Capítulo XXII.

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Poco a poco la vida de Luhan vuelve a ser radiante y llena de colores, todo gracias a las visitas diarias de Kibum, Jongin, Chanyeol y, la más arrasadora para él, Sehun.

Como si relevantes cosas del pasado hubiesen sido enviadas al olvido, la relación entre él y Kibum ha estado estrechándose de a poco, no tanto como al mayor le gustaría, pero peor es nada. De cierto modo, una sensación cálida se instala en el pecho de ambos cada vez que Kibum le comenta que secretamente es fan de Girls Generation o simplemente le habla de cosas de las cuales Luhan es ignorante.

Con el par de mejores amigos las cosas son algo —muy— distintas, ya que, apenas la puerta de la habitación de Luhan se abre, un meloso hermano mayor corre hacia este e intenta darle mimos. Allí entra en acción Chanyeol, rodando los ojos antes de jalar a Jongin lejos y reñirle con que su hermano aún no se recupera del todo como para que literalmente se le eche encima.

Luhan se ríe como nunca por las payasadas de su hermano y se regodea con los cariños que Chanyeol le brinda mientras le comenta qué acontece en la academia, aunque omite cierta información tal y como lo es el ahora famoso periódico escolar.

Sin embargo, está claro que en algún momento las cosas deben ponerse tensas y es justamente cuando Sehun llega y, accidentalmente, presencia como los dos amigos se despiden del rubio, en específico Chanyeol, cuando se inclina y planta un tierno beso en la frente de Luhan.

Por su parte, Luhan está tan feliz con el cariño que recibe de sus hyungs que es incapaz de notar la mirada molesta de Sehun hacia la arrogante de Chanyeol cuando se topan en el umbral de la puerta, o el choque de hombros que pone de los nervios al indeciso de Jongin, quien no sabe exactamente qué está mal con su amigo para actuar así de tosco con el mayor.

Muy en el fondo comienza a sospechar, pero aleja las conclusiones que involucren una repentina duda en la orientación sexual de Chanyeol porque, bueno, su vida sexual no deja mucho a la imaginación.

Es cuando ellos se marchan que una neblina rosa llena la habitación, corazones voladores rodean el rostro del castaño y prácticamente el mundo deja de importar para Luhan, ya que Sehun le sonríe tan genuinamente que incluso debe apartar la mirada y concentrarse en soltar el aire que retiene de manera inconsciente en sus pulmones.

Quizás sea por el aumento del contacto entre ambos, los abrazos sorpresivos de parte del economista o sólo la despedida, cuando se inclina sobre él para dejar un fugaz beso sobre su mejilla, tal y como lo hizo el día del accidente.

En ese momento es cuando el menor olvida el gran regaño de su madre por video llamada una vez que se enteró de la situación o el recuerdo amargo de que quizás Irene sea la novia de su hyung, ya que al menos este no ha nombrado a la mujer bonita de los días que va a visitarle, cosa que agradece y a la vez le molesta.

«Sea su novia o no, tienen algo más allá de una amistad» intenta razonar su subconsciente, manteniendo sensato al pobre chico enamorado.

Dos semanas pasan y finalmente Jonghyun le da el alta a un muy hiperactivo Luhan, advirtiéndole que debe seguir guardando reposo y tomar sus pastillas en los horarios correspondientes por la semana siguiente, entonces podría volver a su rutina diaria sin mayores percances.

—Tienes prohibido comer chatarra y dulces, sólo comidas saludables y balanceadas —recalca el médico con seriedad—. Tus pastillas a la misma hora todos los días, nada de excepciones. Y ah, sí por cosas de la vida tus chicas deciden hacer un concierto, tienes rotundamente prohibido ir.

El rubio abre los ojos más de lo normal y hace un puchero.

— ¿Por qué?

— ¿Qué harás si te emocionas más de la cuenta y terminas de la misma manera que hace dos semanas?

Cute and pervert » hunhan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora