Tu espada y la mía, unidas por el Hilo Rojo (Foxangle)

Capitulo 6: La pelea

Foxy terminó de explicarle a Mangle el como había logrado escaparse de prisión junto con su tripulación.

No había sido tan complicado como la albina lo había creído...aunque era de esperarse ya que los guardias franceses no eran muy listos ni valientes que digamos.

Al menos no los que ellos combatían...

-¿Y ahora quieres vengarte de mí por eso?-preguntó la albina sonriendo burlona- Ya pasaron tres años, rojito. Pensé que no había rencores~

-¡Tú me traicionaste! -gritó furioso el pelirrojo mientras la apuntaba con su espada-¡Se suponía que trabajábamos juntos!

-¡Hey, desde un principio te dije que yo no trabajaba con mis enemigos!...Si fueras más listo te hubieras dado cuenta de que iba a traicionarte mucho antes-respondió mirándolo indiferente-

-¡Confié en ti!

-¡Mal hecho! -le gritó para luego lanzarse a atacarlo sin piedad-

El capitán chasqueo la lengua molesto y bloqueó el ataque de la albina. Sus espadas volvieron a chocarse un par de veces hasta que sus miradas volvieron a encontrarse, esta vez cada uno apuntaba con la punta de su arma el cuello del otro fulminandose mutuamente con la mirada.

Una fuerte ventisca golpeó las velas del White Fox alcanzando también a los cabellos de ambos capitanes, los cuales empezaron a bailar en el viento.

-Perderás tu otra mano y ojo-le advirtió la albina-

-No.ésta.vez-sentenció el pelirrojo para luego alejar rapidamente con su espada la de la albina-

Mangle consiguió esquivar los ataques del capitán una vez más, sin embargo, éste desapareció de su vista al dar un gran salto sobre ella luego de que ella intentara devolverle uno de sus ataques.

La albina lo buscó con la vista por todos lados pero no dio con la mirada ambarina del pelirrojo...

Hasta que:

-Bu~ -susurró en su oído detrás de ella-

Al darse la vuelta para atacarlo el capitán fue más rápido y atrapó la muñeca de la albina, deteniendo su ataque.

-No tan rápido, preciosa.

-S-Sueltame -gruñó mirándolo de forma asesina-

El capitán jaló de la muñeca de la joven, acercándola hacia él. La albina forcejeaba sin mostrar signo de dolor, a pesar de que el agarre del pelirrojo le comenzaba a cortar la circulación. Lo único que quería era librarse de él.

El pelirrojo ahora la tenía sujetada de la cintura, con la ayuda de su garfio, aprisionando de paso el otro brazo libre de la capitana, impidiéndole cualquier movimiento de defensa.

Mangle estaba gruñendole furiosa. Sin habarse dado cuenta, aquella posición en la que se encontraba con el capitán la había hecho sonrojarse.

-Voy a vengarme...por todo lo que nos hiciste -le susurró mientras acercaba su rostro al de la albina cada vez más. Las respiraciones de ambos chocaban entre sí-

-¿Y cómo lo harás, eh? -susurró sonriendo con arrogancia-

-Así -respondió mientras sonreía de forma perversa-

El capitán no tardo en bajar su rostro al cuello de la albina. Con sus dientes, fácilmente desató el pañuelo de la joven y luego su moño, dejando ambos accesorios caer al suelo. Sonrió internamente, ahora tenía acceso completo al cuello de su bella enemiga. Lo mordió levemente para luego lamerlo con suavidad y lentitud. Ésto asqueó de sobremanera a la joven por lo que comenzó a forcejear con más fuerza.