ONE SHOTS • joshler

can't stand losing you

Tyler rompió con Josh y éste no puede lidiar con el dolor que acarrea la ruptura.

me inspiré un poco en la canción
can't stand losing you de the police.

cantidad de palabras: 2076.

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Un joven de cabello color azabache con pequeños rizos caminaba por el muelle con una expresión melancólica, opacando el brillo de sus ojos rasgados.

El amor de su vida se le había ido de las manos y ya no podía verle ni tocarle, no podía abrazarle ni aspirar su aroma, no podía escucharle reír ni dejarse cegar por sus blanquecinos dientes, y tampoco apreciar la oscuridad de sus ojos.

La lista de cosas que no podía hacer era inmensa, y las cosas que aún podía hacer eran nulas, excepto una: podía pensarle. Únicamente podía recordarle y tener su imagen viva en la memoria.

El chico elevó su mirada al negro y nublado cielo de diciembre y deseó que la nieve comenzara a caer de nuevo. Quería quedar sepultado en el espesor de aquel helado manto blanco y morir allí. El frío sería menor que aquel que poseía su corazón desde su ruptura, podría jurarlo y hasta apostar grandes cantidades de dinero para probarlo.

El dinero. Le sobraba pero no lograba satisfacerle. Siempre pensaba que era muy irónico el hecho de tener dinero a montones y que éste no sirviera para reparar su corazón roto ni para retener a Tyler a su lado.
Algunas personas se apegaban a él por aquellos mugrosos billetes, pero Tyler lo único que había hecho era alejarse, sin aferrarse a nada.

Un suspiro se desprendió de sus labios al igual que una lágrima se separó de uno de sus ojos. ¿Por qué tenía que sufrir de ese modo?

Podría ignorar su soledad y recordar las palabras que todos le repetían. "Tal vez era lo correcto; No era para tí; Ya vendrá alguien mejor; A veces es mejor estar sólo para dedicarse a uno; No te hagas tanto drama por alguien que no seas tú mismo; Él no valía la pena; Etcétera".

Pero su vida no valía la pena sin Tyler de su lado, y sí, se hacía mucho drama pero porque él no era él mismo sin el chico de largas pestañas.

¿Estará Tyler pasando por lo mismo que yo?, se preguntó Joshua. ¿Sufrirá tanto como yo?

¿Sufrirá, acaso?

Pero algo en su interior le decía que no, que su ex no sufría por él. Y ahí era cuando sus inseguridades retomaban vida y se adueñaban poco a poco de su ser porque ahora estaba sólo, sin que Tyler le ayudara a combatirlas.

Miró el mar y luego, más profundo y lejano, el océano. La nieve se fusionaba con el agua. Recordó cómo sus cuerpos hacían lo mismo cada vez que se daban abrazos y terminaban quedándose dormidos, contando con la protección del otro.

Nadie más se encontraba cerca. En ese momento, el joven de los rizos iba sin rumbo, acompañado de una absoluta soledad. Y fue ahí que llegó a considerar la posibilidad de cruzar por el muro que le separaba de la playa y la arena y sumergirse en las heladas aguas del océano. Sumergirse y morir de hipotermia sonaba bien, pero sonaba mejor contener la respiración hasta que el agua ingresara accidentalmente a sus pulmones. Total, nadie se lo impediría porque no había nadie que pudiera verlo.

Inspiró el aroma característico de la arena mojada, de la sal, del agua, y rememoró aquellas tardes de primavera que pasó con su novio, presenciando ambos numerosos amaneceres, así como puestas del sol.

No había cosa que no se relacionara con Tyler. De alguna manera, todo lo que se interponía ante los ojos de Joshua le traía recuerdos del más joven.