Capitulo 26: Siguiendo ordenes

8.8K 548 21
                                    


No había podido dormir en toda la noche, la sensación de euforia por estar entre los brazos de Eider no me dejaba pegar un ojo, tonta de mi, enamorada al fin, temiendo que si me duerma desaparezca.

Aun así, tenia la realidad dándome fuerte golpes en las costillas, recordándome una y otra vez, que las estupideces tienen sus consecuencias y que estas no siempre son buenas.

Podría matarlo ahora y ahorrarme sufrimiento.

- Solo quería que me amaran –dije en voz alta sin percatarme. Al momento me tense cuando sentí las manos de Eider apretándome más fuerte contra él y, como si de un dique se tratara, las palabras empezaron a salir a borbotones al abrir la compuerta –no pedía nada mas –seguí –tengo, gracias a Dios todo lo que necesito, tengo una gran familia numerosa, tengo a mis grandes amigas y un buen trabajo. Cumplí mi sueño de vivir sola un tiempo, me sentía libre en todo... solo quería tener el amor de otra persona, alguien que me complementara, solo eso. Alguien con quien compartir mis fechorías y logros... alguien con quien estar.

- Lo tienes en mi –la voz de Eider sonaba estrangulaba, su cálido aliento chocaba en mi nuca, de donde aun no había sacado la cabeza. –te juro que lo tienes... siempre lo tendrás.

- No lo tengo –una lágrima rodo por mi mejilla, haciéndome sentir aun más miserable –cuando tu hermano apareció ante mi fue como un duro golpe de realidad que me ha dejado enferma. Verlo en tu departamento, contándome su historia contigo y todo lo que ocurre me hizo darme cuenta de que en realidad, no sé quién eres, no completamente. He tratado un millón de veces sacarte información pero siempre me esquivas.

- Es algo que trataba de olvidar.

- Olvidando no se resuelve nada ¡es que no lo ves! –dije girándome y quedando frente a él –no querías nada con tu hermano, pero ahora tendrás que aceptarlo porque uno de sus errores ha vuelto –dije –no querías nada con tu hermano, pero ahora tendrás que aceptarlo porque uno de sus errores ha vuelto tiene un ojo en ti.

- Trataba de protegerte.

- Entiendo esa parte, por increíble que parezca, ya no me siento dolida porque me abandonaras semanas atrás, lo he superado y entendido, tu estupidez no tiene límites. Lo que me duele es que no tengas la suficiente confianza en mí como para contarme que tienes un hermano idéntico a ti.

- Acepto que he fallado. No he pensado claramente y te pido perdón, te amo y me esforzare para ganar tu confianza otra vez. ¿me das la oportunidad?

- ¿me estás dando una opción?

- Solo es por ética, puedes decirme que no cuanto quieras, pero nunca te dejare ni a ti, ni a nuestro bebe, luchare hasta que ya no respire, porque te amo y siempre te amare, estos días sin ti han sido un completo caos lleno de oscuridad, me acostumbre a tu dulzura y calor y no pienso vivir si eso.

Dicho esto me beso, demostrándome a través de sus caricias suaves y delicadas lo cierto que eran sus palabras. Yo sabía que eran así, a pesar de todo, Eider siempre había sido sincero conmigo y sus ojos tenían un brillo característico que me hacía ver la verdad aun mas allá de sus palabras. Pero llevaría un tiempo, volver a lo que éramos antes de que todo se fuera a bajo.

****

Para el medio día del día siguiente me encontraba en el maravilloso auto de layla junto a mi pequeño Gabriel y a la despampanante Ekaterina, mi guardaespaldas.

Tenía la cabeza hecha un lio con todas las cosas que me habían "recomendado" para no poner a mi bebé nuevamente en peligro, además, de que aun le daba vueltas a las palabras de Eider Benítez, doctor de profesión y rompe corazones en sus tiempos libres.

El Doctor,  el ¿destino? y yoWhere stories live. Discover now