Todo por una galleta

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- Lo has estado evitando y ya se va mañana, sabía que algo estaba mal contigo, pero ¿es en serio? Si tú no lo quieres dejamelo a mi.

- Fuera de mi cuarto, Dafne- en efecto, lo había estado evitando desde que me pidió ir con él. Y ahora que había terminado la escuela pasaba mis días en mi habitación leyendo algún libro, lo cual es justo lo que hago en este momento sentada en una silla de espaldas a mi ventana.

- Es que no lo entiendo, él es un sol, te pidió ir de vacaciones juntos, no es como si se fueran a casar- me reprochó mi hermana desde el umbral de la puerta.

- ¡Yo lo sentí así! Además es mucho tiempo, demasiado dinero que gastar.

- Ay niña- Dafne se comenzó a frotar las sienes con los dedos, la había desesperado- como si él no lo hubiera planeado todo ya, ¿sabes porque mis padres hablaban tanto con Alex? Les pidió permiso desde que los conoció y ellos dijeron que si, el dinero no es problema porque él ya trabajó como endemoniado casi todo el tiempo, sus padres ayudarán y los nuestros también.

- ¿Cómo es que logra hacer tantas cosas a mis espaldas?- pregunté para mi, Dafne rodó los ojos y se fue.

Duré unos cuantos minutos leyendo mi libro, cuando algo tocó mi hombro.

- Oli...- escuché una voz decir mi nombre y por instinto golpeé a la persona sin siquiera haberla mirado- ¡Oh por Dios, yo quería tener hijos!

- ¿Alex?- miré y en el suelo de mi cuarto estaba él retorciendose de dolor, cubriendo sus partes íntimas con sus manos.

¿Cómo logra hacer tantas cosas a mis espaldas?

- No, soy Larissa- dijo sarcasticamente, soltó unos cuantos gemidos de dolor y después se incorporó lentamente- Si, soy yo, ¿quién más escalaría dos pisos por ti?

- Un ladrón.

- Que no soy un criminal en potencia, ya te dije- sacudió su ropa y me miró un poco molesto, después me hizo una mueca- yo quería tener dos bellos hijos, un niño y una niña. Se llamarían Gina y Thomas porque ellos ya me chantajearon para hacerlo, ¿y si quedo estéril?

- Los adoptas.

- ¿Tú quieres ver a Gina llorar, cierto? Tendrá que decirle adiós a su sueño de tener una mini ella- de subió a mi cama y escaló hasta llegar a la cabecera para abrazar a mi almohada- ¿por qué me estás evitando Oli? Espera, ¿tú quieres tener hijos conmigo, cierto?

- No estarás hablando en serio- dije perpleja- y los niños me odian, me ven y lloran, no lo entiendo.

- Yo si sé por qué, pero eso no importa, se resuelve luego. Escapaste cuando te pedí venir conmigo, no he podido dormir ni tampoco comer...

- Pues yo te veo un poco obeso...

- Silencio, ¿si? Estoy en el papel de víctima, no me lo arruines- hizo la almohada a un lado y se sentó- ¿por qué no quieres venir conmigo?

- No lo sé- me acerqué un poco y me coloqué en la esquina de la cama, un poco lejos de él- sólo pienso que es... Demasiado, no estoy segura de si debería hacerlo- bajé la mirada apenada.

- Oye.

- ¿Qué?- cuando me di cuenta Alex estaba cerca de mi, muy cerca. Y estaba besandome, como me tomó por sorpresa tardé unos pocos segundos en reaccionar y seguirle el ritmo.

Me tomó por los hombros y lentamente nos fuimos recorriendo hacia atrás en la cama alejándonos de la esquina sin separarnos un milímetro, finalmente quedé recostada con Alex encima mío; duramos un rato besandonos lentamente y acariciando nuestros cuerpos.

Él metía con cuidado una mano debajo de mi blusa cuando escuchamos voces que hicieron que nos alejaramos rápidamente.

- ... si quieren nos vamos y les dejamos la casa sola...- dijo mi padre desde la puerta que por alguna razon olvidé cerrar, y para hacerlo mejor, a su lado estaba mi madre cubriendo los ojos de mi hermana menor.

- Gracias suegro, eso estaría genial- dijo Alex a mi lado, aún tenía su respiración un poco agitada y el cabello alborotado, al igual que yo.

Mi papá se rió y codeó a mi mamá en su costado- ¡Adoro a este chico! -tomó el pomo de la puerta para cerrarla- denme muchos nietos, pero en caso de que quieran esperar más para eso, Alex ya sabe donde dejé la protección, ¡qué se diviertan!

Cerró la puerta y escuché el sonido del motor del carro encendiendose, después se fue. Alex se movió un poco a mi lado y tenía una mirada pícara cuando lo volteé a ver.

- ¿Serías tan descarado?- pregunté.

- La verdad si, pero tú no- se acercó a mi una vez más y me besó por última vez, después se alejó con una sonrisa.

Salió de la cama y dirigió sus pasos hacia la puerta, la abrió y volteó a verme.

- Mañana me voy exactamente a las 8:30 de la mañana, me iré contigo o sin ti. Nos vemos, Oli.

Después cerró la puerta y se fue.

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Es todo lo que puedo hacer por una escena de un beso agsahsfgs que vergüenza tengo, chau.