singing pretty sounds

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Tyler no pudo contenerse en ese concierto.

cantidad de palabras: 1011.

______________

Lo único que hizo Tyler fue sentarse en el suelo del escenario, cantar, e intentar no mirar a Josh.

Fracasó en la última cosa, obviamente.

Es decir, ¿quién podría mantener la mirada lejos de aquel hombre? Y era aún más difícil ignorarle si no llevaba puesta una camiseta, dejando al descubierto sus marcados pectorales y fuertes abdominales, bañados en una fina capa de sudor.

"Oh", gimió Tyler, y acto seguido se rascó la frente, haciendo parecer aquel sonido un gemido de puro cansancio. Los fans gritaron, como siempre, ante cualquier acción que él hacía.

Su pantalón le apretaba en una zona no muy conveniente, pero debía aguantar, como en todos los conciertos. Aunque, por alguna razón, ésta vez estaba más caliente que en las demás.

"Bueno, ¿cómo están todos?", preguntó Tyler, intentando hacer foco en otra cosa. Miró a Josh, quien en seguida le correspondió la mirada. "¿Qué tal tú, Josh?", prosiguió, y el pelirrojo golpeó levemente los platillos de su batería como respuesta.

Ambos artistas habían acordado que hacer ese gesto con los platillos significaba que Josh estaba entusiasmado o alegre. Mediante ese sonido -y otros más- podrían comunicarse sin que Josh muriera de un ataque de ansiedad al tener que hablar con un micrófono frente al público.

El castaño sonrió y se revolvió el cabello. Acto seguido, se levantó y cubrió su torso y parte de sus piernas con su kimono de flores, intentando ocultar aquel bulto que no debía tener.

Caminó con dirección al piano mientras hacía un par de chistes, logrando que los fans y su compañero de banda rieran.

Los platillos sonaron de nuevo.

El corazón de Tyler parecía vibrar en lugar de latir normalmente, y una mirada rápida a Josh no le ayudó con su problema. Corrió los metros que le separaban del piano y tomó asiento en su banquito.

Con una mano acomodó el micrófono de acuerdo a su altura y con la otra presionó aquel bulto latente que se encontraba entre sus piernas, soltando otro gemido, que derivó en otra canción.

Comenzó a cantar Car Radio, casi gritando los "oh" que se encontraban en el coro. Los acompañó con un par de notas del piano al azar, y los repitió durante unos minutos, hasta que estuvo apenas más aliviado.

Siguió con las otras estrofas con cuidado de no dejar que su voz temblara demasiado y, mientras, hurgó dentro de su bóxer.

Miró a Josh de reojo. Pero...

"Uhm...", se interrumpió, haciendo una pausa en la canción. De repente, la letra se le había esfumado de la cabeza, como si nunca hubiera existido. La melodía se había desvanecido.

Demonios, susurró. Nadie lo oyó, a excepción de él mismo.

"Tuve una mala noche, ¿saben? No dormí nada bien", explicó.

Sabía que apenas podían verle mientras estuviera detrás del piano, pero no importaba. Estaba súper caliente y no quería que tuvieran esa mala imagen de él, y deseaba aún menos que los medios lo hicieran más viral, por lo que permaneció sentado.

Minutos después, las palabras de otra canción se hacían oír a través del micrófono.

Los gemidos se mezclaban con los gritos de las estrofas y con los gritos de los fans, pero cuando Josh fue a tocar sobre el público, otorgándole así una muy buena visión de su espalda y trasero a Tyler, éste se vio obligado a apagar el micrófono.

Se escondió más aún y comenzó a sacudir su mano de arriba a abajo sobre su miembro, imaginando a su mejor amigo haciendo el trabajo.

"Mhm... J-Josh", gimió. Alzó la mirada por sobre el piano y le vio, tan brillante debido a la acción de los reflectores sobre el sudor. "Carajo".

Estaba jodido.

Si al menos una persona del staff le tomaba una foto o le veía, estaría arruinado para toda la eternidad. Sería la mayor vergüenza de su vida, pero eso no le impidió seguir deslizando su mano a lo largo de toda su longitud, cegado ante la necesidad.

Entre notas agudas y varias roncas debido a la excitación, el concierto fue llegando a su fin.

"¿Por qué no salta y corre por el escenario como siempre lo hace?", preguntó una chica del público, expresando su confusión. La misma pregunta se fue corriendo por todo el lugar y la duda fue general.

"Ahm-...", continuó gimiendo el moreno entre susurros, tapándose los labios con una mano para evitar ser escuchado.

Lane Boy. El solo de batería le dio tiempo al cantante para unos últimos rápidos movimientos y que el blanquecino líquido característico se desprendiera de su miembro, desparramándose sobre sus manos y parte de su remera negra, que cubrió casi en seguida con su kimono al mismo tiempo en que tomaba aire y continuaba con el estribillo de la canción, ya que Josh había terminado su parte.

Los reflectores se apagaron minutos más tarde. Se despidieron de los fans a una velocidad increíble y Tyler, aliviado y casi sin sentir las piernas, caminó a lo largo del escenario a duras penas, tomándose de cosas que iba encontrando en el camino para no caer por la debilidad, hasta llegar a la escalera del detrás de escena.

Cada uno fue a su camerino, sin encontrarse en el camino -como habitualmente hacían para felicitarse-.

Tyler sonrió al cerrar la puerta y quedarse en la soledad de su closet. Negó con la cabeza al reconocer el riesgo que había tomado una vez más y soltó una risilla al ver sus ropas manchadas, sabiendo que era desastroso no poder contenerse y explotar de esa manera en medio de un concierto.

"Al menos nadie se dio cuenta de nada, ni siquiera Josh", se tranquilizó a sí mismo, convenciéndose de algo de lo que estaba seguro.

Josh, por su parte, se dejó caer en el gran sillón de su recámara, agotado. Los ojos fijos en un punto aleatorio de su camerino, su mirada perdida, y su entrecejo levemente fruncido. De manera automática y casi instintivamente, su mano derecha fue a parar a su entrepierna, mientras la imagen de Tyler detrás del piano arrasaba con su cordura y graves gemidos se desprendían de sus cuerdas vocales.

Tyler se había equivocado.

ONE SHOTS • joshlerWhere stories live. Discover now