Capitulo X: Un bebé juguetón y una mamá en problemas.

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Habían pasado un día desde el juzgado, el infante se había acostumbrado totalmente a los cambios de pañales a menos que se tratara de uno del número dos, la vergüenza iba y venía por los mimos pero se limitaba a reír constantemente, la leche había sido básicamente su adicción y por suerte la tenía cada vez que la pedía.

—Voy a preparar pavo, mi vida. — expreso contenta Shelby poniendo a su hija en el regazo de su madre, su ánimo era por la primavera y le daba por cocinar en esas épocas así que era una suerte tener una familia más grande para eso —Cuídala mamá cortare los vegetales y me ayudaras con el horno ¿sí?

—Claro hija. — afirmo Judy abrazando a su nieta en su pecho —Estaremos bien, ¿verdad, Rachie? — pregunto a la menor que sonrió levemente teniendo en cuenta que el usar su lenguaje no era necesario en la mayoría de momentos.

La pequeña morena fue puesta en su silla mecedora con algunas caricaturas en el televisor pero desvió su atención de eso al ver a su abuela acercarse con un objeto, un cuadrado con distintos agujeros y otras figuras que encajaban. —¿Q..Que es e..eso? — indago Rachel haciéndose hacia adelante con curiosidad, dejando a señor Oso con el trabajo de la televisión.

—Mira bebé estas figuras van adentro de esta caja, — explico la mujer rubia acariciando la mejilla de su adorable nieta —triangulo, — dijo mostrando la figura en color naranja —cuadrado,— otra esta vez roja —circulo, — una bola azul —y rectángulo. — una más de tono rosado, la curiosidad de la infante era tan linda que beso sus mejillas rápidamente antes de continuar con el juego. —¿Quieres intentar, corazón?

La menor asintió con nervios y mejillas rojas, tomo la figura redonda buscando en la caja donde podría entrar, tardo solo unos segundos en encontrarlo para enseguida meter la figura, se sentía bien era entretenido y la caja tenia divertidas caricaturas con expresiones exageradas.

—¡Muy bien, Rachie! — felicito Judy aplaudiendo su acción.

La pequeña castaña se sonrojo aún más, nunca le habían felicitado de esa manera incluso cuando había ganado concursos internacionales por su coeficiente intelectual, sin saber cómo agradecer se meció pataleando sus piernas con alegría acto que hizo casi sin pensar chillando de felicidad, su abuela al verla no tuvo de otra que atacarla con besos.

—Ven acá, pequeña. — arrullo la rubia quitando el cinturón de su nieta para cargarla en sus brazos poniendo una manta en el suelo para tener lugar para ambas, sentó a la menor en el suelo ahora acolchonado dejando el juguete frente a ella. —Sigue, tú puedes.

Rachel siguió con el juego hasta terminarlo encantada con los mimos de su nana, en la sala se comenzaba a oler la comida proveniente de la cocina alertando a la rubia de que pronto seria su turno de ayudar en eso, agarro a el señor Oso dejándolo a un lado de su nieta y al verla distraída con la televisión decidió ir hasta con su hija.

—Pon esto en el horno, por favor. — indico Shelby pasándole un pavo crudo, observo que la mayoría de verduras estaban ya picadas y sonrió a la dedicación de la morena —La papa ya casi esta, solo faltaría molerla.

—Claro, — asintió la rubia prendiendo el horno con cuidado y acomodando la verdura sobrante en su lugar en el refrigerador —huele delicioso hija.

Pasaron alrededor de quince minutos cuando Judy y su hija al fin pudieron sentarse, agotadas en el comedor aún faltaban veinte minutos para que el pavo estuviese totalmente listo, para la señora Corcoran no podía haber un tiempo libre mejor que el de mimar un poco a su hija, camino seguida de su madre hasta el corral... pero no había nada, giro su vista a la silla mecedora pero tampoco estaba.

Azallam (ABDL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora