Capitulo 19

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La historia de mi mama es algo complicada, tuvo una infancia dura y una adolescencia larga y dolorosa.
Con unos padres muy exigentes y poco permisivos los años que paso junto a ellos se le hicieron tan largos como podríamos creerlo.  Los llantos bajo las sabanas eran cada vez mas seguidos, y el precario amor en su vida la llevo a desconfiar de todos.
A los seis años su tío Eduardo pasaba mucho mas tiempo con ella que el debido, pero nadie lo notaba, nadie veía nada raro en esa relación. Nadie sospechaba de la sangre en su bombacha, o de los moretones en los brazos, nadie veía los cachetes irritados bajo el pantalón.
Mi mama aprendió a no llorar, porque así se lo había enseñado el tío Eduardo, le había enseñado que llorar era marca de debilidad y que todos se acercarían a ella solo por lastima. Su estrategia era que nadie notara la marca que él estaba dejando en su vida.
A los ocho años descubrió que su padre llegaba ebrio después de las dos de la mañana y que, además de golpear, abusaba de su madre. Una noche despertó para ir al baño, cuando escuchó gritos y llantos. Se asomó por la puerta y vio a su padre encima de su madre penetrándola, y gritándole las peores cosas. Su madre solo lloraba al mismo momento que le pedía que pare. Pero esto no era suficiente, una noche la madre tuvo que trabajar, y cuando llega el padre ebrio buscándola, solo encuentra a su hija escondida debajo de la mesa. El alcohol, que había cegado a este hombre varias veces, esa noche lo cegó otra vez. La pobre niña gateaba en silencio hacia la puerta cuando él se abalanzo. Ella solo lloraba diciendo que era su hija, pero esa noche pedirle a Dios no fue suficiente. En medio de la escena la pobre niña logra escaparse, se esconde en la pieza a oscuras, el silencio de los pasos era abundante en la habitación, la respiración se podía sentir a un kilometro. Ella solo estaba parada mirando hacia la ventana, solo quería que todo fuese una pesadilla, la niña solo quería llorar y ya no podía. El hombre... hombre ingrato, desagradecido y desgraciado. Que su propio karma lo persiga donde sea que se encuentre, que no crea que la vida lo perdonó. Hombre que se justifica por estar alcoholizado, hombre que piensa que la mujer esta a su alcance. Hombre que esa noche cometió mas de un delito, empujo a la niña por la ventana y luego se acostó en su cama.
Cerca de la madrugada habria llegado mi abuela, que antes de colocar la llave en la cerradura, vio una zapatilla detras del arbusto que daba al costado de la casa. Al seguir el rastro de la zapatilla le siguio un rastro de sangre, y a eso su pobre hija....

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