Cicatrices

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Wonwoo lanzó la cabeza hacia atrás, liberando un largo y grave gemido mientras Mingyu besaba su cuello y clavícula. En esos momentos, cuando podía perderse en el placer, olvidaba por completo las dudas que lo atacaban durante el día. Movió las caderas hacia arriba, desesperado por encontrar un poco de fricción con el cuerpo del menor, y ronroneó satisfecho cuando logró su cometido.

Estaban desnudos, piel contra piel, y Wonwoo bajó la mirada para observar el momento exacto en que Mingyu atrapó su erección. La bombeó, lamió, tragó y aunque al azabache le costaba mantener sus ojos abiertos, no quería perderse de la escena. El tiempo pasó sin que él lo notara y después, Mingyu se alejó lo suficiente para tomar la pequeña botella de lubricante de sus pantalones. Al volver a acomodarse sobre Wonwoo, este hizo una simple cosa que lo llevó al cielo y de vuelta. Abriendo las piernas, el mayor le dio el permiso que no creyó iba a recibir nunca, y se lanzó desesperado a los labios de este, olvidando por un momento todo lo demás.

El sonido de la tapa de la botella siendo abierta fue lo único que avisó a Wonwoo, aunque se sorprendió al no hallarse nervioso. Continuó besando a Mingyu, mordiendo el labio inferior del menor cuando un dedo de este empezó a jugar con su entrada. Mingyu atrapó su miembro con la otra, ofreciéndole una placentera distracción mientras intentaba hacer su camino dentro del mayor.

Fue un poco incómodo, la sensación extraña y nueva de algo dentro de él haciéndole abrir la boca e inhalar unas grandes bocanadas de aire. Sin embargo, la molestia empezó a desaparecer cuando Mingyu empezó a mover su dedo, y una ligera sensación de placer embargó el cuerpo de Wonwoo. Se dejó llevar, disfrutando de todas las sensaciones nuevas y necesitando más, mucho más. Pero su impaciencia no detuvo a Mingyu, que lo preparó cuidadosamente y de una forma tan íntima que Wonwoo no pudo evitar gemir fuerte, contento con esa atención incondicional que recibía de parte del moreno mientras estaban juntos de esa manera.

Mingyu retiró sus dedos, y Wonwoo se sorprendió a sí mismo haciendo un sonido de reproche. Con una ligera risa, el moreno le mostró el condón antes de ponérselo y bañar su propio miembro con lubricante. Entonces, se colocó entre las piernas del mayor y gruñó de placer mientras su erección entraba hasta la base. Wonwoo tenía unas pocas lágrimas en los ojos, que él limpió con sus manos y volvió a jugar con el cuerpo del mayor, tocando su miembro y besando cada pedazo de piel a la que su boca pudiera llegar. No fue hasta que Wonwoo alzó las caderas, buscando movimiento, que Mingyu se dejó ir y lo folló –primero lento, esperando que se acostumbrara, y luego, al encontrar la próstata de Wonwoo, tan fuerte y rápido que el orgasmo los atacó con la fuerza de un huracán.

Sus encuentros eran así. Apasionados, largos, y llenos de tantas emociones confusas y opuestas que no eran capaces de comprender. Mingyu salió del mayor y se dejó caer en el pedazo de colchón a su lado, respirando profundo para recuperar su aliento. El sexo era increíble y, aunque había sido la primera vez para Wonwoo ser al que follara, siempre terminaban tan satisfechos y encantados que casi podían olvidar la vida fuera de la habitación. La vida donde su amistad estaba perdida, hundiéndose cada vez más entre la necesidad de continuar con esa relación extraña y el odio que se tenían a sí mismos. Mingyu sentía que se rompía cada vez más, pero luego de dos meses de tener a Wonwoo así, de poder tocar su cuerpo y sentirlo de una forma tan adictiva, ya no le importaba –todo dentro él se había convertido en piezas rotas y filosas, pero como que valía la pena.

Debían detenerse, ambos lo sabían muy bien. Por su bien y cordura, necesitaban parar con esa locura inmediatamente. Wonwoo estaba harto de dudar por las noches sobre algo que a la luz del día le parecía tan sencillo; Mingyu se había rendido y admitido al mayor de sus amigos que extrañaba una buena noche de sueño –pues las pesadillas no lo dejaban. La adicción que adquirieron por el otro no los estaba salvando, era veneno mortal.

Mil pedazos • MEANIE • |TERMINADA|Where stories live. Discover now