Mi Príncipe. Bill Kaulitz. Novela

Capítulo 5. ¿Me extrañaste? *HOT*

¿Adivinen quién volvió? :D Perdón por tardar tanto :( Pero de verdad que la escuela me consume la vida. Espero les guste este cap que yo sé que es extremadamente cortito y comenten si les gustó lo hot o no. Las quiero hermosas. Küsses :*  

No sé en que momento pasó, pero para cuando me di cuenta estaba a sólo 15 minutos de llegar a donde estaba Bill en su retiro. Solo recuerdo que llamé a mi mamá para decirle que no llegaría a dormir, no me pidió explicaciones, soy grande y sé lo que hago.

Aceleré, hasta llegar a 130 km/hr.

Necesitaba verlo, tenía que sentirlo, eliminar de mi cualquier rastro que me atrajera a Tom. Tenía que recordarme porque estaba con Bill. Bill es mi novio, Bill es lo mejor que me ha pasado, Bill cambió por mí. Soy un asco.

Apenas llegué al hotel donde Bill se estaba hospedando me acerqué a la recepción a pedir información sobre su habitación.

Al principio me la negó pero solo necesité suplicar un poco para que me dijera que estaba en el lado de la playa frente al restaurante en una fogata con algunos amigos, pedí una habitación cercana a dos cuartos de la de Bill. Apenas me entregó mis llaves, corrí a mi habitación a dejar las pocas cosas que traía: Botellas de licor que no recuerdo haber comprado, zapatillas, mi celular y mi estúpida cartera de mano.

Al llegar a la playa alcancé a ver a Bill a lo lejos sentado frente a una fogata junto con varias personas más, se veía tan tierno y tan tranquilo, estaba descalzo con unas bermudas rasgadas bajo los bolsillos y una camiseta de un equipo de Béisbol. Corrí hacia él.

—¿Me extrañaste? — dije mientras lo abrazaba por atrás y le daba besos en las mejillas

—¡Maddy! ¿Qué haces aquí?  Claro que te extrañé princesa, ¡ven aquí! —dijo jalándome hacia él para abrazarme.

—Te extrañé demasiado y no pude esperar a verte— dije dándole un beso en los labios. Bill se separó de mi de golpe.

— Maddy ¿estás ebria? — dijo tomándome por los hombros.

—Solo un poco

—¿Manejaste tú sola hasta aquí? Voy a matar a Tom— dijo pasando su mano por el cabello.

—No pasa nada Billy, él por ahora estaba muy ocupado con Mack-zorra-enzie y yo sólo decidí darles un poco de espacio. Mejor aprovechemos que estamos en un hotel un poco retirados de casa y disfrutemos ¿si? —Dije atrayéndolo a mi de nuevo, abrazándolo por el cuello.

—Maddy, fue peligroso lo que hiciste, algo malo pudo pasarte, ven, te llevaré a mi cuarto— dijo cargándome.

Antes de seguir tienen que saber algo, Bill y yo no habíamos tenido relaciones desde que regresamos por obvias razones, yo quería esperar para volver a tener sexo con él.

En parte para que las cosas volvieran a ser especiales al momento de estar en la intimidad y por otro lado... quería que sufriera un poco el celibato por lo que me había hecho.

En el camino le fui balbuceando a Bill que lo extrañé, como hice para llegar y que me llevara a mi habitación que estaba cerca de la suya.

Cuando llegamos a mi habitación, Bill me bajó en la puerta mientras la abría, yo le robé un beso y ahí empezó todo.

Cerramos con seguro la habitación dejando en la puerta el letrero "Don't disturb" (No molestar). Nos empezamos a acercar a la cama sin despegar nuestros labios respirando un poco agitados.

—¿Estás segura de esto? —dijo Bill alejándose un poco de mi

—Completamente segura— le respondí mordiendo su labio inferior.

Tal vez era el alcohol lo que me hacía sentirme tan atrevida para actuar de la manera que lo hice. No es que no sepa ser sexy o salvaje en la cama pero por lo general mi estilo era más romántico. Esta noche no. No quería nada romántico.

Empecé a besar de nuevo a Bill al mismo tiempo que le desabrochaba las bermudas. El empezó a bajar el cierre de mi vestido y de un solo movimiento lo dejó caer al piso.

Rápido le saqué la camisa a Bill mientras el terminaba de sacarse las bermudas.

Al llegar a la cama Bill se tumbó sobre mí besándome el cuello, de pronto se detuvo.

—No tengo condones

—No te preocupes, hace un mes empecé a tomar pastillas— dije como si nada.

Seguimos besándonos hasta que volteé con Bill y yo quedé arriba ahora. El sólo me miraba confundido.

—Hoy yo quiero controlarlo—dije coqueta. Su mirada de repente fue de puro deseo.

Me quité de encima de él me fui directo a su miembro. Estaba erecto. Empecé a masturbarlo y sin dudarlo lo introduje en mi boca. Sonreí para mí misma al escuchar a Bill gemir.

Después de un rato volví a subir a Bill. Volví a tomar su miembro y lo puse dentro de mí. Ahora yo gemí. Empecé a moverme un poco despacio para adaptarme, un poco más rápido, un poco más, un poco más, hasta que Bill me tomó de las caderas y continuo penetrándome desde abajo.

Me tomó del cabello un poco rudo pero demasiado excitante, yo sólo me humedecía más.

Apoyé mi mano sobre su nuca mientras echaba la cabeza hacia atrás, Bill aprovechó para pasar de besarme el cuello a empezar a lamerme los pechos. Dios, se sentía tan bien. Había olvidado lo mucho que me gustaba coger con él.

Yo sólo balbuceaba cosas inentendibles, estaba ebria y de repente llegó a mi mente el recuerdo de Tom, Bill aceleró aún más las embestidas...

—No pares, ya casi llego— dije atrayendo su boca aún más hacia uno de mis pezones. —Ahí, justo ahí...Tom

Unos segundos después Bill también terminó, quedé un poco aturdida después de que ambos llegamos.

Apenas me bajé de Bill me acurruqué a su lado y quedé profundamente dormida, Bill no me abrazó, lo sentí un poco raro, tal vez porque lo hicimos estando yo ebria. No sé, después lo hablaremos.