Capítulo 27

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LA CANCIÓN ES MUY IMPORTANTE.


Lauren's POV


Sí, se sentía como en casa cuando estaba entre los brazos de mi padre, pero pronto me separé porque me ponía bastante nerviosa aquel contacto repentino. No supe qué decir, mis palabras no salían de mi boca porque se quedaban atravesadas en mi garganta, pero sí note las lágrimas cayendo por mis mejillas.


-No llores...- Con sus pulgares secó mis lágrimas y entonces miré a Camila, la cual también estaba llorando mientras contemplaba aquella escena. Dolió recordar que Alejandro no tenía este contacto con ella, sino uno más repugnante. Entonces me acerqué a ella y agarré su mano, entrelazando nuestros dedos. Di un beso en su frente y con mi brazo libre la atraje a mí para abrazarla, ella me rodeó con su brazo, como si yo fuera su tabla salvavidas.


Cuando aquel abrazo terminó, miré a mi padre que seguía allí, clavado, como si sus pies no respondieran, porque al mirarme se quedaba paralizado.


-Lauren, yo...- Negué mirando al suelo para volver después a mirarle a los ojos.


-No pasa nada, es... es pasado. Lo hecho, hecho está, y... te perdono, ¿Sabes?- Le perdonaba, sí, por el hecho de que en unos escasos minutos me había hecho sentir de nuevo como si perteneciera a algún lugar, como que tenía familia, pero no puedo olvidar todos los años de sufrimiento que me dio mi padre biológico. –Papá.


-Dime.- Dijo con una sonrisa leve al haber escuchado de mis labios aquellas palabras.


-Esta... Es Camila, mi novia.- Dije apretando un poco la mano de ella, la cual me acarició el dorso de la mía y apreté mis labios.


-¿Novia? ¿Eres...? Oh.- Se mostró sorprendido, y por un momento creía que iba a rechazar aquella idea, pero pronto apareció una sonrisa en sus labios y extendió la mano hacia Camila. –Es un placer conocerte, yo soy Michael.- Se estrecharon las manos, y un cosquilleo recorrió mi estómago, una señal de que lo estaba haciendo bien.


Mi padre nos ofreció algo de beber pero las dos nos negamos, yo tenía el estómago especialmente cerrado por tantas emociones, pero estaba tan eufórica que en aquel momento juré saber cómo se moriría alguien de alegría. Me extrañaba que Christopher no estuviera en casa, o que al menos no saliera a saludar.


-Y dime, ¿por qué el ejército, Michelle?- Dijo con un atisbo de tristeza y entonces suspiré con pesadez.


-El ejército es mi pasión, es lo que me ha dado la vida, lo que me ha hecho nacer por segunda vez, y por mucho que me digan que es peligroso, es mi salvavidas.- Miré a sus ojos sintiendo un leve pinchazo en la parte izquierda de mi cerebro, el cual me hizo fruncir un poco el ceño.


-¿Qué pasó después de todo? Intentamos buscarte, lo juro... Lo intentamos por todos los medios legales, pero fue imposible.

ARMY; CamrenWhere stories live. Discover now