Todo por una galleta

Agradecimientos, y un pequeño regalo de Navidad.

Iba a subir esto ayer pero lo olvidé, que sorpresa. En fin, aquí voy.

A mi siempre me han desesperado en los libros las protagonistas femeninas, tan sentimentales, ingenuas y desconfiadas. Aunque no ésta mal leer un libro donde ellas sean así de vez en cuando.

Pero, tipo tienen al wey y nada más se hacen del rogar porque su amor disque no puede ser. Y yo pienso: "¡Dale, lo tienes ahí para ti, cometelo!" me pasó con hush hush, por ejemplo.

Así nace Oli 💕 intenté hacerla a mi manera, a como me gustaría que las protagonistas fueran, aunque ésta también era medio tonta a veces. Alex es perfecto para mi, fin. Necesito uno de esos en mi vida.

Ahora va la parte verdadera de los agradecimientos:

¡Muchas gracias por leer, votar y comentar!

Hubo un tiempo donde actualizaba como una vez cada dos meses pero a la mitad de la historia me reivindicaron y lo hice más seguido, hace falta meterme presión, cof cof gracias Génesis cof cof.

Esta fue como la tercera historia corta que comencé a hacer (y la acabe hasta ahorita, no puede ser) así que tiene un lugar especial en mi oscuro corazón. Es triste dejar ir a los personajes.

Pero no todo es tan malo, aquí es donde me hago Spam.

Pueden leer la historia de los padres de Alex, Ethan y Anne. Ya que en realidad "Todo por una galleta" es la secuela. La encuentran como "Coffee Shop" tiene varios errores ortográficos que me faltan por corregir pero no importa.

Y también está "Cómo NO conquistar a Gina" que es el Spin-Off de "Coffee shop" y obviamente es la historia de Tom y Gina, tíos abuelos de Alex. Tiene unas 12 partes apenas.

Y eso es todo, gracias por acompañarme.

Sigan bajando, les conviene. Es mi regalo de Navidad.

-----------------------------------

Parte extra.

- Y esta es la razón número mil por la cuál debe dejar casarme con su hija, la amo ¿qué dice suegro?- pregunté a Sean, el padre de Oli.

- Te dije que si a la primera, no sé por que quisiste darme más argumentos.

Había salido con él a una cafetería, Olive no lo sabía porque obviamente ella no debía conocer el hecho de que le iba a pedir su mano en matrimonio. Me gusta sorprenderla.

- Uy, perdóneme por querer hablar más de su hija- saqué mi celular y le mostré una foto que tenía de ella, la habia tomado en uno de nuestros viajes. Lo hice sin que se diera cuenta, como siempre- mirela nada más, es bellísima y puede derribar a alguien de un puñetazo, la necesito en mi vida.

- Gracias, yo la hice- nos quedamos un poco más tomando un café y discutiendo como le daría la sorpresa a Oli hasta que lo decidí. Pude haberlo pedido en un restaurante lujoso y todo eso, pero al final pensé que lo mejor sería regresar al lugar donde comenzó todo.

Llamé al restaurante de comida china dónde solía trabajar y cobrando unos cuantos favores que el dueño me debía lo reservé para esa misma noche.

Larissa y Matt, que se encontraban en una relación, me ayudaron a prepararlo todo en lo que yo iba por el anillo. Cuidadosamente lo elegí con la ayuda de mi suegro y cité a Oli en la tarde.

Ya avanzada la noche llegó el gran momento y me encontraba algo nervioso, estaba un ochenta por ciento seguro de que me diría que sí. Pero todo puede llegar a pasar.

Cuando metí mi mano en el bolsillo de mi pantalón para sacar la caja con el anillo, Oli se puso de pie repentinamente.
Tomó mi mano y se incó frente a mi.

- Alexander, ¿te casarías conmigo?- preguntó, como eso había sido absolutamente una sorpresa para mí, me quedé sin poder decir nada y no respondí - ¿Alex? ¿Quieres o no? La posición es algo incómoda.

Comencé a reírme sin control, la situación me superaba. Ella me miraba como si me hubiera desquiciado y se puso de pie.

- Tampoco tenías que reírte, oye- dijo enfadada.

- Lo siento, lo siento- me reí un poco más e intenté calmarme, Oli siempre lograba sorprenderme- resulta, que yo estaba a punto de preguntarte lo mismo.

Saqué la caja de mi bolsillo y se lo enseñé- fui con tu padre por el y todo.

- Vaya, yo hice lo mismo con Anne y Gina- entonces fue turno de ambos para reírnos. Finalmente nos detuvimos y pensé que por lo menos tenía que completar lo que iba a hacer.

Me inqué en una rodilla, tomé su mano y la besé- Casate conmigo, Oli.

- Pues si no hay de otra... Lo haré- me incorporé, le puse su anillo de compromiso y después ella colocó el mío. Olive rodeó mi cuello con sus brazos y poniéndose en puntillas, me besó.

Después de todo, no me importaría pasar mi vida con ella.