Por un impulso de ambición, JYP Entertainment acepta a la primera trainee latina en su programa. Sin mucho que dejar en su país, Miranda Ling parte a Corea en busca de una vida mejor, mentalizada para triunfar en el medio artístico. En medio de su m...
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"Lo sé, lo sé. Te quiero todo el tiempo, te extraño todo el tiempo, incluso cuándo estoy contigo. Sólo quiero estar contigo."
[Every Time - CNBLUE]
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"La mejor parte de tener una relación es llamar a la persona, o sentarte a su lado, y contarles todo lo que te pasó en el día. Al final de eso se trata (tener una relación)." – Tegan Quin de Tegan and Sara
Seúl, Corea del Sur. | Residencias de JYP
Abrazaba mi peluche de Pororo, que no tenía nombre aún, mientras miraba el sol salir por la ventana.
Jae aún dormía, pero dentro de poco tendría que levantarse luego de dormir dos horas. Yo no había podido dormir nada en toda la noche.
Tomé mi teléfono, las llaves, el peluche y un abrigo y salí silenciosamente de la habitación y luego del apartamento para subir hasta la azotea del último piso.
Me dejé caer en el sofá, conecté por bluetooth mi teléfono a los altavoces y coloqué algunas baladas. El sol apenas salía, pintaba con rayos naranja el cielo. Pero la pantalla se encendió con un mensaje de Seungcheol.
"Hoy tengo que ensayar, y no podré estar al pendiente del móvil, pero apenas estamos saliendo hasta la empresa así que tengo un poco de tiempo. ¿Qué tal dormiste?"
Comencé a teclear.
"No dormí nada... Toda la locura de la mujer de ayer me tiene pensativa."
Envió un sticker donde los emoticonos reían en el suelo.
"Vamos, Milu, ¿te creerás eso? Esas personas ensayan durante años para parecer creíbles. Sólo quería dinero, eso era todo."
"¿Y cómo supo todo sobre nosotros usando el naranja y otros colores?"
"Fue casualidad."
–Tsk. – bufé.
"Cheol... tengo que ir al dormitorio de nuevo, voy a darme una ducha para ir a resolver unas cosas en la empresa. Ten un buen día."
Pasó mucho tiempo antes de que pudiésemos vernos de nuevo. Seventeen tuvo su comeback antes del mío, pero la noche que mi comeback fue lanzado, estábamos en la azotea mirando las estrellas que por fin la primavera permitía apreciar mientras comíamos pizza.
–Esa de allá es roja.
–Eso es Júpiter, Cheol.
– ¿Es un planeta? ¿No es una estrella? – me reí.
–No, un planeta de color rojo. – lo miré.
El masticaba el último trozo de su pizza mientras me miraba, yo tenía mi trozo de pizza a medio comer en las manos. Miré su cuello con atención.
–Me gustan tus marcas de nacimiento. – susurré. –Y tus pestañas. ¿Son falsas?
–No. – soltó una carcajada. –Todos piensan eso la primera vez que me ven.
–Son bonitas. – me le acerqué, su rostro cerca del mío. Bajé la mirada hasta sus manos, vi otro lunar que no había descubierto nunca. –Tienes otro aquí. – señalé su palma.
Lo toqué con mis dedos, sonreí. Se veía tierno un lunar allí, era un lugar poco usual para tener uno.
–Yo tengo marcas de nacimiento en mi espalda, – dije sin dejar de tocar el lunar en su mano. –y tengo otro...
No le iba a decir que tengo un lunar bajo mi seno derecho.
–Tengo otros dos. – me sonrojé.
Vi como levantó las manos hasta mi rostro, para acercarme hasta él.
Y me besó.
No voy a mentir. Ese fue mi primer beso, me sentí tímida y sentí que soy un asco besando, no he tenido un novio nunca y la verdad yo no sabía qué demonios éramos Seungcheol y yo, ¿amigos? ¿Novios? ¿Amigos que nunca han dicho al otro que en realidad son novios?
Oh, esperen.
Seungcheol era bueno besando, al menos mejor que yo. Y sus labios sabían a pizza... y a la leche de fresa que estábamos tomando. Y sabía... ese sabor. ¿Así sabe él?
¿Las personas tienen un sabor y un olor propio?
Se separó de mí, yo aún cerraba mis ojos, completamente anonadada. Necesitaba organizar mis preguntas y mis ideas.
–No lo pienses tanto. – se burló, entonces abrí los ojos, y lo vi mirándome con una sonrisa. Me plantó otro beso, esta vez fue tierno y nada apasionado, sólo un besito sobre mis labios. – ¿En qué pensabas mientras te besaba?
–En que soy un asco besando, ya que este es mi primer beso. – dejé caer mi cabeza en su pecho, mi frente reposando en su pectoral mientras me reía. –Y pensé también en que tus labios saben a pizza.
–Pero no tienes que pensarlo tanto. – chisteó.
–Está bien.
Otro beso, esta vez más lento que el anterior, y más profundo. Nos separamos cuando quedamos sin aire.
–Whoah. – canturreó.
Yo tomé mis piernas entre mis brazos, mirando hacia la calle, más allá del borde del edificio. Seúl de noche era algo fenomenal, de verdad pensé por unos segundos en cómo se sentiría la primera vez que viajara fuera de Corea a otro lugar de Asia.
–Milu. – me llamó en voz baja, lo miré de reojo. –Tengo que irme.
–Está bien, ellos te esperan. – le sonreí. Pero luego de que se levantó con la caja vacía de pizza en mano, yo lo halé hacia mí y lo besé de nuevo.
Se me quedó mirando, fijamente.
–Te escribiré al llegar. – fue todo lo que dijocon una sonrisita en la cara, antes de irse.
