Sin rumbo -1

25.

El sol golpea mi cara al salir de casa. Veo como en las calles de Alexandría no hay nadie, solo a la mujer que vigila la puerta de entrada. Al llegar a ella veo como me mira con superioridad.

-¿Y bien? -me pregunta esperando una respuesta.

-Quiero salir de aquí -al decir esto veo como empieza a reírse de mi por lo que acabo de decir.

-Cuéntame para que quiere una niña como tú salir a un sitio como ese. ¿La vida en Alexandría te aburre?

-Llevaba sola esos bosques desde que empezó todo, así que sí, se lo que hay afuera. Quiero que me des un arma y quiero salir de aquí. -Veo como se da cuenta de que no soy uno de esos niños que ni siquiera saben sujetar un arma, veo como baja la mirada avergonzada.

-Pensaba que...Bueno te dejaré salir, te puedes llevar si quieres uno de estos rifles. Aunque también tienes estos cuchillos de aquí...

-Quiero mi arco.

-Sí claro, por supuesto -veo como empieza a buscar mi arco entre todas las armas que tienen para la gente que quiere salir. -Aquí lo tienes.

Al cogerlo no puedo evitar sacar una sonrisa, rápidamente lo levanto para mirar por el objetivo y asegurarme de que esta bien. Tenso una flecha en la cuerda y compruebo que esta perfecto, tal y como lo dejé. Levanto la mirada y veo como la chica ya no me mira con tanta superioridad, es más, me mira con asombro.

-¿Sabes sobre que hora vas a volver?

-Nadie sabe si volveré.

Las puertas de Alexandría se abren y salgo con energía, dispuesta a despejarme por los bosques.