Capítulo 34

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—Antes de tomar mi decisión, necesitó dejar en claro un par de cosas. Mamá, no puedes volver a prohibirles a todos no tener comunicación conmigo solo porque no te parecen mis decisiones.

—Ella puede prohibirnos lo que quiera, para eso es nuestra madre— intervino Sam.

—No opines Sam; todos sabemos que lo que mamá hizo estuvo mal— dijo Jason.

—Tu hermano tiene razón Sam; mi comportamiento no fue el mejor— dirige su mirada a Paige— por eso mismo sé que no puedes perdonarme; pero solo te pido una oportunidad para intentarlo.

Samantha estaba enojada; sabía que su madre se sentía culpable pero no le importaba nada; estaba resentida con Paige; ¿Cómo esa inútil había logrado más que ella?

En cambio Paige se sentía confundida, ella no podría perdonar a su madre pero si darle una oportunidad.

—Creo que...—todos estaban esperando la respuesta de Paige, Alexander a su lado sostenía su mano demostrándole apoyo— Creo que una oportunidad es lo que todos necesitamos; vamos paso a paso a ver qué sucede.

Paige se colocó en pie al mismo tiempo que su madre y se abrazaron; Amelía se siente culpable porque ese resentimiento la hizo actuar en contra de su hija, la hizo despreciarla y desvalorizarla.

—Un nuevo comienzo— dijo John abrazando a Paige.

Alexander observaba la escena con una sonrisa, él sabía que pasara lo que pasara el estaría con su esposa.

Pero tenía una buena corazonada sobre esto; el único detalle era su cuñada, se notaba el resentimiento hacia Paige que Sam sentía.; así que él estaría más pendiente de ella.

El observo a Grace en la entrada del salón, se encontraba parada observando la escena y limpiándose un par de lágrimas traicioneras.

Ella al sentir la mirada de Alexander solamente movió los labios diciéndole que ya estaba la comida en la terraza.

—Les dije que Paige los amaba— dijo Jason al ver a sus padres separarse— ahora, ¿Quieren conocer a su nieta?

—Claro que sí, hijo. Quiero ser el primero en cargarla—Jason le entrega a su padre la bebé, Mely hizo un puchero al ser un extraño para ella—Hola pequeña.

Y solo eso falto para que Mely rompiera a llorar y Amelía soltara una carcajada.

—Más de veinte años y los bebés no te quieren— le dijo a su esposo; al ver la cara de todos decidió explicar el comentario— su padre jamás ha logrado cargar un bebé sin hacerlo llorar, ni a ustedes; los primeros meses prácticamente solo en mis brazos se mantenían— dijo Amelía con nostalgia recordando.

Tomo a su nieta de los brazos de su marido y la arrulló por un momento haciéndola calmar.

Ella no entendía porque Clarisa, la abuela biológica del bebé, no le dijo nada de la muerte de Kate. Eso no tenía sentido.

—Ya que la situación está bien; pasemos a la terraza a desayunar, hay que alimentar el monstruo que mi esposa tiene por estómago— les dijo Alexander.

Paige hizo un puchero.

—No es un monstruo; es un hoyo negro— bromeo Jason por lo que todos rieron menos Paige y por supuesto Sam.

Pasaron a sentarse y a disfrutar del desayuno; a pesar que todo ha salido bien Alexander no bajara la guardia hasta estar totalmente seguro de la familia de su esposa.

Todos estaban conversando cuando un teléfono interrumpió la comida; Paige se disculpó y entro a la casa para atender.

—Me imaginó que ha de ser Olivia— dijo Jason.

Casada con mi jefe. Saga: NYC N° 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora