「 009 」

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— ♥ —

JungKook vagaba por los muy pocos transitados pasillos de la escuela sin saber a dónde ir o qué hacer. Se estaba sintiendo perdido sin necesidad de que su mente se desorientara. El sobrenombre de Bi hacía recoveco en la mayoría de su cabeza, podía decirse que todo el hemisferio derecho de su cerebro pensaba en Bi y el otro solo lo ayudaba a recordar cómo caminar para ir de un lugar a otro sin césar.

Por supuesto que para sus amigos esa actitud extrañísima no pasó desapercibida, toda la clase sabía sobre eso. Sobre el distraído Kook del día de hoy. 

—¡Jeon JungKook, deja de ignorarmeeee!— acusó TaeHyung zarandeando de un brazo al más pequeño. Kook se soltó del agarre. —Ya, ¿qué pasó contigo?

—Nada de qué preocuparse.— respondió frunciendo los labios en una mueca disgustada siguiendo con su camino.

TaeHyung sabía que algo no andaba bien. ¿Por qué JungKook, uno de los chicos que más sonríe, hoy estaba más desanimado que nunca antes? Raro, muy raro. Algo no cuadraba, algo estaba fuera de lugar, y no tenía la más mínima idea de que podría ser lo que estaba fallando con su tímido amigo.

Por otro lado, JungKook seguía paseándose sin un destino en concreto. Solo deambulaba de una esquina del establecimiento hasta la otra y así en repetidas ocasiones sin que él mismo se diese cuenta de que ya le habría dado unas cinco vueltas completas al edificio. Tal vez necesitaba descansar, dar tantas vueltas era posible que lo estuvieran mareando y por ello la sensación de estar tan ofuscado.

—Oh, por fin te has detenido.— TaeHyung apareció por detrás de él, poniendo una mano en su hombro. —¿Qué tan distraído estás el día de hoy?

Jeon le miró confundido, pero respondió. —No pude entender nada en matemáticas.

—Pero si estábamos en clases de inglés.

—Ahora entiendo porque me parecía raro ver tantos números.— se río de si mismo, internamente.

—Entonce es peor de lo que imaginé.— Tae, de nuevo, zarandeó desde los hombros a su amigo. —¡Ser maligno del inframundo, sal de este pordiosero cuerpo! ¡Y señor de todos los cielos, libra a esta pobre alma de toda mala vibra que-...

—¿Qué haces practicando un exorcismo en plena escuela?— HoSeok, tan sonriente como de costumbre, se presentó.

—Es Kook, creo que está mal.

—¿Qué tan mal?

—Confundió matemáticas con inglés.

—¡Oh, dios mío! Padre nuestro que estás en el cielo santificado sea...

(🎮)

En definitiva, tengo un don para tener de amigos a niños muy locos, mh.

La cafetería estaba llena, a decir verdad, las raciones de comidas habían sido arrasadas por el alumnado. Por primera vez, la escuela recibía a tantas personas para la hora de colación. No era ningún día especial, tampoco alguna comida en particular.

Solamente era de esos días en que todo lo que se creía imposible, podía ocurrir.

—Ah...— suspiró un cansado Kook. —No me gusta el brócoli.

Jugando a picar la comida con el tenedor estaba él, en una mesa que, si bien la cafetería estaba repleta, nadie quería hacer uso de ella por diferentes motivos; porque al estar cerca de la entrada cualquiera sufriría de un choque, también obstruía el paso a las personas para ir y venir, y porque generalmente esa mesa era usada para dejar las bandejas de comida sin usar. Sin embargo, JungKook supo como sacarle provecho, ganándose en el mejor puesto de aquella mesa.

Chica gamer ; JungKook {BTS}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora