REGALOS PARA SAN VALENTIN.

6 De Febrero.

El día 6 de Febrero, salía para ir a comprar algunas cosas y alimentos para comer. Mis queridas amigas se auto invitarian a cenar y quería preparar una buena cena para las cuatro. Por el supermercado iba agarrando lo necesario. Estaba distraída escuchando música con los auriculares y no me di cuenta de que alguien me estaba hablando. Cuando quise darme cuenta, al fin, lo reconocí en seguida. Era el hermano de Alex, mi cuñado, Jordi. Me quité los auriculares sonriendole y pude oir lo que me decía.

—¿Qué haces por aquí? —"Preguntó"

—Nada importante, solo haciendo la compra de todas las semanas. A demás, hoy tengo compañía.

—¿Va mi hermano para estar contigo?

—No. Estarán mis amigas.

—Bien, bien.

Jordi se despidió de mí, y yo me dirigí a la caja con el carrito para pagar lo que había cogido. Antes de salir del supermercado con las bolsas de compra, me volví a poner los auriculares. En ellos sonaba la canción: Boum Boum Boum de Mika. Las letras en francés me fascinaban. Me encantaba el francés, y a demás, mi chico era de Francia.

No sabía el por qué, pero desde que salí de casa, me sentía como vigilada. Puede que sean manías mias, por todo eso del admirador secreto. Yo seguía andando por la calle. Menos mal que ya no estaba dentro del supermercado, siempre que iba de compras acababa mareada. De camino a casa, seguía escuchando mi música con mis auriculares, a los cuales les tenía un gran aprecio, ya que me los regaló Alex por mi cumpleaños. A la vez que oia la canción de Mika, iba cantando como si eso fuera un videoclip profesional. Seguramente la gente se me quedaría mirando con cara de extrañeza y pensarían: "Esa tía se cree Selena Gomez en el videoclip de Who Says".

Cerca de casa noté como alguien me quitaba el auricular derecho de la oreja.

—Cantas muy bien, mademoiselle.

Reconocí a Alex. Me dio un beso y los dos caminamos hasta la puerta de mi casa.

—Eva, ¿Qué es eso?

¡Cómo si yo lo supiera! Había otro regalo en el suelo. Lo cogí y lo abrí delante de Alex. Esta vez era un osito que llevaba un corazón en las manos cogido, donde se podía leer: "I love you". Alex me miró. Este osito también llevaba una notita pequeña. En ella había una frase escrita: "Espero poder conocer esa sonrisa en persona, de cerca, algún día". Mi novio se picó, cogió el osito y la notita y los tiró a la basura. Estaba celosillo...

En aquel momento llegó mi salvación. Llegaron las tres invitadas al mismo tiempo. Les conté a todas lo que acababa de pasar, ya que preguntaban por la cara de perro que tenía Alex. Comenzaron a reirse y a decirle a Alex que la envidia es muy mala para una pareja.
A las ocho y media, mi amorcito se tuvo que ir a su casa. Entonces, llegaba la noche de chicas.

—¿Sabéis quién rompió el retrovisor de la vecina? —"Dijo Érika"

—No. ¿Quién, quién?— "Preguntamos las otras casi a la misma vez"

—Pues fue Víctor. Que dice que le apetecía hacer una cosa así. Ya sabéis, siempre con sus tonterias de niño infantil.

—Qué pedazo de imbécil está hecho. —"Opiné yo"

—Pues sí, yo estoy de acuerdo contigo.— "Añadió Carla"

—¿Y tú qué? ¿Qué vas a hacer con el chico este de los regalos anónimos?— "Me preguntó Susana"

—Nada. ¿Qué quieres que le haga? No me interesa nadie, así que no le voy a hacer caso.

—Bien que haces mujer. —"Me entendió ella"

En ese momento tocaron a la puerta. Ya hacía un buen rato que habíamos cenado y estábamos cómodas hablando en el sofá. Nos miramos todas las unas a las otras  preguntandonos con la mirada. Como era mi casa, las tías no movieron ni un dedo, y efectivamente...me tocaba abrir a mí. ¿Quién sería a estas horas? ¿Alex? Nah lo dudo...Pero entonces, ¿Quién?

Me levanté y abrí la puerta para ver quien era, y así salir de dudas de una vez por todas. ¿La policia? ¿Qué hacía la policia tocando a mi puerta a las tantas de la noche?

—¿Eres la propietaria de aquel coche?

—Me temo que no, mi coche está en el garaje.

De lejos, uno de los compañeros del hombre policia que estaba delante de mí, le gritó.

—¡Este coche tiene otro propietario! ¡Está dentro de él, dice que ya se va!

El que estaba en mi puerta se giró otra vez cara a mí y se despidió.

—Disculpa las molestias.

Cuando volví dentro mis amigas me bombardearon con preguntas. Yo les informé de lo que había ocurrido. Como era de suponer, cualquiera de las tres diría lo que yo no quería escuchar. Esta vez fue Érika.

—Seguro que era ese admirador secreto tuyo.

Nos pusimos una película muy buena de miedo. La más asustadiza y cagada era yo. Nunca me han gustado del todo esta clase de películas. Cuando se hizo más de noche, mis amigas me preguntaron si se podían quedar a pasar toda la noche conmigo. Les dije que sí, dándoles permiso para adueñarse de mi propia casa. Aunque con el miedo que tenía por el que vigilaba mi casa desde el coche, y la película, me parecía una muy buena idea que se quedaran a hacerme compañia.

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Aquí os dejo la canción que he mencionado:

Un saludo.

-BOUM, BOUM, BOUM: