El sabor era incluso más dulce que la preparada, tenía cierta textura más pegajosa y cierta calidez con frescura que no sabía explicar. Shelby noto que su hija tenía los ojos bien cerrados y su cuerpo estaba tenso, le seguía doliendo incluso ahora que su hija chupaba pero el sentimiento valía ese ligero dolor comenzó a cantar esperando que Rachel se relajara con eso.
Como pensó su bebé relajo el cuerpo como siguió entonando una canción vieja de cuna, sus ojos se llenaron de agua, tenía a su hija a la pequeña persona que paso buscando catorce años, la única persona por la que renunciaría a la fama sin pensarlo, renunciaría a todo... por ver a su bebé feliz.
Acaricio la mejilla ruborizada de la menor. —Cariño, abre tus ojos. — indico queriendo tener el sentimiento por completo
Rachel se sonroso un poco más, hasta las orejas, estaba tomando leche de su pecho ya había caído demasiado pero era rica incluso más que la preparada, quería un poco más.
—Por favor...— suplico y con ternura limpio las comisuras de los labios de la pequeña de los que había salido un poco de leche
La menor lo pensó un minuto antes de abrirlos intentando huir de la mirada de su madre pero... no había otra cosa que ver, sin quererlo termino conectando miradas con la mujer que soltó un par de lágrimas.
—¿P-Porque lloras? — se despegó un momento de la succión sin alejarse mucho del pecho
—Estoy feliz, amor. — respondió acariciando el trasero con pañal de su bebé que se sonrojo al instante —Sigue, vamos.
La pequeña morena no medito mucho para prenderse de nuevo a chupar viendo curiosa a la mujer que la arrullaba, era un poco extraño porque jamás en toda su vida había visto a una persona que lo diese todo porque ella estuviera bien. Incluso hacia dos segundos que el pecho comenzó a dejar de sacar tanta leche y como si lo presintiera la volteo hacia el otro.
¿Eso hacían las mamás?
La señora Corcoran estaba fascinada, su hija la miraba con sus gigantes ojos marrones prendida a su pecho... con necesidad a su persona. Su bebé la miraba con cariño, como si ella fuera la persona más buena del mundo. Esos ojos que la miraban como si fuese todo lo que hay en el mundo, con cierta pureza e inocencia... como si ella lo fuese todo.
¿Eso hacían los bebés?
Pasaron otro buen rato así, pensando en todas esas cosas sin darse cuenta de la conexión instantánea que se había formado, porque después de eso iban a estar más unidas incluso sin darse cuenta. Rachel se desprendió del pecho dando gustosa el último trago.
—¿Ya? — pregunto la mayor viéndola asentir con la cabeza
—S-si. — afirmo observando a la mujer colocarse su sostén nuevamente y abrochar su blusa —L-lamento haber tardado ta-tanto.
—Oh, no lo lamentes amorcito. — negó Shelby parándose de la cama tomando a su bebé en el proceso para caminar abajo a la cocina —Mami te dará pecho siempre que quieras, puedo leer un momento o ver televisión... encontrare algo.
Entraron a la cocina donde Judy preparaba la comida distrayéndose totalmente con la entrada de la menor. —¡Pero qué lindo osito! — arrullo por el gorro del bebé que sonrió sonrojada para ser tomada a brazos de su abuela —Shelby ya hice la sopa, encárgate de los macarrones.
Judy reboto a su nieta en sus brazos alegre de que la menor pareciera más divertida con ello que en un principio. —N-nana. — escucho el pequeño susurro de su nieta y sonrió de oreja a oreja parecía que también le diría a ella abuela —D-deje a Oso a-arriba.
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Azallam (ABDL)
General FictionRachel es criada para no experimentar la niñez, ni nada infantil, pasando por traumas en el proceso, cuando su madre biológica la recupera decide cambiar eso viajando a Azallam donde ella volverá a ser tratada como ¡¿bebe?! -¡Soy un adulto! -No lo...