Cupido... ¡En persona!

Cuando lo conocí

Me fui corriendo con lágrimas en los ojos porque me sentía horrible por lo que había pasado, le di 3 años míos, y al final solo me traiciona con mi supuesta "mejor amiga", me aleje de casi todo el mundo por una semana, deje mi vida social de lado y obviamente, termine con Eth... Ese chico al que tanto repugno le tengo, tampoco volví a hablar con Charlotte, y básicamente me volví una chica asocial que se encerró en su pequeño mundo, un mundo de donde nadie, absolutamente nadie me sacaría, desde entonces no volví a ser la misma, tampoco tuve de nuevo una sonrisa.

Hablando de otro tema que no soy yo y mi trágica historia de amor, aunque no me lo crean, más allá de este mundo existe un ser místico, del cual probablemente también lo conozcan, pues bien, él es Cupido un ser de otro mundo, al final del día Cupido no es tan diferente a nosotros, ya que él también come, además de eso también duerme como nosotros los humanos, la única diferencia es que él no puede sentir amor, un día mientras hacía su trabajo de enamorar a las personas pensó en voz alta:

—Como me gustaría ser una persona de verdad y poder enamorarme, ¡vaya lástima!

En la noche mientras Cupido dormía una voz de poder le dijo a Cupido:

—He escuchado tu deseo hoy es una petición interesante, por eso la voy a hacer realidad, solo tienes 3 meses para enamorarte de verdad con la condición de que esa persona también se enamore de ti, te daré todo, la casa, las comida, el vestuario y demás, esto es gracias a lo duro que has trabajado, te dejare quedarte en la tierra por este tiempo, si hay amor mutuo tú decides si quedarte o no pero si no es así regresas a tu labor hasta que cumplas 30 años porque a esa edad es que se reemplazan los Cupidos, como ya sabes a ti te faltan 14 años ya que tienes 16 en el mundo humano, suerte para encontrar tu amor.

Y como se trata de magia, automáticamente Cupido se mudó a una casa humana, allí, en mi vecindario. De ahora en adelante el chico de 16 años se llamaría Oliver, en lugar de Cupido. En una de las mesas dentro de aquella enorme casa para un chico tan joven, apareció varios papeles: de ahora en adelante, Oliver tendría que estudiar como cualquier chico normal de su edad. Por último y claramente menos importante, Frente a la casa apareció lo que sería el nuevo auto del chico, un mercedes slr mclaren.

Ésta es la historia de cómo un chico tan apuesto como lo eso Oliver comenzó a estudiar en mi instituto, y no sólo eso, de aquí en adelante, sería mi vecino, no sólo eso, también estaría conmigo en casi todas las clases ya que él estaba en mí mismo grado.

Uff... Cuántas casualidades.

Recuerdo también que cuando él entró a la clase la profesora le dijo: "sienta te al lado de Emily" el chico de ojos verdes no tardó en obedecer a la profesora sentándose a mi lado que estaba a mi lado.

Sentí como que todas las miradas estaban sobre él, así mire a mi alrededor y noté que todas las chicas lo estaban mirando tipo "eso hace mi Diosito cuando está feliz", mientras yo estaba tipo: "todo suyo chicas, la que primero se lo gane", admito que era lindo pero la belleza solo es superficial solo porque es de ojos verdes y cabello castaño, alto y hasta amigable, no significa que sea perfecto o algo así, de todas maneras no le dirigiría la palabra si no me la dirigía a mí primero, no es por ser orgullosa o algo así, sino que sabía que si le hablaba sin que antes él me hablara probablemente me echaría a casi todas las chicas del instituto de enemigas

Ese mismo día, a esa misma hora la maestra nos dijo: "den le la bienvenida a Oliver un estudiante que se acaba de mudar, hagan que se sienta como en casa", cuando la maestra termino la clase, noto que Oliver se acerca a mí, y me dice:

—Hola, Emily ¿cierto?

—Sí, Oliver ¿verdad? –le digo levantando una ceja, pero obviamente sin sonrisa alguna

—Claro, oye me preguntaba si ¿podrías enseñarme la escuela? –al parecer todas las chicas lo escucharon y cada una se ofreció a llevarlo, me aproveche un poco de la situación, pues la verdad no tenía muchos ánimos de caminar mucho.

—Parece que el nuevo entabla amistades rápido, creo que ya tienes quien te enseñé el colegio, nos vemos luego, Oliver –y me fui a mi casillero por mi cuaderno de inglés, mientras que las chicas se lo llevaban.