P.3 De nuevo en casa

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Parte III

Me encontraba empacando mis cosas en una pequeña mochila de color negro cuando tocaron a mi puerta.

Cuando la abrí María Hill se encontraba recargada en el marco mirándose los zapatos distraída, cuando aparecí en su campo de visión me regaló una sonrisa y suspiró como si deseara decirme algo pero lo se atreviera, yo al igual le sonreí.

—¿Qué tal está? —pregunté dejándola entrar a la habitación.

Después de que Scott y Wanda nos sacaran de aquel lugar tuve tiempo de revisar mejor a Steve, llevándome la gran sorpresa de que no solo estaba golpeado sino que tenía algunas puñaladas, tras en el abdomen y una en la pierna y que gracias a ellas tenía la playera completamente llena de sangre y estaba perdiendo cada vez más y más. Cuando llegamos a SHIELD los doctores se lo llevaron inmediatamente y a partir de ese momento yo no había tenido acceso para acompañarlo, únicamente podían entrar los miembros de alto rango, como lo era Hill.

María soltó un suspiro mientras entraba y se sentó en la cama.

—Mejorando. No lograron dañar ningún órgano importante lo que lo mantuvo con vida por más tiempo, pero perdió mucha sangre, los doctores no entienden cómo es que pudo siquiera mantenerse consciente. Al parecer mientras estuviste inconsciente lo torturaron, tiene sus pulmones un poco hinchados y está demasiado golpeado, han tratado de ahogarlo.

Solté un suspiro y me senté junto a ella.

—Pero... ¿se pondrá bien, cierto?

—Sí. Eso espero.

Nos mantuvimos en silencio por un buen tiempo, ambas mirando a la nada pensando en lo sucedido.

—Deberías quedarte. —dijo después de unos minutos, el comentario me había tomado por sorpresa por lo que tomé mi tiempo en responder.

—Tengo que ir. La misión aún no está completa y tengo que arreglar un par de cosas de mi pasado en Rusia.

Hill se mantuvo en silencio hasta que suspiró.

—La razón por la que he venido es porque el doctor está dispuesto a dejarte entrar a ver a Steve. Está consciente y despierto aunque aún no puede levantarse, tiene una fisura en la cadera, sana rápidamente gracias al suero del súper soldado, pero incluso así tomará su tiempo. Además Steve..., Steve quiere verte.

Inhalé profundamente mientras me ponía de pie.

—¿En qué habitación está? 

—32, cerca del antiguo laboratorio de Tony.

María se puso de pie y salió de la habitación dejándome por detrás, continué empacando las últimas cosas en mi mochila y me la puse al hombro, después me encaminé a la habitación donde se encontraba Steve.

Cuando abrí la perilla y di un paso dentro de la habitación me encontré con los ojos curiosos de Steve y una pequeña sonrisa en sus labios.

—Hola. —dije tomando asiento en un sillón que se encontraba cerca de la camilla.

—Hola. —me respondió intentando enderezarse. Ambos permanecimos en silencio hasta que decidí que debería darle la noticia que abandonaría aquel lugar por un tiempo.

—Steve he venido a despedirme. —Por un momento pareció no comprender ya que permaneció en silencio pero antes de que hablara lo interrumpí.— volveré a Rusia hoy mismo.

La Pareja que Shippeas [Premio] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora