VI. SEXO Y MENTIRAS

452 23 19
                                    


—¿Al cine? ¿Los tres? –preguntó Liam.

—Sí, Harry me ha llamado. Tiene entradas para la primicia. Quiere que vayamos los tres. Después, iremos a cenar y nos traerá de vuelta a tiempo –batió palmas Louis.

—No sé. Me sentiré un tanto violento.

—Vamos, no seas tonto. Después de todo, has follado con él.

—Está bien.

—¡Perfecto!

Se encontraron con Harry en los aparcamientos del cine. Besó a Louis en los labios, Liam lo saludó con un apretón de manos, como buenos amigos.

—Nos vamos a divertir esta noche. ¡Me encanta las películas de monstruos! –exclamó Harry, colocando sus manos en los hombros de los chicos y empujándolos hacia la rampa.

La sala del cine estaba repleta de gente y tuvieron que sentarse bastante cerca de la pantalla. Compraron palomitas y refrescos. La gente iba bien vestida para el estreno de la película, aprovechando el fin de semana. El verano estaba cerca y la ropa era más liviana.

Harry se sentó en medio de los dos chicos, bromeando y robándoles las palomitas. La película empezó y la sala quedó a oscuras. Como toda buena película de monstruos que se preciase, las escenas eran oscuras y tétricas y la sala apenas se iluminaba con los reflejos de la pantalla. Harry pasó uno de sus brazos por los hombros de Louis, dejando descansar su mano sobre el pecho, pellizcando uno de los pezones y lo sobó a placer. Intentó hacer lo mismo con Liam, pero el chico se tensó y tuvo que apartar la mano. Era demasiado pronto.

Louis se dio cuenta y se giró en el asiento, quedando de perfil, apoyado sobre una cadera. Llevó su mano todo lo lejos que pudo, posándola sobre una pierna de Liam. Éste lo notó tensarse y juntar las piernas, pero no se amilanó. Empujó su mano con más fuerza, insertándola entre los muslos.

—Ábrelas –le susurró y Liam, a pesar de que Harry lo miraba, obedeció.

Los dedos de Louis juguetearon sobre sus muslos, incitándolo. Poco después, meneaba las caderas, enardecido. Louis le había bajado el cierre, liberando el grueso miembro, subiendo y bajando el prepucio mientras que con los dedos jugaba con el glande, haciendo movimientos circulares.  

Mientras tanto, Harry lo había intentado de nuevo con su brazo y, ahora, el chico no se opuso. Le acaricio todo su pecho, mientras su amante se dedicaba a la entrepierna. Louis retiró su mano cuando intuyó que su amigo estaba a punto de correrse. Entonces, desabrochó la bragueta de Harry y le sacó el pene. Volvió a estirar el brazo y se apoderó de una de las manos de Liam, llevándola hasta el regazo del hombre y colocándola sobre el erguido miembro. Liam no retiró la mano, sino que empuñó la gran extensión y se peleó con la mano de Louis por su posesión. Sin embargo, no giró ni un solo instante la cabeza, la vista fija en la pantalla.

Louis se abrió de piernas, sin soltar el miembro de Harry, cuando notó cómo la mano de éste subía por sus muslos hasta apoderarse de aquella erección palpitante. En el otro asiento, Liam lo imitó. De esta manera, Harry los masturbó a los dos mientras que le hacían lo mismo a él.

Cuando salieron del cine, los tres sonreían y Harry caminó con ellos, aferrándolos de la cintura.

Se sentía Dios en ese momento.




Encuentros de este tipo se repitieron a lo largo de tres semanas. No importaba el lugar donde se encontraban, siempre había una buena ocasión para meterse mano. Liam le hizo una felación a Harry en el metro mientras Louis vigilaba que no llegara nadie. Harry se folló a Louis en el teatro mientras Liam les servía de pantalla y se masturbaba él mismo, al mirarles de reojo. Harry penetró a Liam en el túnel del amor de la feria mientras Louis le masajeaba los testículos para que se corriera rápidamente, antes de salir por el otro extremo. Louis y Liam se amaron en los lavabos de un restaurante mientras Harry pedía los postres.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Dec 20, 2016 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

El arte de manipular Where stories live. Discover now