Capítulo 21

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El viernes por la tarde Chris la llamó a su despacho.

Estaba reclinado en el respaldo de su butaca de cuero y su aspecto no desmentía el éxito del que disfrutaba como hombre de negocios.

Y Dul se preguntó qué querría.

Christopher: He pensado que podríamos salir juntos mañana. Iremos a dar un paseo por el Támesis en mi barco.

Dul había esperado algo relacionado con el trabajo y sintió un súbito temor.

No quería salir con él.

Dulce: Mañana tengo que hacer compras y tengo que poner la lavadora —respondió rápidamente.— Y también tengo que limpiar la casa. Lo siento, pero no puedo.

Christopher: Una casa tan pequeña no te llevará ni dos minutos —dijo en tono burlón.— De hecho, no te estoy dando alternativa. Mañana quiero que pases el día conmigo, y puede que también el domingo. Aún tenemos mucho de qué hablar.

Dulce: ¿Es que ya no trabajas los fines de semana?

El requerimiento de Chris era ridículo. No podía disponer de su tiempo, no iba a permitírselo.

Christopher: Sólo trabajo los fines de semana cuando no tengo nada mejor que hacer —contestó con una sonrisa.— Y creo, Dulce, que estás en deuda conmigo. No me parece que estés en posición de negarte.

Dulce: ¡Eso es chantaje! —exclamó, temblando.

Él se encogió de hombros.

Christopher: Llámalo como quieras. Yo te he ayudado en un momento en que necesitabas mi ayuda, a pesar de que no tenía motivos para hacerlo y que me podía haber negado.

Dulce: Y yo, igualmente, puedo decirte dónde puedes meterte tu trabajo. No tienes derecho a exigirme ese tipo de cosas.

Christopher: ¿Me tienes miedo? —preguntó sonriendo ampliamente.

¿Cómo podía estar tan seguro de sí mismo?, se preguntó Dul encolerizada.

Dulce: ¿Por qué iba a tenerte miedo? —dijo enderezando los hombros al tiempo que le lanzaba una mirada desafiante.

Christopher: Tengo la impresión de que todavía sientes algo por mí.

Dulce: ¿Por ti? No seas tan ridículo, Chris. Te olvidé hace mucho.

Él, sin embargo, continuó sonriendo.

Christopher: Niégalo todo lo que quieras, mi preciosa Dul. Pero tu cuerpo dice algo totalmente diferente.

Dulce: ¿Y quieres que pase el fin de semana contigo con el fin de demostrármelo? ¿Es eso lo que quieres? —a Dul le horrorizó que Chris se hubiera dado cuenta de que aún le atraía.

Esa atracción no era algo de lo que se enorgulleciera, sino algo que no podía evitar.

Bajo Su HechizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora