El onceavo cumpleaños de Teddy Lupin

Regalos

Los empleados del ministerio que habían sido invitados a la celebración se habían puesto de acuerdo para regalarle al pequeño niño algunos libros, la mayoría de ellos sobre leyendas y cuentos mágicos, para nadie era un secreto que Teddy había heredado ese habito de su padre y que su tía Hermione se había dedicado encantada a satisfacerlo. El principal problema para todos era saber que regalarle a un niño que lo tiene todo menos a sus padres. Para nadie era un secreto que Harry había heredado una gran fortuna de sus padres y su padrino, que Ginny ganaba muy bien desde su época de jugadora y como corresponsal del profeta, que la familia Weasley después de la guerra había tenido un cambio en sus vidas y había pasado de ser una de las familias mas pobres del país a ser una de las mas adineradas aunque humildes, Percy, Charlie y Bill tenían muy buenos y remunerados empleos al igual que sus esposas, el mismo señor Weasley ahora ganaba lo que merecía, George y Ron cuidaban la fortuna y orgullo de la familia, Sortilegios Weasley, la tienda fundada por los gemelos y que ahora tenia sedes en varias ciudades de Europa, por estas razones ninguno de los pequeños de la familia pasaba necesidades, aunque tanto Harry Potter como su familia, los Weasley hacían alarde de estas situaciones y sus hijos eran criados como habían sido criados ellos, en el seno de un hogar lleno de amor, Teddy había sido beneficiado por todo esto.

Los allegados a la familia, amigos y demás le habían dado ropa, túnicas y demás cosas que sabrían serian útiles para su nueva etapa en le colegio. Los Miembros de la orden del Fénix se habían puesto de acuerdo todos para regalarle una lechuza, un medallon encantado en forma de fénix que en las noches de luna llena cambia su forma a la de un lobo y dos mil galeones consignados en la cuenta que era de su padre en Gringotts, Hagrid fue el siguiente, su regalo al igual que como lo había hecho con Harry era un maletín de cuero de dragón que solo permitía que su dueño sacara las cosas que en el se encontraran guardadas, Hagrid sabía que a Teddy siempre le había gustado ese bolso que usaba su padrino, cuando lo tuvo en las manos Teddy se lo colgó por sus hombres, el maletín inmediatamente comenzó a encogerse quedando del tamaño de su dueño, eso era algo que Hagrid había preparado, llevaba once años desde que había podido empezar a hacer magia nuevamente y Hermione se había encargado de que sus hechizos fueran perfectos como todo profesor debía hacerlos. - Anda pequeño ábrelo. - Hagrid animo al chico para que abriera el maletín y mirara su contenido. - ¡ESTO ES! - Así es, es tu carta de Hogwarts, estas admitido desde el día de tu nacimiento y será un honor para nosotros instruirte. - Eso era lo que mas esperaba Teddy, dentro del bolso también encontró un par de cosas más típicas de Hagrid. - Nosotros no sabíamos que darte así que junto con la profesora McGonagall hemos decidido que el año próximo habrá nuevamente una excepción a la regla del uso de escobas para los estudiantes de primer curso, si lo deseas podrás hacer la prueba para pertenecer al equipo de Quidditch de la casa en que quedes desde primer año. - Gracias. - Teddy celebrara esa noticia aunque primero debía pedirle permiso a su abuela y sus padrinos.

Llegó el turno para el ejercito de Dumbledore, todos los miembros de este antiguo grupo de estudios fueron estudiantes de Remus en el colegio y querían al pequeño chico como a un sobrino. Los primeros en pasar su regalo fueron los Scamander, Luna, su esposo y sus hijos le dieron un libro sobre mitos de hombres lobos según los muggles y un equipo para el cuidado de su lechuza según los expertos, el kit para amantes de las aves mas apetecido del mundo mágico. Neville y Hannah tenían algo mas sentimental, ambos habían recolectado recuerdos que hasta ahora no habían estado en manos del pequeño en el que aparecían sus padres, fotos, cartas, recortes de periódico, las grabaciones de PotterWatch, todo organizado cronológicamente. Teddy ya tenia todas las pertenencias de su madre que su abuela había conservado para el y todo lo que Harry encontró en la antigua casa Potter y en la mansión Black que le pertenecían al Lupin por lo que estos nuevos recuerdos eran de gran valor para el chico, era otra visión de sus padres. Los demás presentes fueron igual de significativos en mayor o menos medida pero todos especiales, ahora era el turno para los familiares, el primero en dar su regalo fue Draco Malfoy, el regalo que el y Astoria le habían preparado en nombre de la familia Malfoy era un extraño articulo parecido a un chivatoscopio pero que en vez de avisar sobre la presencia de un enemigo o del peligro se encargaba directamente dejar sin voz durante algunos minutos a todo aquel que tuviera la intención de insultar a su dueño, era un articulo de magia negra pero que esta vez se encargaría de enfrentar a quien decidiera molestar al metamorfomago, lo mejor de todo es que venia con una pequeña cadena para ser usado en la muñeca y pasar desapercibido. Los niños fueron los siguientes, la mayoría de sus regalos eran artículos de Sortilegios, salta clases y golosinas, Victoire le regaló un diario con una nota en la primera pagina, era un diario hermano diseñado por George Weasley, era el primero en salir de la tienda, se trataba de un par de libros que usaban el concepto de los armarios evanecentes pero solo para transmitir textos, según George eran la forma mas fácil de guardar los pensamientos y secretos, solo se debía escribir en uno de los dos espejos para que en el otro apareciera lo mismo escrito, la particularidad era que en el libro en que se escribía no se podía leer el mensaje si no se tenia el otro libro espejo al lado mientras que en el espejo si se podía leer siempre siendo una herramienta útil para los enamorados ya que cada uno tendría un espejo y leería los mensajes del otro. En la nota de Victoire le explicaba todo esto a Teddy y le decía que el otro libro podría regalárselo a alguien y así estar en contacto con ese alguien sin que nadie lo supiera. No es necesario decir que al final del día uno de estos libros estaba en manos de la pequeña veela.