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"¿Qué pasó?" Namjoon preguntó, el cigarro colgando en sus labios mientras miraba a Yoongi, "¿Pensé que estaban bien?"

Yoongi estaba posicionado con su brazo descansando en el cemento del borde de la terraza, mirando hacia la torre de Namsan como las luces brillaban azul antes de volverse rojas, llevando un espectáculo de luces con todos los colores del arcoíris. Usualmente era él y Jimin que veían el espectáculo de luces desde la azotea del departamento, pero desde todo el accidente que había pasado, no había visto a Jimin en tres semanas.

Era para mejor, suponía, pero la brisa de invierno pasando a través del agujero en su pecho le decía otra cosa.

"No lo sé," Yoongi respondió en un murmullo, su voz golpeando contra el viento y curvó su cuerpo más hacia el borde de la azotea cuando la piel de gallina comenzó a subir hasta la parte posterior de su cuello, acomodando su mentón en el dorso de su mano cuando movió su vista hacia Namjoon sentado en el sofá– Uno que había encontrado junto al camino del tres unos meses atrás, "Me dijo que no era nada más que una relación con beneficios, nada que involucrara emociones y otras mierdas."

Namjoon encendió su cigarro, metiendo su pie bajo la mesa de centro agrietada y apoyó el otro en el sofá en donde equilibraba su codo, "¿Cómo te sientes con eso?"

Yoongi pensó que era una pregunta estúpida, pero respondió de todos modos, "Como la mierda, para ser breves. Pero también entiendo a que vino eso," Yoongi suspiró, ladeando su cuerpo de manera que su espalda quedara apoyada en la baranda y así poder tener mejor vista del rostro de Namjoon, "nunca establecimos lo que éramos. Y fue imbécil de mi parte pensar que estábamos en una relación real que no envolvía solo sexo."

"Entonces está bien que te diga que lo vi el otro día," el más alto respondió, dejando caer la ceniza en una gran lata de café llena de arena, "con alguien. Presumiblemente alguna cita."

"¿Lo conocemos?" Yoongi preguntó demasiado rápido, sus huesos saltando ante el mero pensamiento de ver a Jimin en los brazos de otro hombre– pero no es como si fuera a hacerlos de todos modos. Usualmente solo se juntaban en el apartamento de Yoongi.

Namjoon se quedó en silencio por un momento, sus ojos examinando las facciones de Yoongi antes de que sacudiera su cabeza, "No, no lo creo. Nunca lo había visto alrededor antes así que pensé que solo es alguien que Jimin conoció en la escuela o trabajo. Aunque es atractivo– Alto."

"Solo porque sea alto y atractivo no significa que sea bueno para Jimin."

"¿Y tú lo eres?"

Yoongi detuvo sus movimientos, los dedos que estaban en su bolsillo se presionaron alrededor de la cajetilla ante la repentina pregunta, la insultante pregunta que hubiera deseado que nadie preguntara, pero tenía que ser su mejor amigo quién lo hiciera. Su garganta repentinamente comenzó a doler, el fantasma de una lágrima cayendo por su esófago antes de arder como ácido dentro de su pecho– Un salvaje rayo de electricidad sosteniendo sus extremidades como si se tratara de una marioneta mientras pensaba en una respuesta.

Namjoon ni siquiera pestañeó cuando vio a Yoongi trastabillando con sus palabras, en vez solo tomó otra calada de su cigarro con cierta diversión, sus cejas alzadas en curiosidad mientras esperaba pacientemente por una respuesta.

Rebuscó en sus bolsillos, sus pálidos dedos tomaron un cigarro antes de equilibrarlo entre sus labios, sintiendo la súbita necesidad de fumar el paquete entero antes de finalmente responder estaba en lo alto de su mente, pero en vez fumó lento, arrastrando el humo del cigarro en sus pulmones. Movió su vista desde el rostro del menor hasta el piso de la terraza– el cemento agrietado con una hilarante alfombra barata llena de manchas de alcohol y cenizas.

–Él era bueno follando a Jimin, como el menor había dicho aquella noche. Era bueno sabiendo los puntos en donde a Jimin le gustaba– El lugar tras su oreja, exhalaba ahí y Jimin gimoteaba. O el lugar justo bajo su vientre, justo en el lugar contra su transparente camino de cabello. Sabía cómo sacar los gemidos de Jimin, lo suficiente para tener al chico rogándole a Yoongi porque continuara, suficiente para tenerlo pidiendo que lo hiciera lento, más rápido, más duro, más fuerte, todo y cualquier cosa que parecía importante durante el tiempo en que tardaban en quitarse la ropa y pantalones a través de sus orgasmos. Pero nada importante ahora que Yoongi no lo hacía.

Él era bueno tratando de convencer a Jimin de que se quedara a tomar café (innecesariamente sabiendo que Jimin solo bebía té) y también genial en tratar de contener su dolor siempre que Jimin le decía 'no, hyung, no quiero perder el último tren.' Yoongi era condenadamente bueno abriendo la puerta de su departamento, sus labios rogando por un pequeño beso por parte del menor mientras se iba pero la decepción que seguía después le hizo darse cuenta de que solo hacía aquello de manera que Jimin no fuera a molestarse con él.

Era bueno viendo a Jimin darle la espalda, para hacerlo corto, tan bueno que ya no se sentía como la primera, segunda o tercera vez. Pero él no sabía si eso era algo bueno porque ahora solo se sentía entumecido cada jodida vez que Jimin lo hacía.

Tomó otra calada de su cigarro, dejando caer su cabeza hacia atrás en la ventisca, rodándola hacia un lado y deseando poder ver las estrellas desde ahí, pero las luces de la ciudad de Seúl eran demasiado brillantes, predominantes, y la romántica idea de abrir su corazón y mirar en busca de respuesta de '¿Seré bueno para Jimin?' y 'Soy el mejor para Jimin, el mejor jodido hombre alrededor,' se desvaneció.

La ciudad de Seúl no se adhiere a los corazones rotos, sólo a los que fueron los suficientemente valientes como para firmar sus almas a distancia.

Entonces, Yoongi cerró sus ojos y dejó salir una risa entre dientes. Una que sonó demasiado amarga para él, agarrándose contra el viento mientras tiraba la verdad detrás del sonido en los oídos de Namjoon. – Tengo el corazón roto, estoy aterrado de esta sensación. Y dejó la colilla de su cigarrillo a un lado, donde la ceniza quemó un poco con el viento antes de quemarse contra la alfombra barata de su terraza.

Miró hacia arriba con una mortificante sonrisa, una que no se veía bien contra sus encías y dientes, y dirigió su mirada directamente a los ojos de Namjoon.

"No, supongo que no lo soy. Soy la persona más mierda para él, Namjoon."

Actions Speak Louder Than Words «Yoonmin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora