Seis perritos 🐶

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El ojiazul aquél día se paseaba con las manos en los bolsillos, la vista baja y con un gorrito de lana cubriendo su cabello

No sentía ganas de ir a la escuela. Pero debía hacerlo, tenía que ir. Por Brendon.

El viento resoplaba de manera suave haciendo a su bufanda moverse al lado contrario al que se encontraba. Amaba el otoño, las hojas callendo y ese clima algo frío.

Entró en la escuela chocando con otro tipo que simplemente se volteó para disculparse con una seña y siguió su camino sin darle importancia. Dallon tomó fuertemente su mochila y siguió su camino a la primer clase de la mañana.

[....]

En el almuerzo el ojiazul se sentó debajo del mismo árbol que se sentaba siempre para observar a lo lejos al pelinegro, que siempre estaba recargado en un árbol. Aunque aquella vez no había llegado, o simplemente no fue aquel día a la escuela.

Pero tampoco el siguiente.

Ni el otro.

Y no lo vio en todo el fin de semana. 4 días sin apreciar su hermoso rostro.

Aunque aquél lunes al verlo cruzar las puertas de la escuela su estómago se contrajo y sintió una opresión en el pecho. Él debía evitar eso. Debía evitar que Brendon sea golpeado.

Pero no lo hizo.

Y ahora el pelinegro tenía un ojo morado, ojeras, rasguños en su rostro y seguramente su cuerpo estaría igual de afectado. Y joder que Dallon no había hecho nada de nada.

El ojiazul se sintió terrible de solo verlo con esa cara tan triste, tan decaído. No era él, no era el Brendon que conocía

Y lo quería de vuelta.

Extrañaban ver su sonrisa al pasar por el pasillo o levantar la mano en las clases o cualquier otra cosa que le haga creer a las personas que estaba bien y no verlo de aquella forma, tan frágil, tan débil. Nunca era de mostrar su debilidad, pero ahí estaba. Con una nuve negra flotando arriba de él.

[....]

Lo observó caminar con la vista baja y las manos en los bolsillos. Por entre su gorra podía verse su ojo violeta y su mejilla roja que a Dallon le daba tanta ira.

Sabía exactamente quienes eran las personas que molestaban a Brendon. Sabía que su padre siempre lo golpeaba y sabía que ella sabia que algún día pasarian a buscarla con sus flores amarillas. Digo, sabía que lo tenía tan triste

Y sin dudar. Él tenía que hacer algo. Lo que sea. Tal vez bastaba con sacarlo de su casa. O tal vez no.

Tenía que idear un plan. Un buen plan

Okay JessyRiveraWay sabes que te lo dedico.

Así que disfruta.

Y a cualquier otra persona que esté ahí, gracias por leer.

Puppies |Brallon|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora