bebé serian todo lo que uno puede imaginar, no eran extraños, aun el logro algo, le escribiría una carta la cual tendré que leer primero yo para que más adelante le dieran esa carta a su hijo explicándole por qué no se había quedado con él.

Sin nombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora