Tiempo

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Su alma era pura, cristalina,  pero su corazón estaba empañado, recubierto de los fantasmas que el tiempo sembró con calma en él, su actitud era firme,  no dejaba ver el más mínimo ejemplo de sufrimiento  o dolor,  pero yo no me fijaba en su expresión, sino en su aura, blanca y al mismo tiempo negra, nunca gris, el solo daba pureza y solo recibía maldad.

Nos vimos  muchas veces, la primera de todas,  me lo pidió,  sin miedo ni titubeo, me lo dijo:

"Puedes prometerme que soy el único en tu lista el día de hoy".

Yo llevo la muerte,  pero lo hago por oficio y no por gusto, su petición, hecha desde lo más profundo de su ser,  me hizo reflexionar.

"algún día",  le dije,  y me fui.

Muchas veces lo visite, el miraba  dentro de mi buscando algo más que lo que soy,  y lo encontraba,  pero nada podía hacer al respecto, pues nuestros caminos eran distintos, me hacía la pregunta sin hablar y yo paciente le regalaba mi voz.

"algún día ".

Su vida se extendió más de lo debido,  mucho más,  parecía malévolo de mi parte,  hacerlo sufrir durante tanto tiempo,  pero todo era por un motivo,  otorgarle aquel regalo que tanto anhelaba.

Llegue, una noche, cubierta por la penumbra, silenciosa,  pero su alma,  corazón y mente estaban en paz, ni todo el silencio del mundo hubiese sido suficiente para ocultar mi llegada, él lo sabía,  y estaba listo,  tenía años listo.

"¿Soy el único en la lista? " me dijo.

"Si,  pero solo por hoy, te puedo dedicar solo un día".

"Solo un día es suficiente,  solo un día es lo que siempre quise".

Cartas a la LunaWhere stories live. Discover now