Una vez le dije a alguien:
Supongo que
siempre fui demasiado independiente
como para echar a alguien de menos.
Lugares, sí.
Momentos también.Pero personas nunca.
Deduzco que porque como dijistesiempre soy yo
la que se va antes.Antes de que pueda ocurrir, supongo.
Antes de que me relaje,
baje mis defensas
y me vuelvay luego seas tú quien te marches.
Qué terror,
en serio.Porque hace tiempo descubrí que realmente no conoces la sensación de soledad hasta que no descubres la de tener a alguien.
Y joder, desde allí ya no hay marcha atrás.
Desde allí todas las libertades saben amargas.
Te pierdes sin rumbo si no hay nadie que te ancle.
Y da igual lo independiente que seas,
que nunca lo serás lo suficiente,
te lo aseguro.Por mucho que lo intentes.
Que sí.
Que vale.
Que para mí en muchos momentos
dos también serán multitud.Pero yo ya conocí la sensación de tener a alguien,
y ya no tengo la opción de marcha atrás.Por si me lo preguntas,
sí,
fui yo la que se marchó
también en esa ocasión.Porque joder,
descubrí la sensación,
pero no me permití en ningún momento
acostumbrarme a ella.Pero
(pero)
debo admitir que contigo
comenzó a cobrar sentido por fin.
Y desde entonces,
no tengo ni p*** idea de qué hacer(Conmigo).
(O contigo).
(No sé, joder).
ESTÁS LEYENDO
Todo en lo que pensaba cuando respondí "nada".
Random"Porque en eso, amor, somos ya veteranos, en estrangular el impulso que nos da a veces de besarnos. En que te pregunte qué pasa y tú respondas que nada y yo me encoja de hombros. Y ni que yo insista ni tú me mires a los ojos." ...escribiste una ve...