forbidden love

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Tyler y Josh son felices cuando hacen lo prohibido.

kinda (but not really) segunda parte de
singing pretty sounds.

no hay smut.

btw, puede ser que haga de ésto una fanfic, como la que tenía antes (también llamada forbidden), pero sería un remake de esa porque no tenía una idea clara de lo que iba a hacer. igual, eso depende de cuánta trascendencia le den a éste one shot.

cantidad de palabras: 902.

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El treceavo show del tour finalizó y, abrazados, ambos jóvenes hicieron una reverencia hacia el público, como era costumbre. Grandes sonrisas escondían sus verdaderos sentimientos y el abrazo se tornaba más fuerte en cada concierto que daban.

Aún estando agachados, sin que los fans pudieran verles los rostros con claridad, Tyler susurró en el oído de Josh:

"Ojalá pudiera besarte aquí, en el escenario".

El labio del mayor tembló y una lágrima se deslizó por su mejilla. La acumulación de sensaciones le destrozaba, y aquel secreto había colmado el vaso ese día.

Los artistas se irguieron con las frentes en alto y Josh secó sus ojos con el dorso de su mano, causando que los fans gritaran y se escuchara un "aw" generalizado resonando por todo el lugar.

Tyler le miró y le sonrió.

"No importa lo que digan o piensen porque, detrás de todo esto, siempre estaremos juntos", musitó tapando el micrófono de su camiseta, obteniendo una risita débil de parte de su compañero de banda.

Otro abrazo, más gritos, dos cuerpos uniéndose sin importar la presencia del sudor, flashes, lloriqueos.

La pareja se separó y volvió a encarar al público. Tyler tomó la mano de Josh y la alzó por sobre sus cabezas con determinación.

Se despidieron y cada uno bajó del escenario por su lado: Josh por la izquierda y Tyler por la derecha. El staff les aplaudía y algunos amigos palmeaban sus hombros con felicidad por haber dado otro exitoso y alucinante show.

El teñido y el castaño, sin embargo, corrieron simultáneamente por los pasillos asignados para cada uno, intentando evadir todos aquellos halagos, y llegaron al camerino del cantante. Ni se miraron los rostros al entrar, procurando ser veloces para que nadie les regañara ni les detuviera. Al lograr su cometido, Tyler cerró la puerta con llave.

Recargó su peso en la puerta y esperó unos segundos para recuperarse por haber corrido esos metros que les separaban del escenario hasta su closet. Mientras, miró a Josh, quien también le miraba, sintiendo su corazón vibrar en lugar de latir normalmente.

"¿Por qué no?", cuestionó el mayor, frunciendo el entrecejo con melancolía.

Tyler negó con la cabeza y se acercó a su novio, tomándole del rostro antes de que el pelirrojo volteara y le diera la espalda.

"¿Quieres perder todo esto?".

"Quiero mi libertad absoluta, Tyler. Quiero decirles que te amo y no de una manera amistosa. Quiero decirles que no somos simples mejores amigos".

El menor le quitó la gorra al de cabellera rizada y se la colocó él mismo, a lo que Josh le obsequió una de esas sonrisas que Tyler tanto adoraba.

"Yo también quiero hacerlo, Josh, pero sabes qué consecuencias nos traería. Además, ¿no crees que somos demasiado obvios? En las entrevistas y prácticamente en todos lados damos indicios que...", continuó el moreno.

Un suspiro se escapó de entre los labios del más pálido, sabiendo qué rumbo tomaría esa charla. No quería discutir con Tyler una vez más acerca de ese tema, porque sabía que no llegaría a ningún lado y las cosas se mantendrían igual hasta que alguien modificara el contrato, ese papel que ambos habían firmado sin leer con el único objetivo de ser conocidos, sin darle real importancia a sus vidas privadas ni a sus corazones.

Miró los labios de Tyler, aunque sin escuchar las palabras que de ahí salían, y le besó, acallándole.

¿Acaso así era como se sentía la libertad?

Ambos imaginaron a todos sus seguidores apoyándoles y viéndoles besarse de esa manera, sin discriminarles ni juzgarles por sus gustos ni por sus formas de ser. Sin cuestionarles absolutamente nada acerca del color en sus uñas o del arcoiris en su cabello, y tampoco de sus leggings ni de sus prendas con estampados de flores.

Lágrimas de rabia caían por los ojos del mayor, ansioso de poder dejar de lado las reglas y hacer lo que se le diera la gana. Un nudo en la garganta de Tyler apenas le dejaba respirar pero, sin embargo, ambos siguieron rozando sus labios con los del otro.

Caricias torpes y manos temblorosas ante el deseo y el miedo acariciaban la piel ajena, ignorando los golpes en la puerta.

No les importaba que alguien de la administración les interrumpiera, porque como Tyler bien había dícho antes, la distancia no les impediría separarse.

"Te amo", susurró Tyler sobre los labios del otro, sin romper el beso. Josh le correspondió sin dudar.

Sus corazones pertenecían al otro, y no había nada más importante que aquello para que los dos pudieran mantenerse en pie.

La puerta se abrió de un golpe y ambos se sobresaltaron, pero tampoco dejaron de besarse, hasta que un hombre fornido y de gran altura les separó y se llevó a Tyler del brazo como si fuera un niño pequeño que se había metido en problemas.

Josh vio a su novio marcharse pero éste último, antes de salir por la puerta, volteó y le guiñó un ojo con una sonrisa pícara adornando sus labios, haciendo al teñido sonreír también.

Cada uno por su parte decidió que, tarde o temprano, conservar las esperanzas les traería una gran recompensa.

Después de todo, el amor es el que triunfa al final, ¿verdad?

ONE SHOTS • joshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora