Capítulo XXVII.

11.4K 1.6K 1.3K
                                    


Las carcajadas de Luhan eran música para sus oídos y una medicina a su corazón al saber que él las provocaba, importándole poco hacer el ridículo en medio de la calle con tal de verle mantener esa máscara que había creado para taparse a sí mismo, para protegerse.

Fin de año se acercaba a pasos agigantados y con ello los últimos exámenes, ni hablar de la evaluación que les daría la oportunidad de optar por la universidad de sus sueños. Pero ellos no se preocupaban de eso, ya sea porque eran los dos mejores promedios de la academia y porque simplemente sabían que les iría bien en todo si seguían esforzándose.

Los dos se dirigieron a la casa del menor una vez llegaron a su vecindario, ya que Jongin había llamado la noche anterior a su amigo sonando demasiado contento, cosa que le pareció bastante sospechosa.

Gracias a Luhan se enteró que el moreno había estado saliendo todas las tardes y que llegaba a la hora de la cena con la mismísima sonrisa del gato de Cheshire, soltando bromas nada aburridas que demostraban su demasiado-muy-buen-humor. Y todos sabían que Jongin era el ser más quejumbroso y aburrido en la faz de la tierra.

Chanyeol siempre supo que Jongin era raro, pero su repentina bipolaridad o trastorno de personalidad le estaba comenzando a preocupar.

— ¿Sabías que hay rumores de un cercano comeback de Girls Generation? —platicaba emocionado el rubio, sin notar que al caminar su hombro se rozaba con el contrario— ¡Estoy tan emocionado! ¡Ya quiero ver a mis chicas volviendo a la cima!

Entre vagos asentimientos, el mayor tomó el pomo de la puerta y la giró, empujándola y moviéndose a un lado para que el chico hablador pasase.

— ¿Y sabes qué es lo mejor? ¡Harán conciertos y yo obviamente debo ir! ¿Qué clase de fan sería si n-

La pregunta queda al aire cuando otra persona aparece en la escena, una mirada fulminante y una sonrisa sínica dirigida especial y únicamente al rubio que yace inmovilizado en su lugar, viéndole con los ojos más que abiertos.

Al ver que Luhan corta abruptamente su pregunta, el castaño mira en la misma dirección que él y aprieta la mandíbula al ver a Minzy a los pies de la escalera, vistiendo una camisa de Jongin y dejando a la vista gran parte de sus piernas. Con fuerza cierra la puerta y rápidamente se acerca a Luhan, tomándole de los costados para apegarle a su pecho en señal de protección.

— ¿Qué mierda haces aquí?

La tensión es espontánea y el único que no se percata de ello es Luhan, quien ahora mira con expresión neutra a la contraria, incapaz de detener las claras deducciones del por qué ella está allí y vestida de esa manera.

— ¿Jonginnie no te dijo? —preguntó con falsa inocencia, cruzándose de brazos antes de esbozar una sonrisa engreída— Vaya, pensé que eras su mejor amigo.

— ¿Decirme qué?

—Volvimos —Luhan sintió el agarre del mayor hacerse cada vez más fuerte, haciéndole daño de alguna manera, pero estando demasiado perturbado como para sentir aquel dolor— y ahora no dejaré que nuestra relación se descuide tanto.

Unos pasos se escucharon desde el segundo piso y se detuvieron al final de la escalera, a lo que Minzy volteó y sonrió de la manera más encantadora que pudo.

— ¡Mi amor!

No podía creerlo, aquello simplemente iba más allá de lo que él podía soportar. Jongin siempre estaba parloteando sobre cuidar a Luhan y no hacer nada que empeorara su salud y, sin embargo, allí estaba la persona que constantemente le decía lo inútil que era con su condición, que era una carga molesta en su familia y que Kibum prácticamente lo había acogido por lástima al no tener a su padre con vida.

Cute and pervert » hunhan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora