xv. En vid[i]a.

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Algo más que siempre callé.

Ya sabes que no soy de tener celos. Y aún menos envidia, que yo soy de alegrarme por los que quiero.

Pero Dios.
Me sabe fatal.
Pero me das tanta envidia.

Cuando te escuchaba hablar y yo asentía (o te leía), no paraba de preguntármelo.

Joder, cómo lo ha hecho.

Porque no lo entendía.
Ahora un poco más, (aunque dudo que algún día lo haga del todo).

Cómo lo has hecho para conservar la esperanza en todos.

En nosotros (el resto de personas que no son como tú).

Y me decías "no, es que en ese sentido soy un estúpido", sin saber lo inteligente que eras. Porque cariño, en materia de la vida, eres un p*** experto.

Porque lo intentabas.
Y a día de hoy, lo vuelves a intentar.
Aunque te fallen mil veces.
Aunque te estrellen el corazón contra el suelo y además lo pisen al marcharse.

Comprendí que hay dos tipos de personas:
-yo, que aprendo rápido y nunca tropiezo dos veces con la misma piedra, y
-, que caes mil veces. Pero que de tanto golpear la piedra acabas rompiéndola.

Todo en lo que pensaba cuando respondí "nada".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora