Acción y reacción.

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Hoy fue un día diferente al resto en la Preparatoria Poniente. Había algo muy diferente en el ambiente ese día. El dolor, la tragedia, la desazón se palpaba en el aire. Hoy era un día de luto y a la vez de festividad. Hoy; era día de entrega de calificaciones...

—¿Hacemos algo hoy? –preguntaba Joao un tanto animado, sentado sobre el árbol más viejo del lugar.

Todos sus compañeros le miraron con ojos de pocos amigos.

—¿Estás loco? –preguntaba Elizabeth con una voz furibunda.

—¿Por?—expresó el chico mientras saltaba de la rama donde se encontraba para caer a la altura de ellos—. A mí me fue genial –agregó con una sonrisa grande, Daria sonrió ante esto.

—Ajá, qué presumido te has vuelto Jota, ya no te juntes con nosotros –dijo Alejandra, tirada en una de las raíces del inmenso árbol.

—Jajaja, claro, por primera vez me va bien en las notas, tengo que festejarlo.

—Eso es cierto—rodó los ojos la pelirroja y agregó a una apesadumbrada Elizabeth—; además a ti siempre te va mal Liz.

—No me ayudes tanto, Ale... —dijo metiendo su cabeza entre sus rodillas.

—Pues no lo hago más –sacó la lengua.

Todos rieron con las notas en sus manos, excepto Ever que se mantenía callado mirándolas.

—¿Todo bien Ever? –preguntó Daria, un tanto preocupada por su 'nuevo amigo'.

—Sí –dijo arrugando la hoja, alzó su rostro y le brindó una mueca que pretendía ser una sonrisa a la pelirroja—, aunque todavía faltan dos maestros más...

—Cierto, seguro las repruebo ambas –Eliza se echó sobre las piernas de Alejandra. Ella de inmediato le consoló sobando su cabeza levemente.

—Sí, pero tu madre no te va a matar si bajas de calificaciones –agregó abruptamente Ever, el rubio le dio un golpe al árbol con su puño derecho y pateó una rama seca—. Yo hice un trato con mi padre—admitió cabizbajo.

—Pero ya vas a trabajar –dijo Joao, tratando de darle una solución al chico.

—Solo voy 4 horas, si repruebo una al menos... —hizo una pequeña pausa para tragar saliva— tendré que ir las 8 horas por ley.

—Joder, eso es horrible –dijo Daria, tratando de ser condescendiente con él.

Se notaba que Ever no era fanático del trabajo y menos si era con su padre. Simplemente el trabajo de oficina no estaba en su ADN, aunque sí lo estuviera, figurativamente.

Suspiró hondamente el rubio. —Ya sé, así que se pueden ir olvidando de la casa si reprueba esas.

Todos movieron la cabeza sabiendo a lo que se refería el chico. —¿Y cuáles son las que faltan? –Preguntó Alejandra, que re-cursaba el primer año por su cambio de escuela.

—Algebra –dijo Joao cabizbajo, mirando la reacción de Ever y Elizabeth.

—Y química –sentencio Elizabeth.

—Ok... están fritos—finalizó la pelirroja.

—Yo no –dijo Joao, atrayendo la mirada de todos de nuevo, al sentir la mirada reculó—, pero sé que no saldré tan bien como en las otras.

Todos omitieron su comentario.

—Yo no quiero ni verlas...—dijo Ever, sabiendo que todo se le estaba empezando a complicar—. Mi padre me va a matar, tengo que ir a dar la cara.

Zenit II: Promesas/decepciones.Where stories live. Discover now