Capítulo 1

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— ¡Mamá, ya me voy! —grito bajando las escaleras.

No obtengo respuesta así que supongo que ya me habrá oído.
Corro hacia la cochera para secar mi bicicleta.

La encuentro y me monto encima de ella.

Pedaleo lo más rápido que puedo, pues se me ha hecho tarde. Miro el reloj de mi celular.

Oh no, ¡son las siete y veintiséis!

No creo que llegue en cuatro minutos.

—Daniela se positiva — me digo regañándome.

Estoy sudando, y no me gusta sudar. Todo el cuerpo se me calienta y la cara se me pone roja.

—Cálmate, cálmate.

Mis manos empiezan a sudar. Si llego tarde no daré mi examen de química y en ese curso estoy mal. No entiendo nada porque me quedo dormida.

No sé si me aburre o qué. Pero mi madre me ha ayudado a estudiar así que con suerte tendré un quince.

Por fin llego, estaciono la bicicleta en el lugar adecuado para las bicicletas y corro hacia la entrada.

—Señorita — oigo la voz de un hombre. Es el coordinador de disciplina. —ya es muy tarde. Son las siete y treinta y cuatro.

—Lo siento, es que se me hizo tarde. Déjeme pasar por favor.

Lo piensa un rato y luego dice:

—Está bien, pero que no vuelva a ocurrir.

—Gracias.

Subo las escaleras con la mochila pesada tambaleándose de un lado a otro en mi espalda.

Ya todos deben de estar resolviendo el examen.

Me duelen las piernas pero sigo adelante.

Llego al tercer piso y corro hacia mi salón. Toco la puerta y espero a que alguien me abra.

La puerta se abre y de esta sale un profesor. Es el profesor de geometría. Es uno de los más estrictos profesores que hay en li colegio.

—Buenas días —me dice con su voz enojada.

—Buenos días, el coordinador me ha dicho que podía pasar a dar mi examen.

—Pero ya es tarde.

—Sí, pero ha sido la primera vez.

Lo piensa.

—Está bien, pase.

Camino hacia mi asiento designado. Y mientras lo hago veo todos los ojos de mis compañeros posados en mí.

Oh, en estos momentos deseo desaparecer.

Me siento en mi lugar y el profesor me pasa el examen correspondiente.

***

Termino de dar el examen y voy al baño. Me lavo las manos. Y miro mi rostro en el espejo. Estoy hecha un desastre. Mi cabello esta todo despeinado. Y mi cara pálida.

Lavo mi rostro, lo seco con papel higiénico. Y me peino con los dedos.

Suena la campana y me dirijo a mi salón.

Todos están sentados excepto la tutora y un chico que jamás he visto.

Me siento y miro al frente, observando al chico.

Su cabello tiene la perfecta combinación de castaño y rubio. Sus ojos son azules, tiene la piel clara, es alto y delgado.

Sus ojos se encuentran con los míos. Yo, rápidamente aparto la mirada. Es la primera vez que alguien me mira a los ojos. Ningún chico lo había hecho nunca. Cuando sus ojos se encuentran con los míos siento que está descubriendo todos los secretos de mi alma.

—Buenos días alumnos - empieza la tutora. —hoy tenemos a un nuevo estudiante, se llama Fabián Miller y viene de Washington. Espero que le hagan sentir como en casa. —sonríe y le dice algo a Fabián que no logro escuchar.

Erika no ha venido, lo que significa que hay un asiento vacío atrás mío.

Oh por favor no te sientes aquí atrás. Por favor.

Y no funciona.

Escucho como se sienta y deja su mochila a un lado.

¡Genial!

El chico nuevo esta atrás mío.

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Hola!! Esta es una de mis nuevas novelas así que espero que les guste, le den en la estrellita, comenten y si pueden... ponerlo en su biblioteca. 

Actualizare todos los sábados. O tal vez unos días antes ya que estoy de vacaciones. 

Bye

Daniela se enamoraWhere stories live. Discover now